Urge un "manotazo en la mesa"; candidatos sin planes sobre TIC's: Ernesto Piedras
Uno de los grandes asuntos pendientes en la economía mexicana es una estrategia digital y un plan de conectividad remoto. Sin éstos, es imposible imaginarse el desarrollo de una sociedad y el crecimiento de la productividad en una economía y, por lo tanto, un futuro promisorio para sus habitantes.
Por ello es importante escarbar -entre las docenas de planes que han lanzado los candidatos presidenciales durante sus campañas en las últimas semanas- qué plantean al respecto quienes aspiran a gobernar México en el periodo 2024-30. The Competitive Intelligence Unit (The CIU) -una firma privada asentada en la Ciudad de México, dedicada a la investigación sobre las comunicaciones y la tecnología, hizo una labor pormenorizada al respecto. La conclusión en palabras de Ernesto Piedras, su fundador y director general, es lapidaria: Ninguno de los candidatos tiene una estrategia digital. "No la tienen", dice Piedras. "Son menciones aisladas y no un programa", sentencia en entrevista uno de los mayores expertos en el país sobre estos asuntos.
Ya la lista de pendientes, antes de llegar a la contienda electoral, era amplia: mercados concentrados no resueltos efectivamente por las autoridades de regulación y competencia, un órgano regulador de las telecomunicaciones diezmado; una pobre cultura colaborativa entre los reguladores de los mercados en los que más bien privan "los celos" por encima de los intereses de los ciudadanos, dice Piedras; un déficit de infraestructura; entre otros. "Toda esta dimensión tan importante no la veo reflejada en las campañas", en una muestra de la falta de relevancia de estos asuntos para el futuro gobierno, asegura en la conversación que se lleva a cabo en su oficina al sur de la Ciudad de México.
"¿Temor político? ¿soborno? ¿compra de conciencias? ¿de decisiones? Pareciera que por ahí va -dice sobre la relación entre las grandes empresas del sector y el gobierno- "pero vivimos en esa indefinición", advierte el experto. "Es un buen momento para un corte de caja, para un manotazo en la mesa. Para decir que necesitamos una política de telecomunicaciones". Y recuerda: "Ningún sector es tan transversal como las TIC's".
Arena Pública (AP): ¿Ve que los candidatos a la Presidencia le están dando al sector de las telecomunicaciones la importancia que tiene para el país?
Ernesto Piedras (EP): Anticipo una respuesta negativa, pero antes me cuestiono ¿qué son estas telecomunicaciones? Hoy podemos -en justo derecho- referirnos a nosotros mismos como el ser humano de la conectividad remota. La pandemia nos cambió la vida y, entre muchas otras lecciones, nos dejó ver lo diferente que es poder socializar, trabajar, estudiar, el comercio móvil, etcétera, en esta época contemporánea.
Toda esta dimensión tan importante no la veo reflejada en las campañas. No veo todavía pronunciamientos de las diferentes candidatas. Al inicio de las campañas, en el recuento que hemos hecho, las menciones eran muy bajas. Identificamos 50 variables importantes. De ésas, al inicio la candidata Sheinbaum y la candidata Galvez hacían mención al 20% y al 23%, respectivamente. Pero, a la fecha, en el último corte de caja que hemos hecho, el mayor número de menciones lo hace Gálvez con 48%. Sheinbaum hace un 40%, con temas diferenciados entre infraestructura institucional, equipamiento, e-commerce, educación, salud. Entonces sí sentimos que para la importancia que tiene nuestra conectividad, no le están dando relevancia.
Ya ni hablar de una agenda digital nacional o una estrategia digital nacional. No es que este sea un sector que requiera que le digan qué hacer, pero sí hay elementos de articulación que son muy necesarios. Sí sería muy bueno contar con una estrategia digital, una agenda digital. Sin buscar dramatizar, sí parecería que vamos en el sentido contrario a lo que las mejores prácticas del mundo están haciendo. Es decir, ni siquiera estamos frente a un plan de mediano plazo, una ruta que seguir en un sector que es estratégico para cualquier país.
La parte positiva es que el ciudadano va mucho más adelante que el gobierno. No tenemos que detenernos a esperar a que el gobierno se nos empareje como ciudadanos, como consumidores, como estudiantes, como profesores. Vamos millas adelante.
AP: Sobre el monitoreo que ha realizado de las propuestas de los candidatos a la Presidencia, ¿qué le ha llamado la atención para el siguiente sexenio?
EP: La candidata Sheinbaum básicamente refiere, va a sonar a cliché, más de lo mismo que la administración presidencial en turno. Habla de desaparecer al órgano regulador, lo cual preocupa porque no tenemos competencia y el mandato fundamental de ese órgano es gestar competencia. Casi podría decir que hemos sido muy incompetentes para gestar competencia, suena a juego de palabras.
El candidato Álvarez Mainez, en su experiencia como legislador hizo diversas propuestas muy cargadas del lado de la ciberseguridad, y las ha retomado en sus pronunciamientos, pero sigue siendo el que menos menciones hace al respecto.
