La batalla por el futuro: México cierra filas contra subsidio a autos eléctricos en EU
Los autos eléctricos pueden ser la chispa que amenaza con detonar el primer conflicto comercial con Estados Unidos.
El Gobierno Federal y la industria nacional están formando un frente para presionar a legisladores estadounidense a rechazar la propuesta de subsidio a autos eléctricos fabricados en Estados Unidos propuesta por el presidente Joe Biden como parte de su plan económico denominado Build Back Better que será votado este lunes 13 de diciembre por el Senado de Estados Unidos.
La propuesta consiste en aumentar el monto base de 4 mil dólares en crédito fiscal a los autos eléctricos que existe desde 2009, ofreciendo 3 mil 500 dólares adicionales si el paquete de baterías del auto eléctrico incluye al menos 40 kilovatios-hora de capacidad aplicable para los autos puestos en servicio antes de 2027.
El punto ríspido viene con la propuesta de agregar 4,500 dólares al crédito para autos adquiridos después de ese año si son ensamblados en Estados Unidos, en plantas con trabajadores sindicalizados y otros 500 dólares si los autos usan una batería también de fabricación estadounidense.
La titular de la Secretaría de Economía, Tatiana Clouthier, rechazó por completo la propuesta a la que calificó de discriminatoria y en contra de los esfuerzos de cooperación regional, incluído el TMEC, por lo que tomarán represalias incluídos aranceles sobre bienes estadounidenses.
“Es una medida que podría resultar contraria a las obligaciones adquiridas por Estados Unidos frente a la OMC, pues podría catalogarse como requisito de desempeño, lo cual está prohibido”, explicó en conferencia la subsecretaria de Comercio Exterior, Luz María de la Mora.
Los requisitos de desempeño son herramientas gubernamentales utilizadas para influenciar el comportamiento de los inversionistas, en este caso condiciones que el inversionista debe de cumplir para recibir un subsidio gubernamental o un incentivo.
“Toda la industria del automóvil y de las autopartes están sufriendo una revolución con la llegada del coche eléctrico. Va a haber una gran competencia en el mundo para ver quién diseña los mejores vehículos del futuro con muchos jugadores novedosos que antes no se hubiera pensado en ellos como productores de coche y en medio de ello [...] hay grupos de interés en Estados Unidos que piensan que es mejor hacerlo por sí solos, pero están equivocados porque la competitividad de América del Norte proviene del nivel de integración que se tiene con Canadá y con México”, explicó en entrevista Luis de la Calle, ex subsecretario de Negociaciones Comerciales Internacionales del gobierno mexicano.
La actual disputa es una batalla por el futuro. Si bien apenas 2.6% de las ventas mundiales de automóviles hoy en día corresponden a modelos eléctricos, existe una creciente demanda de este tipo de vehículos, particularmente a medida que aumenta la confiabilidad y disminuyen los costos.
China es hasta el día de hoy líder indiscutible en venta de autos eléctricos, pues tan solo en 2019 se vendieron 1.2 millones de unidades de este tipo, poco más de la mitad de ventas a nivel mundial. En México, durante el mismo año se vendieron solo 309 unidades.
La popularidad de estas tecnologías va en un rápido ascenso no solo por el abaratamiento en la producción, sino también por los compromisos climáticos adquiridos por los países rumbo a 2030, lo que significa que el subsidio representa para la SE y la iniciativa privada una amenaza en el porvenir.
“Esta medida entraría en vigor en el 2027 [...] podría generar el movimiento de plantas, porque es como una planeación donde les están lanzando la zanahoria a futuro para decir te conviene que te regreses para acá o, si no te regresas porque no estabas allá, [...]si quiero participar en temas de autos eléctrico me tendría que ir a Estados Unidos para recibir esto” dijo la secretaria Clouthier en conferencia de prensa.
Los impactos sobre la industria automotriz podrían ser graves, advierte la dependencia. El sector representa cerca del 4% del PIB nacional, más del 25% de nuestras exportaciones, un millón de empleos directos y cinco millones indirectos. Adicionalmente, al generalizarse la producción de autos eléctricos en el futuro, la asociación de autoparteros del país (INA), advierte que esta medida podría quitarle a México el 50% de su inversión automotriz.
Aranceles deberían ser la última herramienta
“Para mí es algo prematuro hablar de represalias. En el sistema de solución de controversias primero hay un procedimiento de consulta y luego un panel de solución de controversias, si finalmente hay un laudo favorable a México y Canadá, ambos tendrían posibilidades de imponer aranceles”, dijo De la Calle.
La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la Industria Nacional de Autopartes (INA) están trabajando con sus contrapartes en Estados Unidos y Canadá para enviar un escrito al congreso estadounidense pidiendo no aprobar la medida.
La SE está cabildeando de manera independiente entre los senadores con porcentajes importantes de mexicanos entre sus votantes para convencerlos de votar en contra “si es que quieren reelegirse” dijo Clouthier. También se está acercando a los legisladores de los estados del Sur quienes en su mayoría están en desacuerdo con la iniciativa por plantear como requisito la utilización de mano de obra sindicalizada, condición que la mayoría de la industria sureña no cumple.
Si la propuesta es aprobada y la SE cumple su advertencia, se sumaría a las no pocas ocasiones en que México ha impuesto aranceles a Estados Unidos. La más reciente fue en 2019 cuando se gravó las importaciones de acero como represalia por los aranceles que el expresidente Donald Trump impuso contra las importaciones de este mismo material bajo justificación de seguridad nacional.
“La imposición de aranceles es la indicada cuando el único objetivo que busca es que Estados Unidos cambie su legislación para hacerla congruente con el tratado [TMEC]. Hay que escoger los sectores para influir en el Congreso de los Estados Unidos y generar un cambio en los votos, y dos, tratar de no encarecer la producción en México con los aranceles que pongas”, advirtió De la Calle, un economista experto en negociaciones comerciales.
La titular de la SE dijo que México tendría que dar “tiros de precisión” para que las represalias comerciales escogidas sean efectivas, sin embargo, no dió detalles sobre qué bienes podrían ser los que se gravarían.
“Tiene que ser una lista considerablemente amplia y bien escogida para que el efecto sea de reversión de la medida y no de consolidación de intereses proteccionistas. Hay que evitar la tentación de escoger sectores porque sientes que requieren ayuda en materia de competitividad” añadió.
Se suma a la lista de controversias
La controversia por los autos eléctricos se suma a otras tres fricciones que se han dado con los Estados Unidos desde la entrada en vigor del TMEC, de las cuales solo la controversia sindical en el sector automotriz se ha solucionado.
Otras como la interpretación entre Estados Unidos, México y Canadá sobre las reglas de origen para calcular el valor de contenido regional de los automóviles, o la contrarreforma eléctrica propuesta por el presidente Andres Manuel López Obrador con la que se busca reducir la participación del sector privado en la generación eléctrica, siguen siendo motivo de controversia.
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) advierte que estas controversias tienen el potencial de convertirse en conflictos mayores para la implementación del T-MEC y ponen en riesgo la competitividad de la región.
Clouthier señaló durante la rueda de prensa que pese a ser temas que afectan a una misma industria, no son controversias que “se junten” pese que ambos tendrán que pasar por el mismo proceso para intentar solucionarlos.
Sin embargo, en este caso la titular de Economía hizo énfasis en que adicionalmente a los mecanismos del TMEC las represalias estarían a la orden del día, así como la presión multilateral en conjunto con otros países afectados, además de Canadá, como Japón, Corea del Sur y la Unión Europea.
La batalla por el futuro de la poderosa industria automotriz está en marcha.