Crecen tensiones China-EU por tecnología: Beijing frena exportaciones de drones
La tensión entre las dos potencias mundiales se incrementa. Este lunes, China anunció la imposición de controles de exportación en algunos drones y equipos relacionados para “salvaguardar la seguridad nacional e intereses”.
Según informa un comunicado del Ministerio de Comercio de la República Popular China, la medida frenará la exportación sin autorización de ciertos aeromotores con potencia superior a 16 kW, equipos de imágenes infrarrojas, radar de apertura sintética, láseres para indicación de objetivos y equipos de radiocomunicaciones específicos. Los operadores deben solicitar licencias de exportación, y la aduana supervisará los trámites aduaneros.
La imposición también afectará a algunos drones de consumo, y no se podrían exportar drones civiles con fines militares, dijo un portavoz del ministerio. La medida entrará en vigor el próximo 1 de septiembre. "La modesta expansión de China del alcance de su control de drones esta vez es una medida importante para demostrar nuestra postura como un país importante responsable, para implementar iniciativas de seguridad global y mantener la paz mundial", dijo el portavoz.
Además, de ser necesario, los operadores deberán solicitar licencias de exportación, y la aduana supervisará los trámites aduaneros. “Los operadores de exportación deben pasar por los procedimientos de licencia de exportación de conformidad con las reglamentaciones pertinentes, presentar una solicitud al Ministerio de Comercio a través del departamento comercial provincial, completar el formulario de solicitud para la exportación de artículos y tecnologías de doble uso”, señala el comunicado.
Estas restricciones acrecientan la tensión que se vive entre ambas potencias, sobre todo del lado tecnológico, después de que China anunciara a principios del mes de julio, controles a la exportación de ciertos metales utilizados en la fabricación de chips. Dichas medidas entrarán en vigor a partir del 1 de agosto sobre las exportaciones de ciertos productos como galio y germanio, que también se utilizan para la producción de vehículos eléctricos y cables de fibra óptica.
El exviceministro de Comercio, Wei Jianguo, advirtió a otros países para que estuvieran preparados para más medidas si continúan presionando a China, describiendo los controles actuales como un "golpe fuerte bien pensado" y advirtiendo que esto es solo el inicio.
Los expertos consideran que la medida tomada por China a principios de julio es la segunda y más significativa en la larga lucha tecnológica con Estados Unidos, después de que prohibió a algunas industrias clave nacionales adquirir chips de memoria del fabricante estadounidense Micron en mayo.
China controla gran parte del mercado de dichos materiales, así como de la fabricación de drones. Una de las más importantes, por ejemplo, es DJI, una empresa china líder en la fabricación de drones y tecnología de imágenes aéreas.
En marzo de 2021, DJI ocupaba la posición dominante como el principal fabricante de drones a nivel mundial. Su participación en el mercado, según el volumen de ventas, alcanzaba un impresionante 76%, mientras que su competidor más cercano, Intel, solo tenía una participación de alrededor del 4%, según datos de Statista, portal alemán de estadística en línea. DJI es ampliamente conocido por sus drones dirigidos al consumidor, pero también destaca en el mercado de drones comerciales, ofreciendo soluciones para agricultura, infraestructura, inspección de líneas eléctricas y aplicaciones de seguridad pública.
DJI ha sido reconocida por su capacidad para producir drones asequibles y listos para usar, lo que ha democratizado la tecnología de drones y la ha hecho accesible para una amplia gama de usuarios. La influencia de DJI ha sido tal que ha moldeado y redefinido la industria de los drones civiles en términos de diseño, calidad y funcionalidad. Muchos de sus productos han establecido estándares para la competencia y han estimulado la innovación en todo el sector.
Pero Estados Unidos ya había volteado a ver antes a esta empresa con ojos críticos, pues antes de las recientes restricciones, el país americano había hablado de preocupaciones sobre la seguridad de datos, y la posible interferencia de la compañía con agencias gubernamentales.
En octubre del año pasado, DJI fue agregado a la “lista negra” de compañías chinas consideradas una “amenaza para la seguridad nacional” de Estados Unidos, por sus lazos con el ejército de China. Aunque esto no prohibía la venta de sus drones a consumidores domésticos en EEUU, sí impedía su uso por agencias gubernamentales y el ejército estadounidense. El Departamento de Defensa ya había prohibido previamente el uso de drones de consumo para el ejército, mencionando a DJI específicamente por sus lazos con China.
Aunque DJI negó cualquier relación con el ejército chino y declaró que sus drones no están diseñados para uso militar, la empresa ya estaba en la lista de entidades del Departamento de Comercio de EU desde 2020. Este antecedente marcó la pauta para las restricciones recién presentadas, aunque ahora, el ambiente comienza a ser más hostil entre ambas potencias.
El otro lado de la moneda
Cuando China lanzó un golpe severo a Estados Unidos en mayo de este año, prohibiendo a los operadores de infraestructuras críticas del país usar chips de Micron Technology, el principal fabricante de chips de memoria estadounidense, aparecieron consecuencias.
Según los resultados financieros del tercer trimestre de la compañía, se registró una disminución del 57% en la facturación de la empresa, lo que representa la peor caída en más de dos décadas. Este resultado adquiere aún más relevancia debido al contexto del contraataque económico chino que se llevó a cabo poco antes.
Si bien esta es una de las consecuencias que han traído los roces entre ambas potencias, en cuestión de drones podría no ser diferente. Cuando China anunció las restricciones a la exportación de metales, las empresas reaccionaron. Volkswagen, por ejemplo, dijo que mantendría vigilados los mercados de metales, mientras crece la preocupación por posibles restricciones adicionales a las exportaciones estratégicas, incluyendo las tierras raras.
Y aunque la incertidumbre abunda en este mercado, el efecto también podría acelerar los esfuerzos para que los países, además de Estados Unidos, reduzcan su dependencia de China. Tal como lo informa Bloomberg, “la medida subraya el dilema al que se enfrenta el presidente Xi Jinping en su intento de contrarrestar los esfuerzos de Estados Unidos por impedir que China acceda a los chips necesarios para dominar tecnologías como la Inteligencia Artificial y la computación cuántica. Cualquier acción recíproca sólo daría a EU y Europa más munición para presionar en favor de la reducción de riesgos”, dice el medio de comunicación.
Este efecto podría tomar sentido también en el mercado de drones, pues al menos Estados Unidos en la carrera armamentista, se espera que sea la nación que realice el mayor volumen de compras de drones, adquiriendo nada menos que 1,000 unidades hasta 2028, un número muy superior a los 68 que se estima comprará China y los 48, de Rusia, según datos de Statista.
Estados Unidos lidera la lista de los países que apuestan por drones militares. (Imagen: Statista).
Además, los legisladores estadounidenses han dicho que más del 50% de los drones vendidos en los EU están fabricados por la empresa DJI con sede en China, y son los drones más populares utilizados por las agencias de seguridad pública. Si bien el efecto de independizar la producción de este tipo de mercancía podría verse reflejado a largo plazo, por ahora las restricciones comienzan a preocupar a empresas no sólo estadounidenses, sino alrededor del mundo, aunque mientras la tensión se agrava, la carrera tecnológica se hace cada vez más grande entre las dos potencias mundiales.