Mientras OHL ve gran negocio, para aerolíneas operar en Toluca tendrá mayores costos operativos
De todos los actores involucrados en la posible reanimación del Aeropuerto Internacional de Toluca, las aerolíneas son las que menos razones tienen para entusiasmarse.
Con la cancelación del proyecto de un nuevo aeropuerto sobre el Lago de Texcoco, el equipo de trabajo del presidente electo Andrés Manuel López Obrador (AMLO) propuso que el tráfico aéreo que llega al Valle de México se distribuya entre el actual aeropuerto de la Ciudad de México, la Base Aérea Militar No.1 en Santa Lucía y el Aeropuerto Internacional de Toluca (AIT).
Esto representa buenas noticias para el AIT, que ha visto sus terminales y pasillos vaciarse durante la última década. No obstante, para aerolíneas como Volaris y Aeroméxico, que optaron por disminuir sus operaciones en el aeropuerto, podría significar un peso mayor para sus finanzas, de por sí impactadas por factores externos.
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La turbosina –combustible para aviones- será el factor más problemático para las aerolíneas en caso de que tengan que operar con mayor frecuencia en el AIT.
Despegar desde Toluca es particularmente caro, pues su elevación –aproximadamente 400 metros mayor a la de la capital- requiere un mayor esfuerzo por parte de las aeronaves, lo cual se traduce en un mayor gasto de combustible, y más todavía si llevan carga completa, según dijo Heriberto Salazar Eguiluz, presidente del Colegio de Pilotos Aviadores de México, en entrevista con un diario capitalino.
“[La altura en Toluca] restringe mucho la operación de las aeronaves porque deben despegar con menos peso [...] y para las líneas aéreas es inviable viajar al 70% de su capacidad”, dijo Salazar Eguiluz el 16 de octubre de 2018.
El Aeropuerto Internacional de Toluca está prácticamente abandonado (Foto: Cesarchicharo)
La turbosina por sí sola ha sido un dolor de cabeza para las principales aerolíneas del país. Estas citan con frecuencia su precio como un factor de riesgo en la industria y varias la mencionaron como la razón detrás de sus altos gastos operativos al tercer trimestre de 2018.
Tanto Aeroméxico como Volaris sufrieron pérdidas durante el período debido a sus tremendos gastos de operación. Viva Aerobús fue la única que reportó utilidad, pero esta fue menor que la del año previo.
El aumento en sus costos no es de extrañar. En tan solo un año, el precio de la turbosina aumentó 56%, pasando de los 9 mil 550 pesos por metros cúbico en mayo de 2017 a los 14 mil 920 pesos por metro cúbico en el mismo mes de 2018, según cifras de la Cámara Nacional de Aerotransportes.
El factor climatológico se añade a las preocupaciones con las que tendrían que lidiar las aerolíneas que operaran en el AIT.
Según un documento técnico de la Organización de Aviación Civil Internacional, “durante los últimos meses del año es frecuente la aparición de neblina, que condicionan fuertemente la operación durante una media de 40 días al año”.
Esto generaría costos adicionales, pues “obliga a que las compañías aéreas asuman costos adicionales al tener que disponer de tripulaciones habilitadas para operar en ciertas condiciones”, indica la organización en su documento presentado desde 2013.
Este inconveniente fue reconocido por el mismo director del AIT, Alexandro Argudin Le Roy, en una entrevista con un noticiero nacional el 25 de octubre de 2018. Sin embargo, indicó que es algo que puede solucionarse con equipo tecnológico, además de con incentivos para las aerolíneas.
Un aeropuerto vacío
La historia reciente del Aeropuerto Internacional de Toluca es una tragedia lenta y en progreso. Durante su apogeo –en 2008- recibía 4.1 millones de pasajeros diarios y se perfilaba como uno de los aeropuertos más importantes del país, impulsado en buena parte por las operaciones de aerolíneas de bajo costo como Volaris e Interjet, que tuvieron sus comienzos ahí.
No obstante, con la caída de Mexicana de Aviación en 2010, ambas aerolíneas trasladaron una porción importante de sus operaciones al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, aprovechando los huecos dejados por Mexicana.
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El resultado ha sido devastador. Tan solo en el tercer trimestre de 2018, el volumen de sus pasajeros comerciales disminuyó 39% con relación al mismo período del año anterior, y la cantidad de operaciones comerciales bajó 43%, según el reporte de resultados financieros de OHL México, la constructora dueña de la mayor porción del aeropuerto.
Argudin Le Roy ha dicho a la prensa capitalina que las operaciones del AIT solo abarcan 10% de su capacidad, por lo que no extraña que promueva el retorno de las aerolíneas, algo que también ha hecho el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo.
Se espera que el AIT reciba una inversión de 2 mil millones de pesos para su relanzamiento, según dijo el próximo secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, a la prensa el 11 de octubre.
MÁS INFORMACIÓN: Aeropuerto de Toluca, en crisis, Excélsior, 2 de julio de 2012
MÁS INFORMACIÓN: Informe Anual del Consejo, OACI, 2013