Banxico sube tasa de referencia y suma 26 meses de alzas buscando contener la inflación
Banco de México no decepcionó a los inversionistas.
Y subió la tasa de interés de referencia un cuarto de punto porcentual, pasando de 7.25% a 7.50% en cuestión de dos meses, motivando aun más a los compradores de bonos de gobierno a mantener su dinero invertido en el país.
A la par hubo otro grupo al que la institución le dio la razón: los analistas.
Grupos financieros como CitiBanamex y Bank of America Merrill Lynch pronosticaron exactamente que serían 25 puntos base los que se sumarían a la tasa de referencia.
Estos niveles no se habían visto desde enero de 2009 cuando el cambio en la tasa de referencia comenzaba a bajar tras un máximo de 8.25% durante los cinco meses anteriores, resultado de la estrategia de Banco de México para superar los efectos de la crisis financiera del 2008.
Actualmente los motivos que destaca el banco central mexicano para continuar con el incremento de la tasa de referencia iniciado en diciembre de 2015 se centran en la contención del incremento en la inflación general y su disminución para alcanzar su meta de 3% con un rango de más menos un punto porcentual.
Sin embargo, también son una respuesta a los incrementos de la tasa por parte del Sistema de la Reserva Federal en Estados Unidos (FED por sus siglas en inglés), que si bien este 31 de enero decidió no aumentarla, se prevé que bajo el mando de Jerome Powell se incrementen al menos tres veces este 2018 según declaraciones del presidente del banco de la Reserva General de Dallas Robert Kaplan.
Antes los motivos para subir la tasa de referencia eran diferentes
En diciembre 2015, después de casi 17 meses de mantener una tasa de referencia del 3%, Banco de México decidió elevarla 25 puntos base debido a un aumento del mismo nivel en la FED de Estados Unidos que, según las explicaciones de Banxico, podría generar una depreciación en el peso.
En ese año esperaban que la inflación cerrara en 2% por lo que no era parte importante de sus preocupaciones, sin embargo, con el paso del tiempo los motivos se fueron acumulando y el aumento de la inflación comenzó a generar serias preocupaciones en la institución.
Tras una reunión extraordinaria el 17 de febrero de 2016, Banxico decidió llevar la tasa de 3.25% a 3.75% debido al brusco descenso en los precios del petróleo, lo que afectó las finanzas públicas y la cuenta corriente, según lo descrito en su comunicado.
Posteriormente Banxico aumentó la tasa de interés cuatro veces durante el resto del año, en cada ocasión 50 puntos base. Para diciembre 2016 la tasa había pasado de ubicarse en 3.75% a 5.75%.
Paralelamente la inflación acumulada pasó de 2.87% al término de febrero a cerrar el año en 3.33% según datos de Inegi.
En el último aumento de la tasa de aquel año, los motivos explicados por el banco central fueron las alzas en la tasa de EU, el resultado del proceso electoral de Estados Unidos en el que Donald Trump resultó vencedor, la fuerte depreciación cambiaria, el aumento de la inflación y su expectativa de crecimiento futuro.
Sin embargo entre los analistas privados crecía la explicación de que la debilidad de las finanzas públicas y el galopante ascenso de la deuda pública, se habían convertido en razón suficiente para debilitar el peso mexicano en un entorno de alta incertidumbre externa. El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), la voz analítica de la cúpula empresarial, lo explicó en varios de sus reportes semanales.
Así llegó la primera reunión de política monetaria de 2017 en febrero y la inflación se hizo cada vez más importante, la depreciación del peso también e incluso se sumaron impactos derivados de la liberalización en los precios de las gasolinas.
La tasa de interés se elevó 50 puntos base más y llegó a 6.25%.
No obstante, la posibilidad de que “efectivamente” EU llevara a cabo medidas que obstaculizaran la relación con México bajo el mandato de Trump se hizo presente por primera vez entre las inquietudes de Banxico, de acuerdo con su comunicado.
Cuatro veces más se incrementaría la tasa un cuarto de punto en cada ocasión, la última de ellas en el mes de diciembre del año pasado. Para ese momento la tasa de referencia era ya de 7.25% y la inflación del año estaba a punto de cerrar en 6.77%, una diferencia abismal comparada con el 2.13% observada dos años antes cuando comenzó el imparable ascenso.
A los motivos de los años anteriores ya se habían sumando la renegociación del TLCAN, el aumento en el precio de energéticos e incluso el aumento en el salario mínimo.
Tras el último aumento, ya en 2018, los analistas esperan que la tasa no se incremente en lo que resta del año, como es el caso de CitiBanamex; sin embargo son consientes de que nada está dicho aún, pues ven riesgos al alza de la misma forma que aseguró Banxico en su comunicado.
Han sido 26 meses de alzas consecutivas, polémicas para los analistas, pero que reaccionaron a una inflación galopante que en 2 años se multiplicó por tres.
MÁS INFORMACIÓN: Registro de tasas de interés representativas, Banco de México.
MÁS INFORMACIÓN: Anúncios sobre las decisiones de política monetaria, Banco de México.