T-MEC, el salvavidas de la economía mexicana
El T-MEC está funcionando como salvavidas para sacar a la economía mexicana a flote luego de la profunda crisis provocada por la pandemia.
A un año de su entrada en vigor, el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) -antes TLCAN- demostró la importancia estratégica de la integración comercial para la región al enfrentar a las tres economías con la crisis sanitaria y económica del COVID-19. Para el gobierno mexicano los resultados de la integración regional han sido un verdadero bálsamo, después de que la economía ya había retrocedido previo a la pandemia.
“A un día de haber celebrado el 1er Aniversario del TMEC, nos hemos colocado una vez más como el principal socio comercial de EE.UU.” destacó recientemente la subsecretaria de Comercio Exterior, Luz María de la Mora en su cuenta de Twitter sobre los resultados del comercio México-Estados Unidos.
El sucesor del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), entró en vigor en junio de 2020, año en que las tres economías sufrieron sus peores caídas desde la crisis financiera de 2008: México, -8.3%; Estados Unidos, -3.5%; Canadá, -5.4%. No obstante, el tratado ha permitido una mayor recuperación económica para la región en comparación a otros.
A partir de la puesta en marcha de billonarios paquetes fiscales para 'rescatar' a familias y empresas, y de un agresivo plan de vacunación bajo el gobierno de Joseph Biden que reactivó la demanda agregada, Estados Unidos se convirtió en una locomotora para la región arrastrando a las economías vecinas, principalmente a la mexicana a pesar de que el plan de vacunación en el país azteca no marcha a la velocidad deseada.
Así, las expectativas de crecimiento para Estados Unidos en 2021 han sido revisadas al alza en por lo menos tres ocasiones. En octubre de 2020, luego de que el impacto del virus en la economía fue redimensionado, el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó que la economía de EU crecería 3.5%, sin embargo, y luego de tres revisiones al alza, llegó hasta el 7% la semana pasada.
De forma encadenada, las expectativas para México partieron de un pronóstico similar (3.5%), para dar un brinco hasta 5% según el FMI y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Ya los analistas del sector privado pronosticaron, en la mas reciente encuesta del Banco de México, que la economía crecerá 5.8% en el año. El gobierno ha estimado un crecimiento de 6.5% en 2021.
El comercio exterior mexicano tiene un alto impacto en el crecimiento dado que representa casi el 80% del PIB, con un importante efecto en amplias regiones del norte y centro del país, así como un encadenamiento manufacturero relevante. De allí que las expectativas están ancladas en el fuerte crecimiento de 30.4%, a tasa anual, registrado en el volumen de comercio entre México y Estados Unidos durante los primeros cinco meses de este año, dejando atrás el trago amargo de la pandemia para el comercio bilateral e, incluso, registrando un crecimiento sobre el mismo periodo de 2019.
De hecho, las exportaciones mexicanas a EU sumaron 153 mil 415 millones de dólares entre enero y mayo de este año, un crecimiento de 29.7% respecto al mismo periodo de 2020, y casi el 90% de éstas son exportaciones manufactureras, en la que destacan las ventas de vehículos y partes para vehículos.
En su informe Perspectivas Económicas Mundiales, publicado en junio pasado, el Banco Mundial señala a la demanda de exportaciones mexicanas desde EU, como el factor clave para un mayor crecimiento esperado en este año. “Se prevé que la economía de México se expandirá un 5% en 2021, ya que se espera que la industria manufacturera y el sector de los servicios se beneficien con un aumento en la demanda de exportaciones vinculadas con el fuerte crecimiento de Estados Unidos que recibe cuatro quintos de las exportaciones de México”, se lee en el informe.
Impulso automotriz
El sector más fortalecido por el T-MEC es el automotriz, industria clave que tan solo en abril generó 12,500 millones de dólares en exportaciones para México.
Según las reglas de origen, el Valor de Contenido Regional (VCR), es decir, el porcentaje del producto que es fabricado con productos de la región, debe oscilar entre 65% a 75% según el tipo de pieza y el plazo en que ha estado vigente el tratado, pues el VCR tiene progresividad anual.
El papel del tratado como catalizador de la recuperación económica puede observarse en la evolución de las manufacturas -entre las que se encuentra la industria automotriz- que ha sido el sector con mayor resiliencia al impacto del COVID 19. “Inevitablemente, somos un país cuya ventaja comparativa son las manufacturas y, en ese sentido, la recuperación y reactivación económica en Estados Unidos nos ha ido jalando” dijo en entrevista para EFE, Sofía Ramírez, directora general de la asociación “México, ¿Cómo Vamos?”.
Luego de un mes de inactividad en abril de 2020, las manufacturas fueron declaradas industrias esenciales en mayo por su alta participación en el Producto Interno Bruto (PIB), iniciando una tendencia de recuperación imparable que las convirtió en las primeras en alcanzar sus cifras prepandémicas a inicios del 2021.
Si bien la reactivación económica estadounidense trajo consigo un incremento en la demanda de automóviles para transportar a los millones de trabajadores que volvieron a sus empleos han existido limitaciones para su potencial. La crisis productiva derivada de la escasez mundial de semiconductores, la mayor de ellas, ha causado la suspensión parcial o total de la producción en plantas armadoras en México y Estados Unidos en distintas ocasiones en lo que va del año.
Ventaja única en AL
El secretario de Hacienda, Arturo Herrera, reconoce que el T-MEC ofrece condiciones excepcionales para México, a diferencia de sus vecinos del sur. "Para México, en materia económica, claramente el Tratado de Libre Comercio ofrece condiciones excepcionales", le dijo Herrera al diario español El País, en una entrevista reciente.
Mientras el T-MEC hace diferencia para México, otros países de Latinoamérica están enfrentando los estragos económicos de la crisis sanitaria sin un socio como el mercado estadounidense y, muchos de ellos, aún enfrentando la virulencia de la pandemia y con un plan de vacunación rezagado.
Chile es ejemplo de una reactivación expedita de su economía. Una menor población combinada con una elevada tasa de vacunación y apoyos fiscales por 28 mil millones de dólares desde que inició la pandemia (8.7% de su PIB), impulsaron las expectativas de crecimiento al 6.1% para este año, luego de la caída de 5.4% en 2020, según el Banco Mundial.
Al contrario, Argentina, economía que ya vivía en recesión desde hace dos años, aplicó estímulos fiscales más modestos que no han sido suficientes para elevar el pronóstico de crecimiento actual de 6.4%, después de una caída de 9.9% en 2020.
México ha sido a nivel mundial uno de los países que menores estímulos fiscales ha implementado según el FMI, sin embargo la carencia de éstos ha sido suplida por el efecto arrastre de la locomotora llamada Estados Unidos en la post pandemia.
Con todo, según la OCDE, mientras Chile recuperará el nivel de su PIB de 2019 a finales de este año, México lo hará hasta el tercer trimestre de 2023 -sin estímulos pero con un gran mercado exterior- mientras que Argentina solo lo logrará hasta 2026.