Las presiones a las finanzas públicas obligarán a cambiar el marco tributario: Alejandro Werner
En algo están de acuerdo la mayor parte de los analistas y formuladores de políticas públicas: El virus, denominado Covid-19, marcará el rumbo inmediato de la economía. Alejandro Werner asiente. “El principal determinante de la evolución de la economía en los siguientes doce meses, será la evolución de la pandemia”, dice el director del departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional.
Y es que la preocupación reciente de los economistas gira en torno a cómo una mayor expansión de las tasas de contagio en los países de América Latina, o un rebrote en Asia, Europa, o en algunos estados de la Unión Americana, van a afectar -aún más- las economías y su potencial recuperación de cara al segundo semestre del año.
La discusión se ha amplificado en Estados Unidos y los mercados accionarios se expresaron en ese sentido el jueves pasado con una fuerte caída. “Una economía de Estados Unidos que va a tardar varios años en regresar al nivel de pleno empleo, va a tener un efecto negativo sobre la economía mexicana”, afirma Werner.
Si bien espera en 2021 un crecimiento dinámico en Estados Unidos que ayudará a la economía mexicana, “también seguiremos viendo los impactos importantes de la incertidumbre y de la falta de confianza sobre el proceso de inversión en México”, prevé el economista mexicano desde Washington, entrevistado a través de una video llamada.
En las últimas semanas funcionarios del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador han expresado su confianza en que la entrada en vigor del renovado tratado de libre comercio entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) será un factor de arrastre para la economía mexicana. Así lo dijo el secretario de Hacienda en un mensaje transmitido por video a inicios de este mes. También el subgobernador del Banco de México, Gerardo Esquivel, lo apuntó en una entrevista con Arena Pública.
Pero para el experimentado economista, si bien México verá beneficios del T-MEC, como también del fenómeno post pandemia de la reubicación de plantas que privilegiará la cercanía geográfica y geo política, “esos son procesos de muy largo plazo y que, además, no van a tener una urgencia de implementarse”. Y ejemplifica con el caso de la industria automotriz. “¿Crees que el sector automotriz va a tener una urgencia de aumentar capacidad en el 2021? La demanda por automóviles probablemente se recupere, pero va a seguir muy por debajo de la demanda implícita en los planes de inversión que se llevaron a cabo en 2018, 2019 y principios de 2020”.
De acuerdo al funcionario del FMI, hay otro factor a considerar en las expectativas sobre la recuperación. Los choques que está sufriendo la economía mexicana y una recuperación económica menos vigorosa que la esperada para Estados Unidos, no solo tienen que ver con la pandemia, con la falta de confianza y con la incertidumbre que afectará la inversión de las empresas y el consumo de las familias; sino también con la “respuesta de política económica a la pandemia”, afirma Werner. “La falta de respuesta de políticas públicas va a limitar la velocidad de recuperación” a contrapelo de lo que han hecho otros países con políticas fiscales más agresivas, dice el doctor en economía por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y quien ocupa su actual cargo en el FMI desde enero de 2013.
“México podría haber hecho más”
Para Werner, y su equipo de analistas en el Fondo, México es de los países que tienen espacio fiscal y acceso a los mercados financieros para plantarle cara a la crisis y a la recuperación. “Sí creemos que México podría haber hecho una respuesta de política más agresiva que limite la recesión en 2020 y ponga al país en una mejor posición de recuperarse en 2021”, dice Werner, coincidiendo con el subgobernador Gerardo Esquivel en que algunos países podrían entrar en problemas de deuda porque “tal vez aplicaron un estimulo fiscal muy fuerte”.
Y da crédito al gobierno mexicano. “El aspecto favorable de lo que está haciendo México, …es que las preocupaciones sobre la sostenibilidad de la deuda, sobre la capacidad de pago de la deuda del gobierno federal, van a ser menores al haber implementado una respuesta fiscal menos agresiva”, señala.
Y es que la situación fiscal del país no es precisamente boyante –como ya lo han mostrado diversos análisis recientes- para enfrentar programas muy agresivos de ayudas.
De allí que su propuesta para México, dada su actual situación fiscal, es coincidente a la que plantea el también economista mexicano Santiago Levy: Una política de gasto más agresivo en el presente, de apoyo a las familias y empresas; y una compensación de ajuste fiscal en el futuro – “de ahorro en el gasto público, de algunos impuestos nuevos, de mayor eficiencia en los impuestos”- hacia el 2022. “Nos hubiese dado las dos palancas necesarias para transitar por este ciclo con menores impactos negativos sobre la economía”, explica Werner.
