Industria automotriz en México inicia 2022 con el pie izquierdo; en el mundo hay optimismo
Pese al impacto de la crisis de los semiconductores las marcas automotrices lograron incrementar sus ganancias incluso con una menor producción.
La industria automotriz mexicana abrió el año con una producción de 253 mil 366 vehículos, 9.1% menos que en enero del año pasado. Con este resultado las armadoras mexicanas hilaron su sexto mes de caída en comparación interanual, pese a ser su mejor resultado desde hace tres meses.
El débil resultado de enero, pero mejor que los dos meses anteriores, se debe a que se trató de un mes con menos paros técnicos en las plantas armadoras que durante prácticamente todo 2021 afectaron a casi la totalidad de las marcas que producen vehículos en territorio nacional y que para enero se limitaron a dos semanas en la planta de Volkswagen (VW) en Puebla.
Sin embargo, con paros o no, algunas de las marcas se muestran confiadas en que 2022 será un buen año para ellas. Así lo demuestra el caso de la estadounidense General Motors (GM) que durante 2021 obtuvo un incremento récord en sus ganancias de 55% en tasa interanual, con lo que cerró el año con 10 mil 19 millones de dólares, muy por encima de los 6 mil 732 millones de dólares logrados en 2019, el año año previo a la pandemia.
El caso de GM es representativo pues el brutal récord alcanzado se dió a pesar que la compañía lideró entre las marcas que más días pararon sus plantas armadoras a nivel mundial debido a los efectos de la escasez mundial de chips semiconductores, necesarios para la producción de la mayoría de modelos actuales.
Tan solo en México, la segunda sede más importante de su producción solo por debajo de su país natal, el número de jornadas detenidas fue de 166, liderando como la armadora con más días parados entre todas las que tienen presencia en el país.
El fuerte incremento en la demanda de autos nuevos y usados ante la sólida recuperación económica estadounidense, causó un incremento de los precios de venta principalmente en los Estados Unidos (EU) ante el choque por la insuficiente oferta, lo que permitió incrementar el valor de las ventas totales pese al menor número de unidades entregadas.
Según la Oficina de Estadísticas Laborales de los EU, el precio de los vehículos nuevos cerró el 2021 con un incremento de 14.3%, una tendencia de encarecimiento que General Motors espera aprovechar en 2022 además de que esperan sea un nuevo año de fuerte demanda
Así, pese a que las ventas mundiales de GM en 2021 fueron de 6.29 millones de unidades, 7.8% menor en comparación con el año anterior derivado de una menor producción e intención de compra en algunos mercados como el mexicano, se lograron resultados récord.
Como el gigante GM, la relativamente pequeña KIA Motors, que solo cuenta con una planta en el país, también se ha mostrado optimista sobre el futuro pues así como GM destina la mayoría de su producción mexicana al mercado estadounidense -el 80%- por lo que también esperan aprovechar el boom con un incremento de 20% en su producción.
El optimismo de la armadora surcoreana está basado también en un resultado positivo para el mercado mexicano a contracorriente de la industria automotriz en general, pues lograron incrementar 6% su producción en comparación con una caída general de (-)2%.
Escasez continuará por lo menos hasta 2T
En el mercado interno del país las expectativas para el año son más bien cautelosas. “La industria comienza el año con el objetivo de alcanzar el equilibrio entre oferta y demanda hacia el segundo semestre del año, enfrentando la escasez de componentes y un reducido número de compradores”, señaló la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) en un comunicado.
Si bien las empresas mantienen su ganancias e incluso las incrementan, los trabajadores mexicanos, consumidores y empresas mexicanas que forman parte de la cadena de proveeduría automotriz sí se ven fuertemente afectados por la baja de la producción derivada de la crisis.
En el caso de los trabajadores, si bien han mantenido sus empleos, sufren los largos periodos de paro con una reducción de 50% de su salario y de 30% en algunos casos, para los consumidores los precios los precios se vuelven cada vez más inaccesibles -los autos se encarecieron 8.7% en 2021- y menores compras para los proveedores ante el estancamiento de la producción.
Pero lamentablemente para este sector vital de la economía mexicana, la solución no se encuentra en un horizonte próximo. Según la AMIA la industria no se recuperará por completo hasta el 2024 y eso si la crisis de semiconductores comienza a aliviarse hacia el segundo trimestre de este año, como estiman que ocurrirá.
Marcas líderes del sector como la alemana Volkswagen (VW), pese a que también han registraron resultados positivos en 2021, ya se están preparando para un nuevo año negativo esperando producir menos vehículos en este año que en 2021 ante un incierto fin de la crisis que podría extenderse hasta 2023.