Se sostiene inversión extranjera, pero políticas han ahuyentado oportunidades
La incertidumbre política ha limitado el crecimiento de la Inversión Extranjera Directa (IED) en los últimos años, pero pese a ello se ha mantenido incluso después de la pandemia de COVID 19 y sus graves efectos.
Durante 2021 la captación de IED alcanzó 31 mil 621 millones de dólares según datos preliminares publicados por la Secretaría de Economía (SE), una cifra 8.7% mayor a la preliminar de 2020 durante el momento más álgido de la pandemia.
Pese a que las cifras preliminares apuntan a que la inversión extranjera sigue 4% por debajo de su nivel de 2019, a diferencia de otros indicadores económicos, la IED ha presentado una rápida recuperación que ya la coloca a niveles ligeramente superiores a los de 2018. No obstante, la recuperación de la inversión ha sido muy diferente a años anteriores.
Por tipo de inversión, las nuevas inversiones han mantenido su tendencia de crecimiento e incluso superaron a las cifras de 2019 en el 2021 luego del rebote de la pandemia. Durante dicho año, las nuevas inversiones alcanzaron 14 mil 681 millones de dólares, el 47% de todas las inversiones totales, mientras que las reinversiones representaron el 38.6% y las cuentas entre compañías 17.7%.
Pese a que menos de la mitad de la IED fueron nuevas inversiones, se trata del año con mayor participación de éstas desde 2014, cuando el porcentaje ascendió a 56.8%, para luego mantenerse en un nivel por debajo del 40% en los años siguientes.
Por el contrario, tanto las reinversiones como las cuentas entre compañías han disminuido su participación de manera constante desde el inicio del actual gobierno en contraste con los años previos cuando en 2018 representaba el 53.1%, muy por encima del último resultado preliminar.
No obstante que los resultados de 2021 dan muestra de una recuperación más sólida que otros indicadores económicos, comparado con economías como la chilena el crecimiento de la IED en México resulta mediocre.
La IED que llegó a Chile en 2021 fue 97% mayor a la registrada durante 2020, el año de la pandemia. Pero también fue 62% superior al promedio de los últimos cinco años, incluso a pesar de la incertidumbre política entre 2020 y 2021, desde las masivas protestas callejeras hasta la reciente elección de Gabriel Boric como nuevo presidente del país andino.
En Brasil el comportamiento de los flujos de IED fue considerablemente más débil que en el caso de México. Según el Banco Central de Brasil, la inversión extranjera directa creció 22.9 % en 2021, después de la brusca caída de 50.6 % en 2020; aún lejos de una completa recuperación como ha ocurrido en México.
Sin embargo, las cifras oficiales dan cuenta que la IED en México pudo ser mayor en estos últimos años, dado que uno de los sectores que más se contrajo limitando el crecimiento de la IED, fue el sector energético. Después de la reforma eléctrica de 2013 la generación de energía se convirtió en uno de los mayores impulsores de la IED aunque con reducciones de la tasa de crecimiento anual en los últimos años, hasta caer en picada con la entrada del actual gobierno.
Hasta 2019 México se había mantenido como el tercer miembro de la OCDE con más inversión en energía solo por debajo de Estados Unidos y Chile, según reportó la Cámara Española de Comercio en México (Camescom), el país con la mayor inversión energética en México y con el que el presidente López Obrador ha mantenido una relación ríspida.
Para 2021, según las cifras de la SE, esta industria representó apenas el 1.4% de la IED total, su menor nivel desde hace 10 años. El desplome fue causado principalmente por la eliminación de las subastas a largo plazo, un mecanismo para fomentar la creación de nuevas plantas eléctricas por parte de empresas privadas con el fin de asegurar el suministro futuro de electricidad.
Sin embargo, no solo las empresas energéticas sino los inversionistas en general han aumentado su percepción de incertidumbre. Según el Índice de Confianza de Inversión Extranjera Directa, elaborado por la consultora AT Kearney en 2021, México hiló un segundo año consecutivo fuera del top 25 de países que más atraen y retienen IED. Desde que en 1998 comenzó a publicarse el Índice, México solo había estado una vez (en 2011) fuera de este top.
Fuerte reestructuración de los sectores de inversión
El repunte en la participación de las nuevas inversiones no es la única diferencia que se ha presentado en los últimos cinco años. Además de que prácticamente desapareció la inversión extranjera en energía en los últimos tres años, otros sectores históricamente dominantes se achicaron en su participación diversificando la llegada de IED hacia otros sectores.
En los últimos cinco años, el sector manufacturero ha concentrado de manera aplastante la inversión extranjera del país, sin embargo ésta ha ido cayendo de manera apresurada al pasar del 56.5% en 2017 hasta el 39.7% en el 2021.
En su lugar, los sectores que han aumentado su participación anual han sido muy heterogéneos cada año, pues mientras en 2017 y 2018, fueron la construcción y la energía los que ostentaron el segundo lugar, respectivamente; los servicios financieros lo fueron en 2019 y 2020, mientras que en 2021 la minería repuntó hasta tomar el segundo puesto.
Además, destacan los caso de la IED en Medios Masivos y Servicios de alojamiento, que históricamente mantenían una pequeña participación y durante este gobierno han crecido hasta superar un porcentaje del 4% del total.
Y aunque el sector manufacturero redujo su participación esto no significa que esté cayendo en términos absolutos, por el contrario, se ha mantenido fuerte conforme la IED total no ha caído de manera brusca más allá del episodio de 2020.
Incluso en 2021, México captó 3 mil 964 millones de dólares de IED en la industria de autopartes en 2021, un nuevo récord alcanzado tan solo en el primer año completo de vigencia del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y que ha propiciado mayor inversión en el sector automotriz para poder cumplir con las reglas de origen establecidas por el tratado.
El incremento de la inversión manufacturera, pese a la reducción de su participación, también es concordante con el aumento de la participación de las inversiones estadounidenses que alcanzaron 47.5% del total en 2021, por encima de su anterior pico de 46.8% registrado en el 2017.
Mientras que las entidades que concentran la inversión se han mantenido en sintonía con los últimos años, siendo la mayor receptora la Ciudad de México con 16.6%; Nuevo León con un 9.3%; Baja California con 7.8%; Guanajuato con 6.6% y Jalisco con 4.8%.