En la medida que ciertas empresas tengan daño permanente por el choque de la pandemia, va a ser muy difícil que reaccionen rápidamente a un incremento en la demanda agregada cuando ésta se empiece a materializar
Y a esa fórmula, quien fuera subsecretario de Hacienda (2006-10) y director de Estudios Económicos en el Banco de México (1999-2003), añade el alivio que el banco central puede dar a las familias y empresas endeudaas, al reducir aún más sus tasas de interés.
“Si bien el rol de la política monetaria en amortiguar el ciclo económico en México es menor que en otros países, todavía hay más espacio. El Banco de México lo va a seguir utilizando, pero lo podría haber utilizado de manera más agresiva. Todavía hay espacio por el lado de la política monetaria para dar algo más de alivio tanto a las familias como a las empresas que tienen deudas vinculadas a las tasas de interés de corto plazo y que también van a permitir, en épocas de post pandemia, una recuperación del crédito un poco más dinámica”, dice Werner quien fuera considerado por los analistas como un fuerte candidato a gobernador del Banco de México durante el gobierno de Enrique Peña Nieto.
Ajuste fiscal y acceso a los mercados
Werner nació en Argentina y tiene la nacionalidad mexicana, así que su gusto por el fútbol sale a relucir durante la entrevista. Para él, la economía mexicana es como un futbolista cuyos mejores años ya quedaron atrás y para volver a las grandes ligas, tendrá que entrenar mucho más. “Sigue siendo un país que se le reconoce un marco fiscal muy sólido, cumplimiento con las metas fiscales, pero ya se le ve con unos kilos de más, entonces está complicado. Se va a necesitar un refuerzo en el marco fiscal”, advierte Werner.
Para los analistas del FMI la carga tributaria en México es relativamente baja, pero “esta opinión se vuelve todavía más relevante después de la recesión más grande de la historia de México, porque el gasto no se va a ajustar y el nivel de ingresos va a empezar de una base mucho más baja”, explica.
"En un entorno de bajos precios del petróleo, de bajo crecimiento económico, y de necesidades fiscales importantes –tanto por el lado de pensiones, de salud, pero también para desarrollar los proyectos energéticos que se quieren implementar- va a generar una presión en finanzas públicas que difícilmente se puede contener sin una revisión al marco tributario de México", dice el alto funcionario del FMI.
"Si no, va a ser muy difícil que México pueda mantener el nivel de acceso a los mercados de capitales con los bajos costos que ha tenido en el pasado", lanza en la entrevista. "Dado los niveles de recaudación que el país necesita creemos que va ser necesario, no solo el incremento en la eficiencia recaudatoria, pero (también) –insiste Werner- la modificación del marco tributario".
Alejandro Werner recuerda que en las reuniones que han sostenido los equipos del FMI con las autoridades mexicanas han hablado sobre estos asuntos y las opciones que existen. Los funcionarios de Hacienda han apostado a la eficiencia recaudatoria para alcanzar los ingresos que se requieren, ante la negativa pública del presidente López Obrador de aplicar nuevos impuestos.
Sin embargo, los equipos de analistas del FMI que cubren la economía mexicana han insistido en que además de los incrementos de eficiencia recaudatoria, será necesario modificar el marco tributario. “Va a ser una discusión que va a continuar. Es válido”, dijo Werner.
¿Y la línea de crédito del FMI?
En noviembre del año pasado, cuando el demonio de la pandemia aún no irrumpía en la escena global, el FMI le renovó a México, por dos años más, una línea de crédito flexible por 62 mil millones de dólares. Una especie de multimillonario seguro financiero para el país. Una "red de protección", como dice el propio Werner. Pero las preguntas sobre el futuro inmediato de esa aprobación saltan a raíz del drástico cambio de panorama que se cierne sobre México.
"En su momento tendremos que hacer esa revisión y nuestro Consejo Directivo tomará una decisión", responde Werner. "Como todo organismo de crédito será muy importante ver cómo evoluciona la economía mexicana en los próximos meses, cómo sale después del pico de esta crisis del Covid y hacer el análisis de salud macroeconómica cuando tengamos más claro el panorama macro que indujo este choque de la pandemia"
Y trae a revisión los fundamentales de la economía mexicana. "Este año, además, el país tuvo acceso a las líneas de swap de la Reserva Federal, entonces México ha hecho muy bien su trabajo en armar una red de protección financiera importante que descansa en los fundamentos de un banco central autónomo, unos objetivos de inflación, un tipo de cambio flexible, una política de deuda pública muy buena y estos elementos de red de seguridad financiera. Y eso ha sido una característica de las autoridades mexicanas en los últimos 15 años, que se ha mantenido", dice el funcionario del FMI.
Y matiza: "Hay elementos de preocupación, y hay otros de fortaleza en la economía mexicana que considerar", concluye Werner.