La gran brecha entre los pronósticos del gobierno y el sector privado para 2023
Cargada de optimismo, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) entregó al Congreso el Paquete Económico 2023, que -una vez aprobado- regirá el manejo de las finanzas públicas el próximo año en medio de una gran incertidumbre global.
Los Criterios Generales de Política Económica (CGPE), publicados el 8 de septiembre como parte del PE 2023, esperan un crecimiento del PIB en un amplio rango que va de 1.2 a 3.0% -con un pronóstico puntual de 2.1%- muy por arriba del promedio de 1.4% que esperan los economistas del sector privado según la Encuesta Citibanamex de Expectativas. Incluso el Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica 1.2% de crecimiento para México en 2023.
Por la diferencia en las cifras esperadas, pareciera que los economistas del gobierno federal están viendo y esperando una realidad esencialmente distinta. La sobreestimación en el pronóstico de crecimiento económico para el presupuesto federal, es el mayor que en cualquier otro gobierno, hace notar Viridiana Ríos, analista política y de gobierno, en un artículo publicado este lunes. "Nadie se había atrevido a sobrestimar tanto el crecimiento como Ramírez de la O lo ha hecho para 2023", dice Ríos.
Lo cierto es que varios sectores de la economía mexicana aún continúan muy por debajo de sus cifras prepandemia y las expectativas económicas para Estados Unidos, principal motor del proceso de recuperación mexicano, sufre una marcada desaceleración económica. Pese a ello, Rogelio Ramírez de la O, titular de la SHCP, ha decidido seguir dando “al mal tiempo, buena cara”.
La nueva expectativa gubernamental de crecimiento significa un recorte de cinco décimas respecto al pronóstico anterior incluído en los Precriterios Generales de Política Económicos 2023, cuando se esperaba un crecimiento de 3.5%. Sin embargo, el promedio del mercado se ha reducido prácticamente en la misma magnitud, pasando desde 2.0% esperado en abril pasado, a 1.4% de la última edición de la encuesta de expectativas.
La incertidumbre se mantiene viva entre los economistas pues no existe un verdadero consenso entre el amplio rango de pronósticos que van desde el 0.0% -pronosticado por Bank of America- hasta 2.1% -según Multiva.
Parte de la incertidumbre se basa en que, si bien el fuerte impulso desde Estados Unidos a las manufacturas de exportación permitió superar los pronósticos originales para el primer y segundo trimestre del año, el Indicador Global de Actividad Económica (IGAE) ha registrado los que podrían ser tres meses de contracciones consecutivas con un -0.19% en mayo y -0.14% en junio y julio (de manera preliminar).
Y es que el factor estadounidense sigue siendo tema de amplia controversia entre quienes creen que los dos trimestres de contracción durante la primera mitad del año ya son pruebas de que el vecino del norte ha entrado en una recesión que podría recrudecerse conforme la Reserva Federal continúe el aumento de la Tasa de Fondos Federales.
La Secretaría de Hacienda se ha posicionado del lado de quienes aún creen que es pronto para augurar un episodio económico de gravedad en los Estados Unidos, otro elemento que abonó al optimismo de los pronósticos.
“Actualmente, Europa y China enfrentan riesgos de una posible recesión económica, mientras que, en EE.UU., nuestro principal socio comercial, aún no existe evidencia contundente de una situación similar, lo que da un soporte a la relación comercial y financiera que hay entre México y EE.UU” señala el documento entregado a los legisladores.
Para Rios, las estimaciones disparadas de Hacienda tienen cálculos políticos puntuales. "Las malas estimaciones que presenta SHCP no son errores ingenuos. Son una estrategia para hacer creer a López Obrador que tendrá más recursos, para tranquilizar a gobernadores y para facilitar negociaciones con las fracciones parlamentarias del Congreso. Todo es más fácil cuando se piensa que habrá más dinero", escribe.
Riesgoso, demasiado optimismo en el PE 2023
Detrás del ambicioso pronóstico oficial descansa un interés de dar confianza a los mercados más que una lectura realista, señalan especialistas.
Si bien la sobreestimación de ingresos ha sido una constante a lo largo de los distintos gobiernos del país, la brecha de hasta 1.6 puntos porcentuales entre los pronósticos actuales de Hacienda y los del sector privado, podría implicar riesgos para las finanzas públicas.
“Al inicio del año, o antes, nadie sabe dónde va a quedar el crecimiento y luego se hacen ajustes conforme avanza la economía. El problema es que si el presupuesto se calcula con sobreestimado de crecimiento, entonces o se hacen recortes o se infla la deuda” advirtió en un tweet, Alfredo Coutiño, economista en Jefe para América Latina de Moody´s Analytics.
El Paquete Económico 2023 no contempla aumentos ni la creación de nuevos impuestos; únicamente ajustes según la inflación, pero aún así la Ley de Ingresos de la Federación contempla una captación de 7.2 billones de pesos, 9.9% más que en el año 2022 y de los cuales 4.6 billones provendrían de ingresos tributarios.
Al optimismo tributario se le suma la incertidumbre respecto a los precios internacionales del petróleo, mismos que se espera ronden los 68.7 dólares por barril, una cifra mucho menor a los 93.6 dólares promedio que se han mantenido en este año y que la propia SHCP identifica como parte de los principales riesgos -tanto a la baja como al alza- para el crecimiento.
“La alternativa de estas cuentas alegres, es que el gobierno sepa que estos supuestos son solo optimistas, y que al final acabará haciendo recortes en rubros que afecten a la provisión de servicios públicos como salud, democracia electoral, competencia económico o atención ciudadana” escribió en una reciente columna Sofía Ramírez, directora de "México ¿Cómo vamos?".
