El final del juicio entre Microsoft vs. FTC, ¿de qué lado se inclina la balanza?
Hace más de un año, Microsoft sorprendió al anunciar su adquisición más costosa hasta la fecha: la compra de Activision Blizzard por casi 69 mil millones de dólares. Esta transacción ha capturado la atención de todos, especialmente después de enfrentar numerosos obstáculos; el más reciente el juicio con la Comisión Federal de Comercio (FTC) de los Estados Unidos. Tras una intensa semana de batalla legal entre el organismo regulador y la empresa fundada por Bill Gates, el juicio ha establecido un precedente significativo para la resolución final.
Entre el 22 y el 29 de junio, la Corte de San Francisco fue testigo de este proceso, en el que tuvieron protagonismo diferentes personajes, como el CEO de Microsoft, Satya Nadella, o Phil Spencer, director de Xbox. Sony, el rival más fuerte de Microsoft en la industria de los videojuegos, también tuvo protagonismo en la confrontación, pues muchos de sus argumentos defendieron la oposición de la FTC frente al supuesto monopolio que desarrollaría Microsoft si se llevara a cabo la adquisición.
Pero lo cierto es que ambos frentes tenían sus propias armas. Uno de los puntos más álgidos de este proceso tuvo lugar cuando Microsoft admitió que Xbox “perdió la guerra de consolas" y buscó demostrar su posición en tercer lugar. La compañía revela que Xbox tuvo una participación del 16% en las ventas de consolas en 2021 y representa el 21% de la base instalada de consolas, esto según Tom Warren, editor sénior en el medio de comunicación especializado The Verge.
Microsoft says Xbox has "lost the console wars." Ahead of the FTC case today, Microsoft is keen to show Xbox is in third place. Microsoft reveals Xbox had 16 percent share of console sales in 2021 and 21 percent of the console install base https://t.co/4PrN7uQwvS pic.twitter.com/KKyQcTXZqp
— Tom Warren (@tomwarren) June 22, 2023
Por lo que la adquisición de Activision-Blizzard representa un esfuerzo estratégico por parte de Microsoft para desafiar a Sony, a quien reconoce como el líder en la industria de las consolas durante más de 20 años y a lo largo de cinco generaciones.
Históricamente, las consolas de Xbox han ocupado consistentemente el tercer lugar entre las opciones disponibles, quedando detrás de PlayStation y Nintendo, según explica Wired. Además, según datos de Statista, los ingresos por hardware de juegos de las series 3, 4 y 5 de PlayStation de Sony ascendieron a 5 mil millones de dólares estadounidenses en el año 2020. “Con el lanzamiento de PlayStation 5 en noviembre de 2020, se prevé que los ingresos por ventas de hardware aumenten en los años siguientes”, describe el portal alemán de estadística en línea.
Estas declaraciones se dieron como una contraposición al argumento de Jim Ryan, director y responsable de PlayStation, quien es un claro aliado de la FTC, después de expresar las implicaciones que conllevaría la adquisición de Activision por Microsoft, pues afirmó que, en caso de concretarse, PlayStation no compartiría información sobre la PS6 con Activision ya que no estaba dispuesto a “arriesgarse” a que una empresa propiedad de un competidor directo tuviera acceso a ese tipo de información, según lo reportó Stephen Totilo, de Axios.
In an FTC v MS/ABK deposition, PlayStation chief Jim Ryan said that, if deal closes, Sony couldn't tell Activision about its next console
— Stephen Totilo (@stephentotilo) June 21, 2023
Is then asked about Sony working with Mojang (Minecraft) after MS bought them. Discussion is redacted but Ryan says it supports this concern pic.twitter.com/M86CBm3CcY
Pero estos argumentos tal vez no sean suficientes para evitar que el contrato millonario se lleve a cabo, pues a su vez, se reveló un correo electrónico del jefe de PlayStation, Jim Ryan, que contradice sus declaraciones públicas anteriores. En el correo electrónico, Ryan expresó que realmente no creía que Microsoft eliminaría Call of Duty del sistema y que estarían "más que bien" si el acuerdo se concretara.
La FTC ha puesto un fuerte énfasis en el concepto de las exclusivas de Microsoft a través de acuerdos como este, tanto en términos de los juegos como del contenido dentro de esos juegos. Sin embargo, no se ha prestado atención a la extensa lista de exclusivas de Sony que no están disponibles en la consola de Microsoft.
La clave se resume en Call Of Duty
La última jornada del juicio brindó los argumentos finales clave de ambas partes que podrían inclinar la balanza. Según reportó The Verge, la jueza Jacqueline Scott Corley, encargada de llevar este juicio, también aprovechó el momento para reflexionar y planteó una pregunta intrigante: “¿Estaría ella sentada aquí si Sony hubiera firmado un acuerdo de Call of Duty con Microsoft?”.
