Economistas escépticos ante el 'nearshoring', prevén que IED no crezca en 2023 y 2024
A pesar de las altas expectativas que se ciernen por la llegada de fuertes inversiones extranjeras a México en este y los próximos años debido al proceso de relocalización de plantas, conocido como nearshoring, los economistas son escépticos: Tanto para este año, como para 2024, pronostican que llegará el mismo monto de inversión extranjera directa (IED) que en 2022.
El monto central de IED que llegará al país -de acuerdo a las respuestas de los 37 grupos de análisis y consultoría económica del sector privado nacional y extranjero encuestados por el Banco de México (Banxico) que se dio a conocer este martes- fue de 35 mil millones de dólares (MMD) anuales para éste y el próximo año; aunque para 2024 la dispersión en las respuestas es notable revelando la alta incertidumbre en torno a la cifra.
Diversos analistas extranjeros y mexicanos han señalado la enorme oportunidad que tiene México de captar miles de millones de dólares en nuevas inversiones debido a la relocalización de centros de producción de empresas globales que buscan estar más cerca de sus mercados de consumo, principalmente en Estados Unidos (EU).
Este fenómeno que viene ocurriendo desde hace años atrás, se intensificó después del quiebre de las cadenas globales de producción derivado de la pandemia y de la guerra de Rusia con Ucrania. Pero es la 'guerra comercial' entre EU y China la que ha exacerbado el llamado nearshoring, privilegiando el traslado de plantas y procesos desde China a países asiáticos como Vietnam, Corea, Taiwán, Japón, Singapur e India, y algunos latinoamericanos, entre los que claramente destaca México, según cifras de crecimiento reciente de las importaciones estadounidenses.
En particular, la poderosa industria automotriz está viviendo una gradual regionalización de sus procesos de producción que, en el caso de Norteamérica, es obligada por el renovado Tratado de LIbre Comercio entre México, EU y Canadá (T-MEC) que impone un valor de contenido regional de 75% en la fabricación de sus vehículos y de las principales autopartes para que obtengan 0% de aranceles, favoreciendo la fabricación regional y la intensificación del nearshoring.
La noticia de la llegada del gigante tecnológico y automotriz Tesla a México con inversiones que alcanzarían 10 MMD -según cifra de los funcionarios locales- catapultó aún más las proyecciones sobre el potencial del país para capturar un rebanada importante del pastel de nuevas inversiones derivado del nearshoring. Ya el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) había publicado que calcula que México podría capturar 35 MMD por la relocalización de plantas y procesos industriales de empresas globales a Norteamérica.
Siguiendo esta narrativa, hay cálculos que plantean el crecimiento inversor que viene para México. La firma de consultoría Deloitte estima que México captaría IED por 60 MMD en 2027, asumiendo una tasa anual de 10% de crecimiento de la IED durante los próximos cinco años.
En el cálculo coinciden, si el país aprovecha al máximo esta oportunidad, los economistas del Grupo Financiero Base asentado en Monterrey, una de las ciudades que se prepara para el 'boom' que viene,
"El nearshoring presenta una gran oportunidad para generar crecimiento y estabilidad económica. Si se aprovechara al máximo en México esta oportunidad, la inversión extranjera directa podría alcanzar flujos anuales de 55 a 60 mil millones de dólares, el crecimiento económico sería de 3.5% por año, la tasa de informalidad bajaría de 50%, las exportaciones no petroleras podrían duplicarse en 8 años y el tipo de cambio bajaría y se estabilizaría alrededor de 16 pesos por dólar", dicen los economistas del grupo financiero regiomontano en un reporte recientemente publicado.
El gobierno federal no ha dado a conocer cifras directas sobre la inversión esperada para este y los próximos años, pero sí ha reflejado su optimismo por la llegada de mayores capitales extranjeros debido al nearshoring llevando sus proyecciones de crecimiento económico a 3.0% para 2023 y 2024, muy superiores a los estimados de los economistas del sector privado. El nearshoring podría sumar hasta 1.2 puntos porcentuales al PIB, dijo Hacienda recientemente, aunque no precisó en qué periodo.
A pesar del optimismo generado en sectores de gobierno e industriales del país, en la encuesta de este martes del banco central se muestra que la gran mayoría de economistas no prevén un brinco importante en la llegada de capitales por IED para los próximos dos años. Incluso, el crecimiento económico pronosticado es escaso: 1.60% para este año y 1.70% para 2024.
Quizá la razón principal de estas previsiones conservadoras se encuentran no solo en factores externos, como la esperada desaceleración industrial en Estados Unidos para el segundo semestre de este año, sino también en razones domésticas. En la misma encuesta de Banxico, los economistas respondieron que los añejos problemas de inseguridad pública, de falta de estado de derecho, y la impunidad que han azotado a México por décadas, siguen siendo los principales obstáculos para un mayor crecimiento.
"Es importante tener en cuenta que la gobernanza se ha convertido en un factor de freno y de limitante para el nearshoring", dicen los economistas del GF Base en su reporte y añaden que "otro punto relevante es que tradicionalmente se asocia a México como competidor de Asia en temas de nearshoring y comercio, pero hay evidencia que hay empresas que han optado por el reshoring (regresar la inversión a Estados Unidos) para evitar los riesgos y problemas de estar en otro país", explican.
Diversos casos muestran que los estados del norte y centro de México, con todas sus ventajas geográficas y arancelarias por la cercanía con el mayor mercado del mundo, están compitiendo con sus pares estadounidenses, asiáticos y aún muy pocos latinoamericanos, para formar parte de la reconfiguración de las cadenas de los grandes centros mundiales de producción que se viene gestando.
Sin embargo, las políticas del presidente López Obrador siguen siendo señaladas por analistas como un obstáculo para la mayor llegada de capitales.
"El mayor impedimento para que México alcance su potencial como alternativa a China puede ser el propio México", dice el diario The New York Times, en un reporte publicado a principios de año. "El presidente, Andrés Manuel López Obrador, ha descuidado la infraestructura de la nación, incluyendo sus puertos", puntualiza.
"Con todo, un cambio es palpable", señalaba poco más adelante el reporte del diario.