Falta impulso desde gobiernos del T-MEC para aprovechar nearshoring
Prácticamente no hay esfuerzos desde los gobiernos de Norteamérica para consolidar la región como un bloque económico más integrado a raíz del nearshoring.
En una reunión cara a cara a finales del año pasado en Washington, los presidentes Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de México, Joe Biden de Estados Unidos y Justin Trudeau de Canadá reafirmaron sus intenciones de trabajar en conjunto para reparar cadenas de suministro dañadas por la pandemia y trabajar para traer la manufactura de bienes de vuelta a las Américas tras enviar buena parte de esas actividades económicas a China. Una misión que debería verse favorecida por el nearshoring y sus potenciales beneficios en proveedores y negocios locales.
Sin embargo, no se perciben esfuerzos concretos desde los gobiernos nacionales para tratar de organizar una mayor integración económica a nivel América del Norte. “Estados Unidos y Canadá siguen sin demostrar un verdadero interés en el desarrollo económico de la región. Les falta diseñar un verdadero sistema ganar-ganar, donde les vaya bien a ellos pero también a México, y que si le va bien a México, pues va a haber más gente que compre productos y más bienes que se produzcan en la región”, responde Martín Romero Moret, jefe del departamento de Economía del Centro Universitario de Ciencias Económico-Administrativas (Cucea) de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
Sin embargo, también se argumenta que del lado mexicano no hay particular interés por usar el nearshoring como trampolín económico de la mano del resto de los miembros del T-MEC.
“No nos hemos puesto las pilas del lado del gobierno mexicano […]. Deberíamos ser los principales interesados [en el desarrollo económico conjunto a raíz del nearshoring]. Hay una oportunidad muy interesante […], pero traemos muchos pendientes en logística, infraestructura, ineficiencia en las aduanas desde hace años, y no se han atendido esas problemáticas”, reclama Manuel Farías Martínez, consultor independiente y académico en logística y cadenas de suministro de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).
Sin embargo la actual administración federal precisa que se tiene interés en desarrollar esta dinámica con sus vecinos norteamericanos; incluso hay una certeza de que están logrando victorias importantes en algunos frentes.
“Tenemos discusiones tripartitas con Estados Unidos y con Canadá. Las decisiones de por dónde [ejecutar los proyectos] se tienen que decidir con los socios del T-MEC. Pero la buena noticia es que se está hablando, se están tomando decisiones, y se está trabajando en conjunto los tres países para asegurar y fortalecer todo el tema de logística, y realmente vernos como una región, como un bloque económico […]. Si producimos de manera regional, y sustituimos parte de nuestras importaciones de Asia, vamos a ser una región más resiliente y fuerte”, respondió Mónica Duhem, titular de la Unidad de Inteligencia Económica Global de la Secretaría de Economía (SE), en una entrevista en relación al Corredor T-MEC entre México y Canadá.
Pero incluso en los pocos proyectos tripartitos que se están ejecutando entre México, Canadá y Estados Unidos, no parece haber mucha coordinación entre las partes. Justamente las soluciones para el Corredor T-MEC de Sinaloa a Winnipeg, que ha creado ciertas fricciones entre los gobiernos, han quedado en manos de la iniciativa privada.
Este enfoque no sería suficiente para motivar al desarrollo económico de una región más integrada en el largo plazo. No solo se ha advertido que los gobiernos deben hacer una tarea de promoción mucho más proactiva para atraer inversiones que deseen instalar proyectos a una escala regional, no solamente nacional. Hay muchos pendientes en infraestructura que deben ser liderados por los gobiernos, con enfoques regionales.
“Tendría que invertirse mucho más en la infraestructura en materia de ferrocarriles hacia el norte y puentes que cruzan la frontera. Tendría que haber un número mayor de puentes, de almacenes en las zonas fronterizas […]. Que sean bienvenidas carreteras y ferrocarriles que vayan directo de Manzanillo a Kansas City, y rutas clave similares […]. Y que estos proyectos se acompañen de proyectos marítimos hacia Estados Unidos, […] así como invertir en más parques industriales para traer y almacenar productos”, afirma Fernando de Mateo, profesor investigador del Colegio de México (Colmex) y ex-embajador ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).