Repunta el comercio en el país, pese a un inflación histórica
El sector comercial mexicano despertó de su rezago de 2021 y se colocó en este año como el sector más dinámico de la economía, incluso de cara a la carrera contra la inflación.
A casi tres años de sufrir una de sus caídas más brutales de toda su historia, las empresas comerciales del país han logrado no sólo recuperarse, sino alcanzar cifras nunca antes vistas en medio un fuerte contexto inflacionario global que hacía difícil una inesperada bonanza para el sector.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) para el mes de octubre los ingresos de las empresas comerciales minoristas superaron en 2.3 % su nivel prepandémico, mientras que en el caso de las empresas mayorista, el incremento fue aún mayor, al colocarse 8.82% por encima de febrero de 2020.
La Encuesta Mensual de Empresas Comerciales #EMEC arrojó buenos datos para las ventas al menudeo y al mayoreo en octubre 2022; esta evolución, de alguna manera, había sido anticipada por el Indicador Oportuno del Consumo Privado #IOCP recién publicado (15 de diciembre).
— Julio A. Santaella (@SantaellaJulio) December 20, 2022
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Mes con mes el indicador de minoristas ha continuado creciendo prácticamente sin caídas, solo con contadas excepciones como las de septiembre, que fueron seguidas por un rebote que llevó a su mayor expansión mensual desde febrero, incluso cuando solo avanzaron 10, de 22 categorías, una menos que en septiembre.
Si bien en términos absolutos, el Índice de ingresos señala que el comercio mayorista está muy por debajo de los minoristas, este sector del comercio destaca porque, al contrario de la mayoría de los sectores económicos, se vió “beneficiado” con la pandemia.
Después de que en 2018 iniciara una tendencia bajista que redujo (-)7.0% el nivel de ingresos del sector hacia febrero de 2020, la pandemia fue un punto de inflexión que, luego del desplome inicial, revirtió la tendencia negativa hacia un crecimiento sostenido que, si bien se moderó en abril de 2022, se ha mantenido por encima de su pico alcanzado en octubre de 2018.
Más ventas pese a precios más altos
El comportamiento positivo de los ingresos de ambos sectores sorprende debido al complicado panorama que se vive en el país, con una combinación de precios con alzas a su ritmo más alto en más de 20 años, mientras que la mayoría de los salarios no lo han hecho así.
“Pese a la reducción en los tiempos de recepción y entrega de diversas mercancías de importación, los precios de estos bienes continuaron elevados en los mercados internacionales, lo que terminó reflejándose en mayores precios en el mercado nacional y en un estancamiento en el valor de sus ventas”, informó el banco central en su Reporte sobre Economías Regionales.
Según comentaron directivos empresariales del sector a los investigadores del Banco de México, en todas las regiones del país el incremento sostenido en los precios de los alimentos ha afectado las ventas, al verse reducido el poder de compra de los hogares. Y es que el comercio de alimentos es uno de los de mayor peso según el Inegi. La rama de abarrotes, alimentos, bebidas, hielo y tabaco representan el 36.3% de las ventas totales, y es la mayor entre las empresas comerciales al por mayor.
No obstante, la necesidad derrota a la adversidad, y con la reapertura económica alcanzado casi por completo en el segundo trimestre de 2022, la necesidad de movilidad, del regreso a clases presenciales, a las oficinas y en general a la vida antes de la pandemia, potenció la venta de varios bienes entre los que destacaron insumos escolares y de oficina; alimentos y bebidas; artículos para el hogar, y autos nuevos y usados, gasolinas y refacciones.
Al interior de las ventas minoristas, las ramas que presentan una mayor diferencia respecto a su máximo previo en octubre son
— Janneth Quiroz Zamora (@Janneth_QuirozZ) December 20, 2022
Artículos de papelería, libros, revistas y periódicos
Abarrotes y alimentos
Mobiliario, equipo y accesorios de cómputo, teléfonos y otros aparatos pic.twitter.com/5hdo1drHqK
El regreso a las actividades presenciales fue indispensable para que el sector comercial lograra la bonanza que hoy vive, pues si bien la pandemia impulsó los esquemas de comercio en línea, la venta directa en el establecimiento no dejó de ser la vía más empleada por las empresas comerciales, alcanzando el aplastante 82.3 % entre las minoristas y el más equilibrado 55% entre las mayoristas.