La pregunta planteada por la jueza Corley fue solo una de las difíciles interrogantes que hizo a la FTC. El cuestionario se centró en por qué los consumidores se verían perjudicados si Microsoft adquiriera Activision Blizzard, y en particular, cuántos jugadores de PlayStation cambiarían a Xbox si el juego clave de Activision desapareciera.
Antes de los argumentos finales, se revelaron detalles financieros relacionados con Xbox. El director financiero de Xbox, Tim Stuart, fue interrogado sobre los modelos utilizados en las adquisiciones de Bethesda y Activision Blizzard. Se mencionaron correos electrónicos y documentos que insinuaban cómo Microsoft podría retener los juegos de Activision para beneficiar a Xbox Game Pass. En un momento sorprendente, la FTC mencionó que Microsoft necesitaría 2 millones de suscriptores adicionales de Xbox Game Pass al año para compensar una posible caída en las tasas de regalías de Call of Duty provenientes de PlayStation.
Esta información filtrada causó un alboroto momentáneo en la sala antes de que la FTC se disculpara por mencionar datos confidenciales. Aunque los números exactos no se revelaron, quedó claro que Microsoft ha estado evaluando escenarios en los que ganaría menos dinero con Call of Duty en PlayStation.
Stuart también mencionó la oportunidad móvil que representa Activision Blizzard para Microsoft, una idea que ya había sido planteada por el jefe de Xbox, Phil Spencer. Stuart comparó el mercado de los juegos móviles con el de los coches eléctricos, indicando que Microsoft no desea estar en un modelo de negocio que no tenga futuro.
Los argumentos finales fueron un intercambio extenso de opiniones que permitieron a ambas partes confrontarse y responder a las preguntas de la jueza Corley. La FTC reiteró que la adquisición propuesta por Microsoft de Activision Blizzard planteaba interrogantes sustanciales sobre posibles efectos anticompetitivos. Sin embargo, este argumento final no abordó de manera significativa el daño a los consumidores, lo cual fue señalado por Corley durante la audiencia. "No es el daño a Sony lo que nos importa, es el daño a los consumidores", dijo según el reporte del medio especializado.
La popularidad de Call Of Duty es la gran rebanada del pastel. La franquicia de videojuegos publicada por Activision ha generado más de 400 millones de unidades vendidas, según números de Statista. Esto la convertiría en una de las franquicias de videojuegos más vendidas y con mayor recaudación en el mundo.
“Las cifras más recientes de la compañía afirman que había 100 millones de usuarios activos mensuales de Call of Duty a finales de 2020. A finales de 2020, la serie tenía más de 250 millones de jugadores , frente a los 70 millones de personas que jugaron Call of Duty en 2018. La serie CoD representa la mayoría de las reservas netas de su editor Activision Blizzard , que ascendieron a 2490 millones de dólares estadounidenses en el cuarto trimestre de 2021”, indican las cifras.
Para Pau Tassi, colaborador de Forbes y escritor especializado en gaming, durante el proceso que “ha estado en exhibición esta semana ahora es hipocresía documentada de Sony y total falta de idea de la FTC. Incluso si a primera vista es fácil decir 'este trato probablemente sea demasiado grande', nadie está haciendo un buen trabajo al presentar un argumento legal coherente para eso en la corte. Estaría genuinamente sorprendido si esto no siguiera el camino de Microsoft en este punto”.
Y aunque la balanza ya comienza a inclinarse hacia el lado de Microsoft, nada es seguro ahora, pues la empresa admitió durante el juicio que es probable que se retire. Lo cierto es que el veredicto final llegará, probablemente, hasta la próxima semana. Si la jueza Corley otorga a la FTC su orden judicial preliminar, es muy probable que el acuerdo termine para Microsoft a menos que esté dispuesto a renegociar con Activision Blizzard y luego enfrentar meses o incluso años del caso administrativo de la FTC contra la fusión. Esto implicaría el pago de $3 mil millones a Activision Blizzard.
En caso de que Microsoft salga victorioso, es probable que la FTC tenga una semana para apelar. Sin embargo, el obstáculo para Microsoft en esta situación seguirá siendo la CMA, el regulador del Reino Unido que bloqueó el acuerdo debido a preocupaciones sobre la nube y trató de retrasar el proceso de apelación de Microsoft de julio a octubre, justo en medio del caso de la FTC. Microsoft aún tendría que librar esa batalla, pero con el precedente detrás del actual juicio con el regulador estadounidense.