La independencia de la FED es crucial para el cumplimiento de su mandato

La independencia de los bancos centrales es fundamental para alcanzar buenos resultados económicos. En particular, se ha encontrado que existe una alta correlación entre dicha independencia y baja inflación.
29 Abril, 2025
Jerome Powell, presidente de la FED.
Jerome Powell, presidente de la FED.

El presidente Donald Trump ha iniciado una nueva embestida contra el jefe de la Reserva Federal (FED), Jerome H. Powell, para que el banco central estadounidense recorte su tasa de interés de referencia antes de lo previsto y ayude a compensar los efectos negativos de la imposición de aranceles sobre la actividad económica.

Sin embargo, Powell se ha negado a hacerlo, dado que los impuestos sobre las importaciones también podrían elevar la inflación y dar al traste con el mandato doble de la FED: crecimiento económico sostenido con estabilidad de precios. La injerencia de Trump es un claro ataque a la autonomía de la Fed; si ésta se deteriora, las implicaciones serían sumamente graves.

La imposición de aranceles ha deteriorado significativamente las expectativas. En su escenario de referencia, llamado así por la alta incertidumbre prevaleciente, el Fondo Monetario Internacional ajustó a la baja la estimación de crecimiento global para 2025 de 3.3 a 2.8% y la de Estados Unidos de 2.7 a 1.8%. No obstante, no se descarta una contracción de la economía estadounidense en este año; de hecho, el modelo GDPNow de la FED Atlanta anticipa una caída de alrededor de 2.5% en el producto interno bruto en el primer trimestre de 2025.

En principio, la inflación debería de repuntar en el muy corto plazo por el encarecimiento de los productos con los impuestos, pero una vez que la economía se desacelere, el crecimiento de precios debería bajar.

La Reserva Federal fue creada en 1913 y fue hasta 1977 que el Congreso estadounidense determinó que la FED tendría que cumplir con un doble mandato: máximo empleo y estabilidad en precios.

La FED no tiene independencia en sus objetivos, ya que están determinados por ley. No obstante, sí puede definir el detalle de dichos objetivos, dependiendo de las condiciones específicas de la economía. En 2012, el pleno empleo, esto es cuando la economía opera a su máxima capacidad, se definía con una tasa de desempleo de entre 5.2 y 6.0%; el día de hoy, el rango es de entre 3.8 y 4.3%. El objetivo de inflación de 2% se formalizó apenas en 2012; antes, no se tenía un objetivo de inflación explícito.

La independencia de la FED es en el manejo, en su habilidad, para usar los instrumentos de política monetaria disponibles para cumplir con su doble mandato. El instrumento por excelencia es la tasa de fondos federales, la cual es la tasa de interés que cargan los bancos de la reserva para prestarse entre ellos.

El nivel de la tasa de fondos federales es la referencia de otras tasas de interés (consumo, autos, casas) e incide directamente en la evolución de otros activos financieros. 

La FED cuenta con otros instrumentos, como operaciones de mercado abierto, reportos, swaps, entre otros. Asimismo, en los últimos años se han utilizado políticas no ortodoxas como la compra masiva de bonos para inyectar liquidez, el llamado relajamiento cuantitativo. 

Paul Volcker, presidente de la Reserva Federal entre 1979 y 1987, señaló acertadamente que se requieren tres condiciones para cumplir el mandato: 1) una economía estable y saludable, 2) credibilidad y persistencia para controlar la inflación y 3) independencia de las presiones políticas de corto plazo.

Los indicadores económicos se están deteriorando, en buena medida por las políticas implementadas por Trump, pero la credibilidad de la FED es excelente y su trabajo para disminuir y controlar la inflación ha sido muy bueno, mientras que las presiones políticas van en aumento.