“Adicionalmente, destacaron el impulso a la actividad derivado de un número creciente de eventos sociales, congresos y ferias [y] el crecimiento de la actividad turística, principalmente en destinos de playa, favoreció la demanda de artículos de limpieza, blancos, mobiliario y alimentos frescos y preparados” añade el Reporte de Banxico.
"Hay sectores que muestran recuperación completa [...] combustibles, aceites y grasas (+5.24% anual), partes y refacciones para vehículos (+3.31%), tiendas de autoservicio (+3.70%), ventas a través de internet (+12.52%), tiendas departamentales (+4.45%), artículos de esparcimiento (+11.54%). No obstante, resulta preocupante que las ventas de todos estos sectores registraron caídas en octubre, lo que puede estar asociado a la cautela de los consumidores por las expectativas de desaceleración económica en 2023", advirtió Banco Base en un nota informativa.
Normalización manufacturera apoyó las ventas
El dinamismo mostrado por el comercio en México ha provocado que comience a relevar al poderoso sector manufacturero como el más dinámico de la economía, luego de que éste último fungiera durante la recuperación como el motor económico del país.
En los últimos meses, el Indicador Mensual de la Actividad Industrial ha reportado que la actividad manufacturera se ha debilitado conforme la demanda externa se estabiliza, sin embargo, la mejoría en las cadenas de suministro de insumos industriales ha mejorado considerablemente el desempeño de las mismas, comentaron directivos a los investigadores de Banxico.
Esto ha permitido no solo responder mejor al mercado externo sino también al interno, que ha mostrado un importante crecimiento en su demanda según reporta el Indicador Mensual de Consumo Privado en el Mercado Interior.
En el mes de noviembre, el buen desempeño “destacó en el rebote en autos, posiblemente por menores obstrucciones en la producción; también crecieron artículos para el cuidado de la salud, calzado, y muebles. Entre los que más cayeron, resaltaron motocicletas, bebidas, hielo y tabaco, y artículos recreativos”, puntualizó el banco BX+ en una nota informativa.
El caso de la comercialización de automóviles, que aún se mantiene en cifras por debajo de la prepandemia pero mucho mejores que el año pasado, ha beneficiado especialmente al comercio al por menor, pues la mayor contribución a los ingresos del sector en general, correspondió al comercio de vehículos de motor, refacciones, combustibles y lubricantes, con 34.4%.
A nivel anual, en los comercios minoristas, también han destacado otros productos manufacturados, y aunque no necesariamente son de origen nacional, productos textiles, bisutería, accesorios de vestir y calzado -comunmente de manufactura asiática- se han visto beneficiados gracias a la reactivación y normalización de las cadenas logísticas transoceánicas, con lo que alcanzaron un incremento de 9.4%, el segundo mayor.
¿Más ingresos pero menos empleados?
Aún cuando tanto el comercio minorista como el mayorista se encuentran gozando de su mayor bonanza de ingresos en años, esta buena situación para el comercio minorista y mayorista, no se ha reflejado en mayores empleos ni mejores remuneraciones en ambos subsectores, en comparación con lo que ocurre en los empleos del sector manufacturero.
Según los Indicadores de Empresa Comerciales, mientras las empresas mayoristas recuperaron su fuerte tendencia ascendente previa al desplome pandémico tanto en personal ocupado como en remuneraciones medias reales, en las minoristas -que incluso aumentaron más sus ingresos- estos dos indicadores han ido a la baja.
En el caso de las mayoristas, la diferencia de personal entre octubre de 2022 y marzo de 2020 es de un modesto pero positivo 1%, mientras que en las minoristas es de una fuerte caída de (-)5.2%, que sigue cayendo desde que alcanzó un pico en marzo de 2021.
La principal razón razón detrás de la caída del empleo en las ventas minoristas podría estar relacionada con la reforma a la subcontratación ya que, según se advierte en los indicadores, mientras que el personal dependiente ha crecido 2.4%, el suministrado por otra razón social ha caído en (-)37.8%, algo que también se observa -aunque con menor intensidad- en el sector mayoristas con (-)21.3%. Esto significaría que los trabajadores de los minoristas estarían realizando labores más intensas por los mismos salarios, pues en medio de la reactivación las remuneraciones tampoco han sido mejores.
Mientras que en el comercio al por mayor, los salarios prácticamente no cayeron en la pandemia y se han incrementado en 3.5%, en las ventas al por menor -las que más dependen de la venta cara a cara- las remuneraciones se han mantenido prácticamente sin cambios.