Compró SEDENA insumos militares de mala calidad a precios inflados
La Auditoría Superior de la Federación no estaba bromeando cuando señaló que la secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) se caracterizó por la “ausencia de mecanismos de control y operación” durante los procesos de licitación de 2015.
Adquirió cerca de 75 millones de pesos en materiales y servicios por arriba de su valor comercial y que además no contaban con certificados de calidad, reveló el más reciente informe a la revisión de la cuenta pública.
Entre las anomalías se encuentra la compra de 30 mil barras redondas de acero con un costo dos veces superior al real por 26 millones de pesos, la misma cantidad de piezas tenía un valor de 10.9 millones de pesos según el informe.
El certificado de calidad de esas barras no era vigente, el proveedor entregó a la secretaría un certificado que correspondía a una venta que realizó a la misma dependencia un año antes.
La dirección general de la Industria Militar de la secretaría de la Defensa es la encargada de producir, ensambar y mantener el material de guerra.
Otro ejemplo de la falta de control en las licitaciones fue cuando la secretaría le otorgó el voto ganador a una empresa que presentó un certificado de calidad falso para un cargamento de 23,600 kg de acero en barras.
De acuerdo con los documentos entregados a las SEDENA, las piezas compradas a una comercializadora mexicana habían sido producidas por una acerera española que certificó la calidad del producto.
Sin embargo, la revisión de las facturas que amparaban la compra del producto y el pedimento de importación proporcionado por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) mostraron que en realidad las piezas habían sido traídas de una empresa italiana que no proporcionó el certificado de calidad necesario.
Por esta compra la secretaría pagó 2.8 millones de pesos, seis veces más de su valor comercial de 440 mil pesos, incluyendo los costos de importación.
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Además de comprar materiales a precios inflados, la secretaría de la Defensa recibió a candidatos confabulados para las licitaciones.
En una licitación para la compra de cuatro juegos de martillos forjados, las dos empresas con los precios de venta más bajos y tiempos de entrega más rápidos utilizaron la misma autorización para que una de ellas fuera distribuidora de Carburo de Tungsteno dentro de las fábricas de la Industria Militar.
La ganadora de la licitación compró los martillos solicitados por la SEDENA a la otra compañía con el precio más bajo.
Precios inflados, cerficados de calidad falsos y candidatos confabulados, algunos de los hallazgos de la ASF.
Finalmente la Auditoría Superior identificó tres casos en los que no existe documentación que confirme que la secretaría recibió los servicios o compras que pagó.
Entre ellos se encontró la compra de una espoleta detonante PIBD con spitback para granada por la que se pagó 15 millones de pesos a un proveedor cuya clave de identificación fiscal no fue proporcionada por la secretaría.
La dirección general de la Industria Militar de la secretaría de la Defensa es el órgano encargado de producir, ensamblar y mantener el material de guerra, maquinaria, vehículos militares y otros equipos.
Durante 2015 la dirección contó con un presupuesto aprobado por 1,088 millones de pesos, pero gastó 1,721 millones, 633 millones de pesos más.
La Auditoría Superior de la Federación sólo auditó una muestra de 821 millones, correspondiente a 48% de las licitaciones.