La contracción de la economía
Es inminente. La economía mexicana cerrará el año con una caída en el último trimestre que no habíamos visto en los últimos tres años, desde el tercer trimestre de 2021. Y es probable que 2025 prolongue esa caída.
Previo a la Navidad, Inegi publicó que la economía cayó -0.7% en octubre respecto de septiembre, profundizando la contracción mensual que se había pronosticado previamente, incluso por el propio instituto de estadistas del país.
Si bien el sector agropecuario registró la mayor caída mensual, la preocupación se concentra en la industria, con una manufactura aletargada, y un sector servicios que da muestras de fatiga con una desaceleración que en octubre ya se tradujo en un crecimiento mensual de cero.
Con las cifras estimadas por el propio Inegi, noviembre no trajo buenas noticias, a pesar de que se esperaba un mejor comportamiento del consumo por la mayor actividad comercial en la temporada de descuentos. Sin embargo, Inegi calculó que el consumo privado, el principal motor del crecimiento económico, se estancó en noviembre mientras que la industria continuó con su atonía, por lo que prevé que la economía en su conjunto solo crecerá 0.1% en el mes.
Con estos datos, y asumiendo que la economía en diciembre se comportará de manera similar a noviembre, la contracción trimestral de la economía parece prácticamente un hecho consumado. Si bien los encuestados por el Banco de México pronostican que será de 0%, esa encuesta no recogió el mal dato de octubre. Así que la contracción trimestral puede estar entre el -0.3% calculado por Citibanamex y el -0.7% de Banco Base.
La contracción económica en el último trimestre del año llevará a un crecimiento anual que, probablemente, se situará en un rango de 1.4% a 1.6%, en línea con los estimados de la mayor parte de los economistas del sector privado, confirmando que la economía ha entrado en un periodo de estancamiento, similar al que se observó en 2019 durante el primer año del gobierno de López Obrador, después que canceló la construcción del aeropuerto en Texcoco enviando un mensaje que alertó a las inversiones privadas, nacionales y extranjeras.
Todos los estimados, excepto los del gobierno, avizoran un crecimiento raquítico para 2025, alrededor del 1% anual, si bien hay algunos que ya ven estancamiento, con un crecimiento cercano a cero. Los factores para pensarlo así abundan: Alta incertidumbre para la inversión privada derivada de las amenazas de Trump y de la implementación de la reforma judicial entre otras, desaceleración de la economía estadounidense y bajo o nulo crecimiento de su manufactura, caída de la inversión pública en México, menor nivel de remesas, continuación de altas tasas con una política monetaria restrictiva en Estados Unidos y México, restricción del gasto público, entre otros.
Así que, es altamente previsible que la contracción del último trimestre se mantenga o, incluso, se profundice en el primer trimestre de 2025 con lo que la economía mexicana iniciará el año con una manifiesta debilidad con muy escasos asideros para contrarrestarla.
Las cifras del último trimestre ya muestran evidencia del alto costo económico de las decisiones políticas tomadas en el último tramo del gobierno de López Obrador y su confirmación por la actual presidenta, en el peor momento con la llegada de Trump a la Casa Blanca. Con el estancamiento o caída, se asoma un primer año de gobierno de Sheinbaum que emularía a 2019, el primero de López Obrador.
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