Reloj viviente que come avena busca 'humanizar' la relación persona-dispositivo

La tecnología avanza y los dispositivos electrónicos son sustituidos rápidamente, así que la Universidad de Chicago realizó un experimento para mejorar la relación entre los seres humanos y los dispositivos.
20 Diciembre, 2022 Actualizado el 21 de Diciembre, a las 06:54
Arena Pública

Al más puro estilo del Tamagotchi, este nuevo reloj inteligente vivo deberá ser alimentado y cuidado para que continúe funcionando y no muera.

Los investigadores Jasmine Lu y Pedro Lopes de la Universidad de Chicago, le dieron vida a la tecnología a través de un moho mucilaginoso, que solo trabaja cuando el hongo está sano.

El moho se coloca en un extremo del reloj y debe ser alimentado con agua y avena para inducir su crecimiento, posteriormente se desplazará al otro lado de su contenedor, para formar así un circuito eléctrico que activa la función de monitor de frecuencia cardiaca.

El portador y el musgo se benefician mutuamente de la relación (Fuente: UChicago CS News)

 

El artefacto fue puesto a prueba con cinco estudiantes que durante una semana alimentaron al moho hasta que el monitor de frecuencia se activó. La segunda semana se les pidió que dejarán de alimentarlo deteniendo el monitoreo cardiaco. Por último, les solicitaron que escribieran acerca de sus sentimientos. Algunos usuarios dijeron que cuidar al moho era similar a tener una mascota a la cual nombraron e incluso pidieron ayuda a sus parejas cuando alguno de ellos se enfermó.

"Hubo respuestas muy humanas. Algunas personas estaban tristes, otras realmente sentían que la conexión estaba rota" afirmó Lopes, profesor asistente de Ciencias de la Computación. Este reloj es similar a un Tamagotchi, pero la diferencia es que la mascota virtual puede volver a la vida cuando el juego es restablecido mientras que el moho necesita de condiciones específicas cálidas y húmedas.

La esperanza de Jasmine Lu, doctora en Filosofía, es que la investigación fomente a los diseñadores a crear tecnologías que inspiren apego y beneficio mutuo, para hacer que los dispositivos se sientan menos como herramientas desechables y más como socios.

En los últimos años, la innovación tecnológica ha aumentado los residuos electrónicos. En 2021, cada mexicano produjo 9.23 kilogramos de residuos entre el año 2015 y el 2021, según datos del Inventario de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos en México.

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