Ola inflacionaria desde China por alza de precios de materias primas
Una nueva ola inflacionaria se avecina desde el oriente, donde la industria del gigante asiático despertó con una alta demanda de insumos que no puede cubrir.
Las alarmas se han encendido a nivel mundial, pues el aumento de precios al productor en la República Popular China (RPC) alcanzó 6.8% interanual en abril y podría subir hasta 8.5% en mayo, -su mayor incremento desde 2011- motivado por la reestructura mundial de la producción luego de la pandemia del COVID que azota desde hace un año a la economía global.
La gravedad del incremento se debe a la importancia de China en las cadenas de producción del orbe, pues es el mayor exportador de mercancías en el mundo cuyo valor alcanzó los 2.499 billones de dólares (BD) en 2019 según datos de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Ante el aumento de los costos de producción, los exportadores chinos han decidido canalizar el costo extra de la fabricación de los productos hacia los consumidores en forma de un incremento de precios que en los Estados Unidos alcanzó el 2.1% en abril.
Históricamente, las técnicas productivas de la RPC habían permitido reducir los costos provocando que lo que exportara China fuera deflación, es decir, el efecto contrario de la inflación. Sin embargo, la pandemia dió un giro a la historia.
Si bien China salió de la pandemia desde finales del año pasado, situación por la que luchan decenas de países aún, es ésta recuperación homogénea mundial que ha señalado el Fondo Monetario Internacional (FMI) la que está preparando la espiral inflacionaria que viene.
El gigante asiático fue la única gran economía que creció en 2020 (2.3%), dejando atrás a Estados Unidos (-3.5%) y a Europa (-6.6%), además de superar por amplio margen a las demás economías en desarrollo como Latinoamérica (-7%) y el África subsahariana (-1.9%).
Así, mientras las fábricas del segundo motor económico del mundo comenzaron a exigir un mayor número de materias primas para llenar sus inventarios -cuyo suministro se detuvo con la crisis del COVID- y continuar con la producción, las economías primario exportadoras se encontraban combatiendo el punto más álgido de la pandemia en el invierno de 2020.
De acuerdo al prónostico del Banco Mundial, el comportamiento actual de la recuperación seguirá siendo profundamente homogéneo -lo que podría extender los efectos del choque oferta-demanda- pues mientras en China y Estados Unidos se esperan incrementos de 8.5 y 6.8% en 2021 así como de 5.2 y 5.4% en 2022, respectivamente; en América Latina y el Caribe serán de 5.2% y 2.8% en los mismos periodos.
Las forjas mundiales se encarecen
Los metales son el caso más ilustrativo del choque entre oferta y demanda que está afectando la producción china.
La industria siderúrgica china es la mayor de todo el mundo, que produjo 1,050 millones de toneladas en 2020, diez veces más que India, el segundo productor mundial con una producción anual de tan solo 99 millones de toneladas.
Desde que inició la pandemia el precio del hierro -metal básico para la fabricación de la aleación- ha crecido hasta 146% en comparación con el precio que tenía en abril de 2020, tendencia al alza que no se ha detenido. De manera similar el cobre, un metal de amplio uso en la industria debido a sus propiedades superconductoras, mantiene desde hace más de un año un incremento constante en sus precios que incluso repuntó en marzo pasado producto de la nueva ola de coronavirus que azota a Chile, su principal productor.
En ambos casos, la influencia principal sobre el comportamiento de los precios sigue siendo la pandemia, pues limita la producción primaria mientras los sectores económicos industriales de las economías china y estadounidense pelean por la insuficiente oferta.
Inflación viaja a Norteamérica
La exportación de la inflación china no solo afectará a los Estados Unidos, el principal importador de productos chinos, sino que también llegará a México de manera directa como indirecta.
El país sufrirá el aumento de precios de forma acumulada, pues mientras crecen los costos de importación desde China, los precios ofrecidos por los productores estadounidenses al mercado mexicano -su mayor cliente en todo el mundo- aumentarán también.
Actualmente la inflación en México se encuentra en 5.8%, muy por encima del rango de +/- 3% que persigue el Banco de México (Banxico), lo que ha mantenido la tasa de interés de referencia en 4.0% desde principios de año.
En su último informe trimestral, el banco central destacó el comportamiento de los precios de las materias primas como el primer riesgo inflacionario al alza a considerar durante los próximos meses, además de resaltar que los incrementos podrían acelerarse producto “de una reactivación global más vigorosa, en parte ante los estímulos implementados”.
Ahora los temores sobre el “sobrecalentamiento” de la economía estadounidense ante el megapaquete de estímulos fiscales del presidente Joe Biden podrían acrecentarse conforme la inflación viajera llega a la Unión Americana.
No obstante, el Banco Mundial en su informe Perspectivas de los mercados de productos básicos señala -algo en lo que concuerda Banxico- que los incrementos actuales inflacionarios serán transitorios pues el aumento de los precios de las materias primas se estabilizará en los próximos meses conforme la oferta converja con la demanda existente.