Muerte de empresas y mayor concentración de mercados, limitan consumo y recuperación
La “muerte” de empresas durante la pandemia dejó a los mexicanos con pocas opciones de precios, limitando su consumo y con ello a la economía.
A casi dos años de iniciada la pandemia, el nivel de consumo de los mexicanos se mantiene en nivel similares a los de 2017, al seguir golpeado por los efectos de la pandemia directos e indirectos de la pandemia, como la caída del ingreso derivada de la pérdida del empleo y la calidad de los mismos, pero también por la ola de inflación aparecida en 2021.
El presidente Andrés Manuel López Obrador ha insistido en su conferencia matutina que la inflación que vive el país está originada por factores externos como el aumento de los costos internacionales. Sin embargo nada se ha mencionado del impacto en el alza de los precios por una mayor concentración de mercados luego de la pandemia, fenómeno frente al cual el gobierno federal no ha tomado medidas contundentes para revertirlo.
“Sería muy bienvenido que [desde el Gobierno Federal) impulsaran la competencia. Los monopolios hacen que estas empresas mantengan sus utilidades independientemente del nivel de precios, y cuando estos suben ya no vuelven a bajar porque el monopolista no tiene ningún incentivo para disminuir su precio” dijo en entrevista Adriana García, coordinadora de análisis económico de México ¿Cómo vamos?.
Un ejemplo de ello ha sido el comportamiento de la canasta básica alimenticia. Según informó la Procuraduría Federal de Consumidor, los precios más bajos de la canasta básica, se concentran exclusivamente en las metrópolis de las regiones del país, es decir Guadalajara, Monterrey y la Ciudad de México, caracterizadas por su amplia oferta de negocios.
En contraste, en otros estados, ante la falta de competencia, los precios suelen ser más altos, principalmente en los supermercados, que en ocasiones son los únicos oferentes locales de los productos que buscan los consumidores. Sin embargo, la falta de competencia no se limita a las empresas comerciales y está empeorando.
Según el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, hasta 2019 sólo 50 empresas concentraban el 42% del PIB nacional, sin embargo, los más recientes datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), muestran que la concentración de los mercados aumentó aún más en 2020 al desaparecer 391 mil 414 negocios en tan solo un año debido a la pandemia y a la falta de apoyo gubernamental.
Pero la caída no es lo único grave, sino que hasta diciembre de 2021 las muertes de empresas continuaban siendo más rápidas que los nacimientos, según datos de la Encuesta de Demografía de Negocios (EDN), que señalan que entre la edición 2019 y la 2021, el número de nacimientos registrados fue de un millón 187 mil 170 negocios mientras el de muertes fue de un millón 583 mil 930, casi cuatrocientos mil negocios de diferencia.
Y aunque 2020 fue el año que concentró la mayor brecha entre natalidad y mortalidad, al cierre de 2021 esta diferencia se mantuvo pues nacieron 567 mil 727 negocios y cerraron 573 mil 73.
La dinámica de la demografía de empresas también tuvo importantes diferencias geográficas puesto que fuera del centro del país -la región con las mayores condiciones de competencia- se concentró la mayor proporción de "muertes" de negocios, incluso en metrópolis como Nuevo León.
Concentración continuaría en 2022 ante nulos apoyos
México fue de los países que menores apoyos fiscales dieron a sus empresas durante la pandemia y en el presupuesto 2022 tampoco se contempla.
“El gobierno abandonó el apoyo a las Mypimes. Estamos en un entorno en que se espera que las tasa de interés internacionales suban y con ello también las internas, cada vez va a ser más caro adquirir crédito y en el presupuesto 2022 se eliminaron los dos programas de financiamiento a estas”, dijo García.
El presupuesto federal 2022 dejó fuera a las Tandas para el Bienestar y los Créditos a la Palabra, dos de los programas emblema del gobierno federal que durante 2020 y 2021 otorgaron financiamiento a microempresas que no podían acceder a uno por vías tradicionales, ante las difíciles condiciones de acceso o altos costos de endeudamiento.
El nuevo recorte de recursos al emprendimiento deja en indefensión a quienes quieran abrir su propia empresa en 2022, pues se enfrentarían -sin opciones adicionales- a una tasa de interés interbancaria que -según las estimaciones de la encuesta Citibanamex- alcanzará el 7%, dificultando aún más el acceso a un crédito bancario.
Para la especialista de México ¿Cómo vamos?, las decisiones del gobierno federal están influenciadas por una lectura equivocada de la situación económica del país a 22 meses de iniciada la pandemia y que se ha encargado de intentar volver a una normalidad que todavía no se ha alcanzado ni en la población consumidora ni para las empresas.
“Ahora que estamos en recuperación, un gran pendiente de esta administración es tener una política que visibilice la pandemia, porque lo que vemos en el discurso político es como si la pandemia ya hubiera pasado, que ya todos estamos bien, en las misma condiciones de empleo, el mismo acceso a bienes y servicios y mismas oportunidades educativas cuando esto no es así”, afirmó García.
Al contrario, en lugar de apoyar la recuperación el gobierno se ha concentrado en continuar aumentado los programas sociales universales no focalizados como las pensiones para adultos mayores y la becas Benito Juárez, a pesar de un espacio fiscal reducido y que amenaza con reducirse aún más ante unas pobres expectativas de crecimiento económico.