Apreciación cambiaria y desinflación
Banxico podría estar generando las condiciones para lograr el anhelado éxito desinflacionario, a través de una mayor apreciación del peso.
La intención del banco de mantener la tasa de interés de referencia por un “periodo prolongado” podría aumentar el atractivo del mercado de bonos, atraer mayor inversión y con ello generar una mayor fortaleza del peso. A pesar de que la apreciación cambiaria no es un objetivo monetario, si es un resultado colateral del manejo anti-inflacionario.
La restricción monetaria en marcha expresada en mayores tasas de interés ha tenido un efecto desinflacionario doble. Por un lado ha encarecido el costo del crédito y generado un incentivo al ahorro, lo cual implica moderación de las decisiones de consumo e inversión. Por otro lado, también ha aumentado el diferencial entre las tasas internas y las externas haciendo más atractivo al mercado de bonos nacional para los inversionistas externos, lo cual a su vez ha generado presiones apreciatorias sobre el peso.
El primer efecto es más importante y efectivo para abatir la inflación, el segundo es un efecto colateral. El primero actúa directamente sobre la demanda interna, al restaurar el equilibrio entre la demanda y la oferta de bienes al eliminar el exceso de demanda y con ello abatir las presiones sobre los precios. El segundo efecto es colateral, ya que no es producto de una política deliberada para producir una revaluación cambiaria. Sin embargo, sí es un resultado indirecto de un manejo monetario antinflacionario a través del uso de la tasa de interés.
Así por ejemplo, aun considerando un bajo efecto de traspaso cambiario como el estimado por Banxico y de mantenerse la apreciación de 15% que ha acumulado el peso en lo que va del año, la inflación podría reducirse adicionalmente en alrededor de un punto porcentual en un año por efecto de la apreciación cambiaria.
Este efecto cambiario apreciatorio puede ser un factor relevante para acelerar la consecución del proceso desinflacionario en el país. Por ello, llama la atención que en las recientes minutas de las decisiones de política monetaria se haga énfasis en “mantener la tasa de referencia en su nivel actual durante un periodo prolongado”, sobre todo porque desde el inicio del ciclo de alzas de la tasa de referencia hubo una actitud a privilegiar un enfoque gradualista para no dañar al crecimiento de la economía.
Así, Banxico parece estar frente a un “círculo virtuoso” en donde mantener la restricción monetaria con la tasa de referencia estacionada en su máximo por un periodo prolongado le permite seguir desinflando precios pero también mantener un atractivo diferencial de tasas que podría, incluso, aumentar la apreciación del peso y con ello acelerar el descenso de la inflación.
Sin embargo, esta política tiene sus riesgos, un ejemplo es que se presente un choque adverso que genere una corrección brusca de la paridad cambiaria y que genere una reversión del proceso desinflacionario, sobre todo porque una parte de la fortaleza del peso se debe al diferencial de tasas y no a factores fundamentales propios de la economía.
Twitter:@AlfredoCoutino ; Web: www.AlfredoCoutino.com
* Las ideas expresadas son de la exclusiva responsabilidad del autor y de ninguna manera deben ser atribuidas a la institución para la cual trabaja.