Entra en vigor la Ley de Servicios Digitales en Europa: un importante paso en la regulación de las Big Tech
Por primera vez, las empresas tecnológicas tendrán que preocuparse por una regulación estricta en Europa.
A partir de hoy, entrará en vigor en la Unión Europea la Ley de Servicios Digitales (DSA), una legislación que busca promover entornos en línea más seguros, al requerir que las plataformas en línea implementen medidas para prevenir y eliminar publicaciones con contenido ilegal, además de obligar a las empresas a proporcionar a los usuarios vías para denunciar dicho contenido.
“Hoy, la Ley de Servicios Digitales #DSA se vuelve legalmente aplicable para plataformas en línea y motores de búsqueda de gran tamaño. Estas plataformas sistémicas desempeñan un papel muy importante en nuestra vida diaria, por lo que ya era hora de que la UE estableciera nuestras propias reglas”, dijo Thierry Breton, Comisario europeo de Mercado Interior y Servicios de la Unión Europea.
Este conjunto unificado de regulaciones abarca las responsabilidades de intermediarios y su rendición de cuentas en todo el mercado. Esto desplegará nuevas perspectivas para ofrecer servicios digitales transfronterizos, asegurando una protección óptima a todos los usuarios, sin importar su residencia en la UE.
Today, the Digital Services Act — #DSA — becomes legally enforceable for Very Large Online Platforms & Search Engines.
These systemic platforms play a very important role in our daily lives — so it was time for the EU to set our own rules.
A safer Internet for everyone 🇪🇺 pic.twitter.com/fGPCERx5mW— Thierry Breton (@ThierryBreton) August 25, 2023
Además de vetar la publicidad enfocada en características como orientación sexual, religión y afiliación política, la DSA aplica restricciones a la publicidad dirigida a menores. Una de las normativas clave es la transparencia de los algoritmos de estas plataformas. Asimismo, establece reglas ampliadas para ofrecer a los usuarios el derecho de excluirse de sistemas de recomendación y perfiles, cooperar con las autoridades, y someterse a auditorías externas.
También establece reglas para rastrear a los vendedores en los mercados en línea y mejorar la trazabilidad de productos mediante tecnologías avanzadas. Asimismo, exige a las plataformas en línea proporcionar información transparente sobre términos y condiciones, además de revelar los algoritmos que impulsan recomendaciones.
En cuanto a plataformas de gran tamaño, entre ellas los gigantes tecnológicos, se les insta a prevenir el abuso de sus sistemas, mitigando riesgos como desinformación, manipulación electoral y ciberviolencia. La DSA también introduce un mecanismo de respuesta a crisis en situaciones de amenaza a la salud pública y seguridad. Además, prohíbe la publicidad dirigida basada en perfiles de niños y categorías sensibles de datos personales, y erradica el uso de "patrones oscuros" manipulativos en las interfaces de plataformas.
La DSA entrará en vigor para la regulación de gigantes tecnológicas con más de 45 millones de usuarios mensuales en la Unión Europea, entre ellas AliExpress, Amazon, la App Store de Apple, Facebook, Google Play, Google Maps, Instagram, TikTok, X (antes Twitter), Bing, el buscador de Google, entre otros.
Pero aunque la DSA marca un precedente significativo en las prácticas de plataformas en línea, el Parlamento Europeo avaló la reglamentación desde julio del año pasado. Desde entonces varias compañías redirigieron sus estrategias para adaptarse a esta nueva reglamentación pues, al no acatarla, podrían recibir multas de hasta el 6% de su facturación global, además de que, si una plataforma tiene una continua negativa de cumplimiento, podría resultar en una suspensión temporal en el territorio de la Unión Europea.
Ante la regulación inminente, las Big Tech han optado por medidas previas, incluso antes de que entrara en vigor la DSA. Tal como informa The Wall Street Journal, Meta, empresa matriz de Facebook, ha asegurado que cuenta con miles de empleados trabajando en el cumplimiento de esta legislación. La empresa también publicó en junio un informe de la manera en la que funciona su algoritmo en Facebook e Instagram, además de que permitirá a los usuarios europeos ver contenido cronológicamente en su herramienta de Reels. Microsoft, por su parte, destinó una importante inversión en la ingeniería de sus servicios para el cumplimiento de la normativa.
Además, Google trabaja en una pantalla de selección para que los usuarios puedan elegir el navegador de sus teléfonos inteligentes, mientras que TikTok trabaja en que su algoritmo sea opcional para los usuarios de la UE, haciendo que desaparezcan opcionalmente los videos basados en intereses personales cuando el algoritmo sea deshabilitado.
Las empresas deberán presentar informes anuales para verificar su conformidad con estos criterios, y tanto las autoridades como investigadores externos tendrán acceso a la estructura de sus algoritmos. Este hito en la regulación podría experimentar una reacción en cadena para los demás países, pues la regulación es una pauta importante para el contenido consumido diariamente por usuarios alrededor del mundo.