Mejora responsabilidad empresarial en México, pero los avances son lentos
Aunque el entorno de responsabilidad empresarial en México ha mejorado, persisten algunos retos e inconsistencias importantes.
El término responsabilidad empresarial, o responsabilidad social corporativa (CSR, por sus siglas en inglés), es definido por la organización ARQ como una forma de “alcanzar la sustentabilidad. Adoptar principios de responsabilidad social clave, como rendición de cuentas y transparencia, puede ayudar a asegurar la viabilidad a largo plazo y el éxito de cualquier organización o sistema”. Frecuentemente incluye también objetivos en materia económica y de medio ambiente.
En términos generales, de acuerdo con estudios realizados por firmas de consultoría, las compañías de México perciben que el nivel de madurez del país en temas sociales, económicos y medioambientales ha mejorado en el transcurso del último par de años. Asimismo, hay cada vez más organizaciones que tienen planes específicos, estructuras internas dedicadas y planes de acción que se alinean con lo que los consumidores buscan de ellas.
Al mismo tiempo, estos mismos reportes sugieren que muchos mexicanos aún piensan que las compañías deberían hacer mucho más de lo que están haciendo ahora en materia de responsabilidad empresarial. No solo eso, sino que algunos de los temas que el público considera prioritarios están realmente en segundo y hasta tercer plano para el promedio de los corporativos. Esto, junto con el relativamente lento desarrollo del ecosistema revela que se deben redoblar esfuerzos para atender los retos pendientes.
Responsabilidad empresarial, avances en 2021
De acuerdo con el reporte Desarrollo Sostenible en México 2021, realizado por la firma KPMG, este último año fue un momento clave de evolución para las compañías del país en materia de responsabilidad empresarial. 26% cree que el desarrollo en temas sociales, económicos y medioambientales es alto, un incremento radical frente al 2% que creían lo mismo en 2018. También el número de empresas que creen que el desarrollo en esta materia es bajo se redujo de 65% a 31% en ese mismo periodo.
En el mismo reporte se presume que hay mejoras sustanciales en la forma que las empresas abordan este tema. Ya casi la mitad de las empresas encuestadas por KPMG tienen áreas específicas para la gestión y reporte de temas de ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ASG), mientras seis de cada 10 incluyen estos temas en las agendas de los Consejos de Administración como parte de la definición de la planeación estratégica.
También parece haber una coincidencia importante entre los temas de responsabilidad empresarial que persiguen las compañías en México y lo que los consumidores creen que debería atenderse con especial atención. En el mismo reporte de KPMG se revela que el 39% de las compañías encuestadas tiene bien identificados y medidos indicadores en temas ambientales. Por el contrario, solo 24% dijo lo mismo en indicadores para temas sociales y 33% lo afirmó sobre gobierno corporativo.
Y de acuerdo con el Informe de Responsabilidad Social Corporativa en América Latina de la firma de Relaciones Públicas (RH) Sherlock Communications, 71% de los mexicanos encuestados están de acuerdo que las empresas del país deben “producir y vender productos de manera que no dañen el medio ambiente”, la acción más popular entre varias opciones en materia social, económica, medioambiental y de gobernanza.
Asimismo, el reporte de KPMG demuestra que se han presentado avances extraordinarios en lo que respecta a diálogo entre las empresas de México y los grupos de interés. Este último concepto se refiere a los agentes externos a la corporación que se ven afectados o impactados por las acciones de la compañía en sus esfuerzos de responsabilidad empresarial.
De acuerdo con un estudio de la firma ResponSable en 2019, no solo 8.7% de las empresas encuestadas no tenía claro qué significaba el concepto “grupos de interés”. Además, solo 15.4% de las compañías dijo que tenía un diálogo constante con estos agentes para definir sus acciones de responsabilidad empresarial.
Hoy, de acuerdo con KPMG, solo 17% de las compañías dijo que no tenía algún tipo de diálogo con estos grupos de interés. Y si bien la mayor parte de la comunicación que sí ocurre aún es unidireccional o es solamente de diálogo, 27% tiene mecanismos robustos de retroalimentación para guiar sus políticas hacia el futuro.
Cambios a medias
Estos reportes también sugieren que quedan muchos desafíos pendientes en materia de responsabilidad empresarial en México. De acuerdo con el estudio de Sherlock Communications, el 95% de los mexicanos encuestados están de acuerdo que las empresas deberían hacer e invertir más para atender proyectos sociales y ambientales.
Esto podría responder a la forma en la que las empresas destinan recursos a este tipo de temas. De acuerdo con KPMG, apenas 48% de las compañías cuentan con un presupuesto específico para la responsabilidad empresarial. Si bien es un aumento (modesto) respecto al 41% registrado en 2018, para el 56% de las organizaciones los fondos equivalen a menos del 1% de sus ventas.
También parecería que la atención que reciben los temas de responsabilidad empresarial surge más de un instinto de supervivencia que de una obligación moral o ética.
KPMG reporta que, entre los peligros a mediano y largo plazo para la operación, el 20% las empresas encuestadas identificó como un desafío la “pérdida de mercado debido a temas sociales o ambientales”. Otro 14% identificó “eventos naturales que impacten los activos físicos y reduzcan o desaparezcan la capacidad de producción”. Solo 14% citó directamente la “incapacidad de la cadena de valor para lograr objetivos ASG” como un desafío tangible.
Lo anterior podría explicar por qué las empresas en México ponen tanta atención a las acciones en pro del medio ambiente y no parecen mencionar temas como pagar a las personas de manera justa y asegurarse de que tengan una buena vida (una prioridad de responsabilidad empresarial para el 52% de los encuestados mexicanos, según Sherlock Communications) o patrocinar eventos comunitarios (crucial para el 36% de los mexicanos).
Más importante aún, se tienen avances muy lentos en la forma que las empresas evalúan sus propias iniciativas de responsabilidad empresarial. De acuerdo con KPMG, para 2018 el 92% de las compañías apuntaban que no habían sido evaluadas por un grupo externo o no tenían conocimiento de haber recibido alguna evaluación de este tipo. Para 2021, 72% seguían dentro de alguna de estas categorías.