De hecho, ha habido mucha presión política contra la FED en diferentes momentos, sobre todo cuando en las crisis financieras ha tenido que tomar decisiones extraordinarias, por ejemplo, evitando quiebra de empresas, negociando fusiones entre bancos, estimulando la desregulación financiera y la compra de activos para inyectar liquidez. Pero también cuando ha recortado tasas de interés para proteger a los inversionistas de bolsa mejor que para estabilizar la economía (el famoso put de Alan Greenspan). Como candidato en 2016, Trump llamó a Janet Yellen, entonces presidenta de la FED, “una persona muy política” al mantener tasas de interés bajas para agradar al presidente Obama, por lo que debería “estar apenada” por “crear un falso mercado accionario”. Los intentos para mermar la independencia de la FED no son nuevos.

La independencia de los bancos centrales es fundamental para alcanzar buenos resultados económicos. En particular, se ha encontrado que existe una alta correlación entre dicha independencia y baja inflación.

Los políticos buscan tener resultados en el corto plazo, pero la política monetaria opera sobre la actividad económica y la inflación con un rezago considerable. Si se interviene en las labores de los bancos centrales, en la instrumentación de su política, podría haber resultados favorables de manera inmediata, sobre todo en estímulos para la actividad económica, pero la inflación podría situarse lejos de la meta en el mediano plazo. Si los agentes económicos perciben que la independencia del banco central ha sido intervenida, baja su credibilidad y las expectativas de inflación aumentan. 

Un aumento en las expectativas de inflación de mediano plazo provocaría mayores tasas de interés y menor crecimiento económico. Los mercados también sufrirían las consecuencias. 

La credibilidad se consigue con congruencia en las acciones y en el cumplimiento de objetivos, pero también con una buena comunicación, a través de reportes, conferencias de prensa, presentaciones, etcétera. Mayor transparencia reduce la incertidumbre.

Ahora bien, las decisiones de política monetaria de la Reserva Federal son tomadas por siete miembros de su Consejo, los cuales son nominados por el presidente en turno y ratificados por el Congreso, cuya gestión dura catorce años, no revocable, más doce integrantes del mismo número de los bancos de la Reserva, lo cuales son electos de manera independiente en los distritos correspondientes.

Las reglas de votación son complejas. De los 19 gobernadores (7 del Consejo más 12 de los bancos), sólo doce tienen derecho a voto: los siete miembros del Consejo más el presidente del FED de Nueva York votan en cada reunión y los cuatro votos restantes se rotan. 

Así, para fines prácticos, la decisión mayoritaria recae en los miembros del Consejo. Por esto mismo, la manera más directa para influir en las decisiones de la FED por parte del presidente en turno es la nominación del Consejo de la Reserva Federal.

Powell concluye su gestión como presidente del Consejo de la Reserva Federal en mayo de 2026, aunque podría mantenerse como gobernador hasta fines de enero de 2028 (Trump también ha buscado “degradarlo” para que deje la presidencia, pero se mantenga en el Consejo como gobernador). De los siete miembros del Consejo, en la actualidad hay una vacante por ocupar. 

La gestión de Powell como presidente de la Reserva Federal se ha caracterizado por acciones altamente dependientes de los datos económicos y, en la actualidad, el entorno y el panorama son sumamente inciertos, por lo que se anticipa prudencia en el quehacer de la FED. De ahí, que los mercados no descuentan ajustes en la tasa de fondos federales en el anuncio del 7 de mayo y, hacia delante, todo dependerá precisamente de la evolución económica y de la inflación.

Mantener la independencia de la Reserva Federal y de todos los bancos centrales resulta fundamental para el logro de los objetivos establecidos.

Powell juró como presidente de la Reserva Federal el 5 de febrero de 2018, y ahí resaltó la independencia del banco central: “Tradición duradera y no partidista de tomar decisiones de manera objetiva, basándose únicamente en la mejor evidencia disponible”. 

Víctor Ceja Víctor Ceja Economista independiente con más de 35 años de experiencia en el ámbito económico y bursátil. Especialista en análisis y planeación financiera y económica, planeación estratégica, análisis financiero empresarial y estudios sectoriales. Licenciado en Economía por la UAM, con estudios de posgrado en Economía en la Universidad de Colorado en Boulder, Estados Unidos, y la Universidad de Cambridge, Inglaterra.

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