La gobernadora
Llamó la atención la presencia de la gobernadora del Banco de México, Victoria Rodríguez, en el mitin del domingo en el Zócalo de la Ciudad de México convocado por la presidenta Claudia Sheinbaum.
Pero lo que generó inquietud fue verla en un video en las redes sociales con el grupo de políticos en torno a Andrés Manuel López Beltrán, el hijo del expresidente López Obrador y líder del partido en el gobierno, quienes circunstancialmente le dieron la espalda al paso de la presidenta Claudia Sheinbaum.
La gobernadora del banco central estuvo junto a Alejandro Esquer, senador por Morena y mano derecha de López Obrador, y de Carlos Puente, líder del partido Verde en la Cámara de Diputados. En ese mismo grupo también estuvieron Ricardo Monreal, líder de los diputados de Morena; Adán Augusto López, líder de los senadores de Morena; Manuel Velasco, líder del partido Verde en el Senado; y Luisa María Alcalde, presidenta nacional de Morena.
La estampa, que se reprodujo profusamente en las últimas horas, dejó en claro que hoy más que nunca hay que observar de cerca la evolución de la economía y de la política en el país para entender qué es lo que está pasando con la política fiscal, pero también con la política monetaria.
La economía es más política que nunca. No podía ser de otra manera, con un triunfo electoral avasallador en 2024 que le dio a Morena y a sus aliados el control del Poder Legislativo y, con ello, la aniquilación del Poder Judicial como lo conocíamos, para reconstruirlo en algo que aún no sabemos.
Lo que sí sabemos es que este proceso de concentración del poder político en Morena y en Palacio Nacional, ha hecho que las instituciones sean una pálida sombra de lo que fueron, en el mejor de los casos.
El Banco de México, y en particular el gobernador, en toda su historia de autonomía desde 1994, nunca estuvo ajeno a las luchas por el poder político del momento, ni tampoco al juego político desde Los Pinos o Palacio Nacional.
La proclividad de algunos gobernadores del banco central a privilegiar su carrera política era más o menos contenida por una Junta de Gobierno a la que sus miembros arriban escalonadamente. Y es que la Junta es una institución colegiada en la que el gobernador tiene un voto al igual que los otros cuatro miembros. No sobra decir que, en la gran mayoría de los casos, los miembros que formaron parte de la Junta gozaron de una buena reputación profesional y personal hasta su retiro.
Un gobernador, como vocero y cara visible del Banco de México, no es ajeno a la política, pero sí asume el deber de proteger la reputación del banco central y la transparencia en la toma de decisiones de política monetaria de la Junta de Gobierno. Por esta razón, la propia Ley del Banco de México prohíbe la participación de sus miembros en actos políticos.
El presidente de la Reserva Federal estadounidense (Fed), Jerome Powell, enfrenta una situación parecida a la de la gobernadora Victoria Rodríguez, y ha resistido con prudencia y sobriedad frente a un Ejecutivo muy poderoso que está debilitando las instituciones en Estados Unidos y que acecha a la propia Fed.
Con las imágenes que desde el domingo circulan en todo el país, la gobernadora arriesga la reputación del banco central en una coyuntura económica y política delicada para México. Ahora, la integridad de la autonomía del banco central es motivo de preocupación, y la Junta de Gobierno está para remediarlo.
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*Esta columna se publica simultáneamente en diversos diarios del país de Organización Editorial Mexicana, OEM.
Samuel García
Editor y economista. Fundador y director de Arena Pública. Fundó y dirigió El Semanario de Negocios y Economía. Fue director editorial de Negocios del Grupo Reforma y 'El Universal'. Director fundador de 'Infosel'. Fue profesor de la Maestría en Periodismo y Asuntos Públicos del CIDE y del Diplomado en Periodismo Económico de la Escuela de Periodismo Carlos Septién. Máster en Periodismo Digital. Columnista, comentarista y consultor para diversos medios en México.
