La economía crecería en 2023 más de lo pronosticado
Los economistas elevaron a 1.6% su pronóstico para el crecimiento económico de México en este año, el mayor nivel previsto en más de 8 meses, desde agosto de 2022. Sin embargo, este pronóstico aún podría elevarse en las próximas semanas ante la resiliencia mostrada por la economía.
La encuesta que realiza Citibanamex entre 32 grupos de análisis del sector privado y que publicó este jueves 20 dio cuenta de la gran dispersión que existe en los pronósticos de los expertos, que va de un mínimo de 0.8% a un máximo de 2.3%, y que revela la incertidumbre que campea sobre el derrotero de la economía.
Sin embargo, los datos que han surgido en los primeros tres meses del año son mejores a los esperados, lo mismo que ha ocurrido en Estados Unidos, obligando a los analistas a revisar al alza sus expectativas y retrasar la prevista recesión, desde el tercer trimestre esperado, hacia el final del año.
Carlos Ramírez, expresidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), escribió en un tuit horas antes de darse a conocer la encuesta de Citibanamex, que "el crecimiento de 2023 va a ser bastante mejor a lo anticipado al inicio del año. Se han tardado las revisiones".
Ramírez fundamentaba su previsión sobre el crecimiento económico basado en la fuerte expansión de la masa salarial. Entre noviembre de 2018 y febrero de este año, la masa salarial creció 17.7% en términos reales, mientras que la masa salarial real de los trabajadores afiliados al Seguro Social (IMSS) -que sumaron 21 millones 796 mil 280 al 31 de marzo- se incrementó 7.2% en términos reales anuales en el primer trimestre de 2023. La masa salarial es la suma de las remuneraciones por salarios recibidas por el total de los trabajadores, que tiene un importante impacto en el consumo interno.
Si bien las ventas al menudeo, que habían crecido un sólido 1.7% en enero a tasa mensual, se redujeron ligeramente (-)0.3% en febrero según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), su tendencia de mediano plazo al alza se sostiene.
El Indicador de Consumo Big Data que elabora el BBVA Research mostró para marzo un incremento de 0.7% mensual real ajustado por estacionalidad. Este indicador que construye el BBVA con datos propios, anticipa el comportamiento de los indicadores de consumo de INEGI, por lo que confirma la tendencia alcista del consumo durante el primer trimestre.
"El comportamiento del gasto se vio impulsado por el crecimiento de 2.6% en el segmento de servicios (ubicándose en un nivel 11% por arriba del registrado en dic-22), mientras que el consumo de bienes creció 0.2%, tras la contracción registrada el mes previo... Anticipamos que la evolución favorable del consumo privado se prolongará en 2T23, en un entorno de ganancias en el ingreso real, empleo formal y dinamismo de las remesas", dice el reporte del BBVA.
A la fortaleza del consumo interno derivada del crecimiento de la masa salarial, se añade la trayectoria alcista, aunque a un menor ritmo, de las remesas que envian los trabajadores mexicanos desde Estados Unidos a sus familiares en México. A febrero, las remesas crecieron a una tasa anual de 11.8%, alcanzando la cifra de 8 mil 755 millones de dólares en los primeros dos meses del año, un monto que casi duplica los ingresos por la llegada de turistas internacionales al país.
Entrevistado, Carlos Ramírez agregó que su vaticinio sobre un mejor comportamiento de la economía a lo previsto por los analistas también responde, además de la expansión de la masa salarial y del consumo interno, a una "inversión que está gradualmente recuperándose luego de cuatro años de paralizada. Más lenta, pero creo que también va a apoyar (el crecimiento)", dijo. Un factor adicional a tomar en cuenta son las exportaciones. "Empiezan a mostrar cierta moderación, pero lejos de un colapso súbito", prevé Ramírez.
Si bien la inversión disminuyó ligeramente (-)0.3% en enero, a tasa mensual real y con cifras desestacionalizadas, después de tres meses consecutivos de alza, ésta ha mantenido una tendencia alcista con un crecimiento de 7.1% en términos anuales, destacando el fuerte crecimiento de 17.7% anual en los gastos realizados en maquinaria y equipo, principalmente en equipo de transporte. La inversión aún está lejos del nivel alcanzado a mediados de 2018, pero ya registra sus mejores niveles desde el primer semestre de 2019.
"Así que, si bien no será un crecimiento espectacular, se ve bastante mejor a lo que la mayoría de los analistas veían al inicio de año", concluye el expresidente de Consar y consultor económico en Integralia.
Sin embargo, la polémica sobre el crecimiento esperado continúa como lo muestra la dispersión de los resultados de la encuesta de Citibanamex. Los economistas del banco español BBVA mantienen una previsión de 1.4% para el año debido a un débil sector manufacturero -que pesa 16.5% del PIB- y que solo crecerá 0.4%, mientras que los servicios y el comercio serán los "salvadores" de la economía en el año, según el mayor banco del país. La Comisión Económica para América Latina (CEPAL) también prevé un crecimiento similar, de 1.5% para el año.
La secretaría de Hacienda ha insistido en que el crecimiento económico será de 3.0% en el año, basado en la fortaleza del mercado interno, en la llegada de inversiones derivadas de la relocalización de plantas asiáticas hacia México, y de un 'suave aterrizaje de la economía estadounidense; pero, prácticamente, nadie en el sector privado le ha seguido a ese nivel. Ni siquiera lo ha hecho el Banco de México (Banxico) que espera un crecimiento puntual de 1.6%. Entre los bancos de inversión los más optimistas sobre el desempeño de la economía mexicana están el brasileño XP Investments que espera 2.3%, mientras que JP Morgan prevé 2.2% y el mexicano Banorte, 2.0%.
Las cifras publicadas hasta ahora han confirmado que en el arranque del año los motores internos lucen mejor a lo previsto. Durante la próxima semana se conocerán datos importantes que revelarán el estado de la economía mexicana y sus perspectivas inmediatas: El dato a febrero del comportamiento de la economía (IGAE), la balanza comercial a marzo, y -el próximo viernes- la estimación del PIB al primer trimestre. En EU, se dará a conocer la confianza del consumidor (abril), la venta de casas nuevas (marzo), los pedidos de bienes duraderos (marzo), y el crecimiento de la economía al primer trimestre.
Los ojos de los analistas estarán puestos en la trayectoria que siga la demanda estadounidense para determinar el ritmo de la desaceleración económica mexicana para el segundo trimestre y, particularmente, en la segunda mitad del año.