México, la única gran economía de AL que en 2023 no superará su caída
El panorama económico mexicano continúa oscureciéndose para el próximo año pese a que los riesgos de recesión son bajos.
En su último reporte Perspectivas Económicas Globales, el Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó sus estimados para la economía mexicana a 2.1% para 2022, 0.3 puntos porcentuales menos a su pronóstico de julio y con lo que volvió a acercarse al pronóstico de principios de año de 2.0%.
Para 2023 la previsión se mantuvo sin cambio en 1.2%, el pronóstico de crecimiento más débil entre los organismos internacionales que, con frecuencia, proyectan estimados de crecimientos considerablemente más optimistas que el sector privado.
Con esto, México sería la única gran economía de América Latina con un Producto Interno Bruto (PIB) real menor al registrado en 2019, destacó en su cuenta de Twitter Alonso Cervera, economista en Jefe para América Latina de Credit Suisse.
Estos son los países latinoamericanos y caribeños para los que el FMI estima un PIB real menor en 2023 que en 2019:
Antigua, Bahamas, Dominica, Granada, Haití, Jamaica, México, St. Kitts & Nevis, Santa Lucia, Surinam y Trinidad y Tobago.
Fuente: FMI— Alonso Cervera (@A_Cervera) October 11, 2022
Cervera añade que "para los otros 21 países, el FMI estima que el PIB real en 2023 será en promedio 7.3% mayor al del 2019 (pre-pandemia). Mediana de 6.0%". En ese grupo de 21 economías latinoamericanas que superarían su nivel prepandemia se encuentran Brasil, Argentina, Chile, Colombia y Perú; estos tres últimos socios de México en la Alianza del Pacífico.
El reporte del FMI liga el nuevo recorte de crecimiento de la economía mexicana a la desaceleración de Estados Unidos, su mayor socio comercial, cuyo pronóstico de crecimiento para 2022 y 2023 fue recortado a 1.6% y 1.0%, respectivamente, desde las proyecciones previas de 3.3% y 2.4%.
“Estimamos que el crecimiento en la región se desacelerará en los últimos meses de 2022 y en 2023 conforme el crecimiento de los países socios se debilita, las condiciones financieras se endurecen y baja el precio de las materias primas” señala el informe del organismo.
Si bien la desaceleración de la región será generalizada –creciendo solo 1.7% en 2023-, el caso mexicano será particularmente afectado por su estrecha relación con la economía de su vecino del norte, tanto en el plano de su industria de exportación, así como en el mercado petrolero, donde el precio del barril ha caído alrededor de 30 dólares en los últimos cinco meses.
Sin embargo, las condiciones estructurales de la economía mexicana también son uno de los factores más fuertes que limitarán su crecimiento económico, en especial la baja inversión histórica en el país y que se ha reducido incluso más en los últimos años.
“En términos históricos, la inversión fija bruta promedió 21.8% como proporción del PIB durante 2004-2019, aunque superamos el 23% en 2008; estos niveles son relativamente reducidos cuando los comparamos con economías de rápido crecimiento, con tasas arriba de 30%”. explicó en un hilo de Twitter, Julio Santaella, expresidente del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Una de las causas del bajo crecimiento de la economía mexicana es que tenemos una reducida tasa de inversión; es decir, no acumulamos suficiente capital como para impulsar con vigor la capacidad productiva del país.
— Julio A. Santaella (@SantaellaJulio) October 11, 2022
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La tasa de inversión cayó hasta un mínimo histórico de 18.9% en 2020, el primer año de la pandemia y si bien en 2021 se recuperó ligeramente hasta alcanzar 20.2%, se mantuvo por debajo de su promedio histórico de los últimos veinte años.
Según el Indicador Mensual de Inversión Fija Bruta –la herramienta estadística para conocer el crecimiento de las inversiones físicas en el país- en 2018 la inversión comenzó una tendencia decreciente que acabó por desplomarse con la crisis económica por el coronavirus.
Si bien la inversión se ha recuperado, incluso superando a los años anteriores a 2018, ésta tendencia no ha sido suficiente para recuperar las tasas de crecimiento mensuales previas. Durante los últimos cinco meses el indicador ha dado señales de estancamiento.
“En suma, pienso que mientras la economía mexicana no alcance tasas de inversión fija bruta más cercanas al 25% del PIB, será difícil acrecentar su crecimiento potencial por arriba del 2% anual” concluyó Santaella.
Si se materializan las proyecciones del FMI sobre México, se tendrá un crecimiento del PIB en todo el sexenio de 1.34%, equivalente a un crecimiento promedio por año de 0.22%. pic.twitter.com/t2cKviDdI6
— Gabriela Siller Pagaza (@GabySillerP) October 11, 2022
Pese a todo, México está preparado
Aún con un panorama internacional e interno sombrío, el FMI reconoció que México está preparado para navegar la “turbulencia” próxima.
Luego de que una comitiva expertos del FMI visitara al país para la realización del reporte anual sobre las condiciones económicas y financieras del mismo –un procedimiento realizado para todos los países miembros- las primeras conclusiones del reporte que se publicará en noviembre, señalaron que México está bien posicionado para enfrentar las recesiones que podrían avecinarse.
Aun así, señalaron que mientras los riesgos sobre el pronóstico de crecimiento son a la baja, los de la inflación son al alza. Los expertos del Fondo destacaron que la estrategia de subsidio a los combustibles en el país resultó favorable al permitir una reducción de la inflación de hasta 2 puntos porcentuales.
No obstante, destacaron que la medida emergente no ha sido nada barata, pues ha costado hasta 1.4 puntos porcentuales del PIB, además de haber beneficiado a los hogares de mayores ingresos en lugar de los más pobres.