Intensifica EU tensiones tecnológicas con China y Rusia
Estados Unidos (EU) podría estar buscando su independencia tecnológica mientras endurece las tensiones con China y Rusia. La administración Biden anunció planes para prohibir la venta de software de Kaspersky Lab, mientras el Departamento del Tesoro de Estados Unidos emitió un proyecto de reglas para prohibir o exigir notificación de ciertas inversiones en inteligencia artificial (IA) y otros sectores tecnológicos en China.
Aunque ambos eventos tienen dimensiones separadas, podrían reflejar el avance en la búsqueda de la protección de seguridad nacional de EU como lo ha hecho con otras empresas chinas como TikTok, y al mismo tiempo, la búsqueda para impedir que el conocimiento y capital estadounidense faciliten el avance tecnológico de China, particularmente en áreas sensibles como los semiconductores, la computación cuántica y la IA.
El proteccionismo estadounidense se vio reflejado en las sanciones a 12 altos ejecutivos de AO Kaspersky Lab, una importante empresa rusa de software antivirus, debido a preocupaciones de ciberseguridad. Las sanciones, que afectaron a figuras clave dentro de la empresa, se produjeron un día después de que la administración del presidente Joe Biden anunciara planes para prohibir la venta del software de Kaspersky en el país. La prohibición, efectiva a partir del 29 de septiembre, responde a temores sobre la influencia del gobierno ruso en la empresa y la posibilidad de que el software pueda ser utilizado para ciberataques o espionaje.
El subsecretario del Tesoro, Brian Nelson, enfatizó que esta medida refleja el compromiso de Estados Unidos de proteger su infraestructura cibernética. "La acción de hoy contra el liderazgo de Kaspersky Lab subraya nuestro compromiso de garantizar la integridad de nuestro dominio cibernético y proteger a nuestros ciudadanos contra amenazas cibernéticas maliciosas", declaró.
Por su parte, Kaspersky ha calificado las sanciones como "injustificadas y sin fundamento", y asegura que no afectarán la resiliencia de la empresa. La empresa negó cualquier vínculo con el gobierno ruso o con autoridades militares o de inteligencia.
Pero simultáneamente, el proyecto de reglas para prohibir o exigir notificación de ciertas inversiones en IA y otros sectores tecnológicos en China buscan prevenir que las inversiones estadounidenses apoyen el desarrollo de tecnologías que puedan amenazar la seguridad nacional. "Esta regla propuesta promueve nuestra seguridad nacional al evitar que los muchos beneficios que brindan ciertas inversiones estadounidenses, más allá del simple capital, apoyen el desarrollo de tecnologías sensibles en países que pueden usarlas para amenazar nuestra seguridad nacional", dijo Paul Rosen, Subsecretario del Tesoro para Seguridad de Inversiones.
Las nuevas regulaciones, que podrían entrar en vigor a finales de año, incluyen excepciones para transacciones consideradas de interés nacional para Estados Unidos. Sin embargo, requerirán una mayor vigilancia por parte de las empresas que buscan invertir en China, especialmente en sectores tecnológicos críticos.
Estas acciones serían una estrategia más amplia de Estados Unidos para limitar el acceso de China a tecnologías avanzadas y evitar que Pekín utilice estos avances para modernizar su ejército. Además, de fondo continúan las restricciones existentes sobre la exportación de tecnología avanzada, como los semiconductores, a China.
La respuesta del país estadounidense ante las amenazas tecnológicas de Rusia y China también tiene que ver con la importancia de la seguridad cibernética y tecnológica en la política exterior estadounidense. Y en ambos casos, podría estar dirigido a fortalecer su posición en la carrera tecnológica entre las tres potencias mundiales, encaminada a la independencia tecnológica.
China ha estado avanzando hacia la independencia tecnológica durante varios años. A través de iniciativas como la actualización de su sistema de estándares y la reducción de la dependencia de exportaciones manufacturadas, el país ha buscado fortalecer su capacidad innovadora y competir a nivel global, asumiendo mayores responsabilidades en el contexto internacional.
En 2015, el gobierno chino presentó la estrategia "Made in China 2025", un proyecto diseñado para transformar la economía del país. Con un enfoque en la innovación y la tecnología en la manufactura de productos de alta tecnología, la iniciativa aspira a posicionar a China como líder global en tecnología avanzada y producción manufacturera. Un objetivo clave de esta estrategia es reducir progresivamente la dependencia de China de la importación de tecnología y productos de alta calidad.
Además, en septiembre de este año, China publicó una lista de tecnologías prioritarias para su desarrollo, destacando los chips de 3, 2 y 1 nanómetros. La nación ha centrado sus esfuerzos en impulsar el desarrollo de tecnologías propias, con un notable apoyo a Huawei como evidencia de este enfoque.
Esta estrategia es crucial en el contexto de las crecientes tensiones con Estados Unidos, debido a que las empresas estadounidenses dependen en gran medida de diferentes países para la producción de chips. Jensen Huang, director ejecutivo de Nvidia, la empresa líder en la industria de semiconductores, declaró hace algunos meses que Estados Unidos necesitará alrededor de 20 años para romper su dependencia de chips desarrollados en el extranjero.
Huang explicó que los productos de Nvidia dependen de numerosos componentes provenientes de Taiwán y otras partes del mundo. La administración de Joe Biden busca fomentar la fabricación de chips en Estados Unidos, respaldada por legislación bipartidista.
En este contexto, grandes empresas como Taiwan Semiconductor Manufacturing Company, Samsung Electronics e Intel Corporation planean expandir sus operaciones en el país. De la mano con el proteccionismo estadounidense, otras empresas como ByteDance, matriz de TikTok se han visto comprometidas por estas medidas, que podrían encaminarse al mismo objetivo: proteger la seguridad nacional y propiciar el desarrollo local.
