¿Qué quiere Trump de México?
El peor escenario para México se cumplió.
Trump ganó las elecciones, lo hizo de forma aplastante, su amenaza de aplicar 25% de aranceles a las exportaciones mexicanas sigue latente. Y también la instrumentación de la declaratoria de grupos terroristas a los cárteles de la droga.
Hasta hace muy poco éste era un escenario de baja posibilidad de ocurrencia para los analistas económicos. Ya no. La pesadilla se hizo realidad.
¿Qué pasó? ¿Simplemente no se creyó que Trump cumpliría sus amenazas? ¿Acaso se le desdeñó más de la cuenta tildando sus amenazas como simples ocurrencias, sin sentido? ¿o es que se analizaron las intenciones de Trump solo desde la perspectiva de la racionalidad económica desechando sus amenazas bajo el argumento de que “tarde o temprano la realidad económica se impondrá y el presidente estadounidense tendrá que corregir de algún modo”?
Se están viendo los árboles, pero no el bosque. El presidente Trump 2.0 es uno que no parece como alguien que esté buscando solo la maximización de las ganancias en una negociación mercantil. Ni siquiera se plantea la llamada ‘guerra comercial’ como su objetivo de largo alcance.
Me temo que no se está entendiendo a Trump y eso podría llevar al gobierno mexicano a responder con palos de ciego. Y las consecuencias económicas serían funestas, sobre todo en momentos en que la confianza para invertir en México ya pende de hilos muy delgados.
En su segundo periodo Trump está respondiendo, a su modo, a un objetivo geopolítico estratégico superior: La hegemonía geopolítica de Estados Unidos para dictar las reglas de la economía mundial, como ha ocurrido desde finales de la Segunda Guerra Mundial, está amenazada. Y este presidente quiere contener la amenaza que significa el ascenso de China.
Vale la pena examinar la perspectiva de Roberto Durán-Fernández, publicado por el Baker Institute for Public Policy de la Universidad de Rice, y extractado por el mismo Durán Fernández para Arena Pública en un artículo reciente.
Trump busca “reafirmar el dominio estadounidense sobre Norteamérica y, a partir de ahí, emprender la pelea contra el ascenso de China. Es un cambio de prioridades que refleja una transición del poder económico al geopolítico”, escribe Durán-Fernández.
Y eso implica que México reafirme el control de su frontera norte deteniendo la migración ilegal y el tráfico de drogas, eliminando a China de sus cadenas de valor. En este objetivo geoestratégico de MAGA -“Hacer a América Grande Nuevamente”- Trump habla en serio y no dará concesiones ni a México ni a Canadá si no se alinean con su estrategia global que pasa por una Norteamérica consolidada alrededor de su objetivo geopolítico.
¿Qué hará el gobierno mexicano frente al garrote estadounidense que personifica Trump? Quizá tendría que buscar transformar o minimizar ese garrote a través de una alianza estratégica. Parece la única forma de destrabar parcialmente una agenda económica paralizada que ya lastra la economía.
Apunte Banxico
Buena señal envía la presidenta Claudia Sheinbaum con el nombramiento de José Gabriel Cuadra García, director de Estudios Económicos, como subgobernador del Banco de México. Un profesional competente y reconocido en política monetaria con larga trayectoria en el banco central. Se espera una aprobación expedita del Senado en una coyuntura de alta volatilidad cambiaria que amenaza con un choque inflacionario. ¿Bajará Banxico la tasa? ¿Intervendrá o dejará depreciar el peso, como parte de la Comisión de Cambios? Preguntas al aire.