Y la candidata Xóchitl Gálvez designó a un líder del tema dentro de su estructura con Enrique de la Madrid: Ernesto Flores, dedicado a temas de tecnologías de la información y telecomunicaciones. Está haciendo menciones de cobertura, por ejemplo, de conectividad y es en quien vemos ese 48% de menciones de las 50 variables que optamos por elegir.
Voy de nuevo: 48%, 40% y 23% nos dejan muy abajo de lo que debería ser un esfuerzo de Estado. Insisto, este es un sector que principalmente opera bajo el marco institucional, regulatorio, legal del Estado; pero sí padecemos esta fuerte desarticulación.
La parte positiva es que el ciudadano va mucho más adelante que el gobierno. No tenemos que detenernos a esperar a que el gobierno se nos empareje como ciudadanos, como consumidores, como estudiantes, como profesores. Vamos millas adelante.
AP: ¿Ninguno de los candidatos tiene un programa digital para los próximos seis años?
EP: La respuesta es no. Son menciones aisladas y no un programa. Yo le llamaría agenda digital, estrategia digital. No la tienen.
AP: El IFT está funcionando con cuatro de sus siete comisionados. ¿Cuál es su opinión de por qué el Ejecutivo y el Legislativo no se han interesado en cubrir estos espacios?
EP: Al jefe del Ejecutivo le incomodan los órganos autónomos con algún grado de independencia, por más que nos han dado señales de eficiencia. Por una parte, se eliminan las comunicaciones -de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes- y se incorpora a transportes; son mundos muy especializados cada uno de ellos. Y, por el otro lado, se mengua el capital humano del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Hay capital humano muy valioso en ese instituto.
Hoy ya son una minoría sin gran especialización y tienen dificultades. Sí, preocupa mucho. Tenemos el marco legal, tenemos revisiones bienales -que, por cierto, tardan entre 3 y 4 años; somos muy lentos en esas revisiones- y cuando hay evidencia de que ya enfrentan resistencia esas aplicaciones regulatorias, se deberían ajustar.
Y aquí ya nos estacionamos. La participación de mercado se estancó hasta recuperar el agente económico preponderante, Telmex, Telcel, América Móvil. Entonces sí habría que revisar esa regulación. Insisto: el objetivo no es tener preponderante o designación de un preponderante para siempre. El objetivo es gestar la competencia efectiva. Y mientras más pronto, mejor para los consumidores. Pero nos hemos estancado desde hace cuatro o cinco años.
AP: ¿Qué opina sobre las nuevas medidas que aplicó el IFT a Televisa como jugador preponderante?
EP: Las ví muy positivamente. Tenemos que dimensionar adecuadamente, porque cuando se hace la declaratoria de preponderancia a América Móvil, Telmex, Telcel, se le declara el preponderante en telecomunicaciones, y a Televisa en radiodifusión.
Pero Televisa, medido, por ejemplo, por ingresos, es una onceava parte de los ingresos de América Móvil. O sea, el peso económico está allá; mientras que el peso en influencia está en las pantallas. Por más que hoy nos creamos millennials y digamos que no vemos tele abierta, es lo más recurrido. Y escuchamos la radio. Entonces, las medidas van en la ruta correcta. Creo que por ahí sí ha habido una buena ganancia, pero en telecomunicaciones, no.
AP: ¿Las aceptará Televisa?
EP: Es el procedimiento. Suelen revisarlos, pueden objetar, pero siento que es una trayectoria anunciada, donde no hay grandes novedades; va a poder seguir operando.
AP: Se observa falta de colaboración o hasta discrepancia entre los órganos reguladores del Estado como el IFT y COFECE. ¿Qué opina de estas discrepancias, que pareciera competencia entre los órganos reguladores que no favorece alcanzar condiciones más equitativas, accesibles, justas y competitivas para los consumidores?
EP: Suscribo totalmente la narrativa y la extendería a decir que no es privativo de las telecomunicaciones. Lamentablemente, si volteamos al sector de la energía vemos a una reguladora de energía con un CFE y Pemex que siempre la ven hacia abajo. Entonces, carecemos de esa actitud colaborativa, articuladora, en otros campos de las infraestructuras. Y el caso de las telecomunicaciones no está exento.
Desde mis zapatos veo muchos celos. Porque veo, muchas veces, que cuando sale el tema de contenidos, lo pelean y se lo quieren apropiar.
carecemos de esa actitud colaborativa, articuladora (de los órganos reguladores del Estado) en otros campos de las infraestructuras. Y el caso de las telecomunicaciones no está exento. Desde mis zapatos veo muchos celos.
AP: ¿Qué hacer con esto? Se ha dicho que no es tanto de leyes o de regulaciones, sino de algo más complejo: de cultura colaborativa entre las distintas entidades del Estado.
EP: Pienso en varios pasos, el primero, la revisión del corpus legal. Decíamos que la tecnología cambia, entonces, si decimos que esta reforma telecom lleva una década, la revisaría. Por cierto, la Ley Federal de Telecomunicaciones estuvo a punto de cometer un error inmenso porque hablaba del derecho básico del ciudadano a la banda ancha. Y la banda ancha es una aplicación tecnológica que hoy existe, pero tal vez en tres años ya no.
Entonces, hacer una revisión de qué tan actualizados estamos al respecto. Pero no basta tener la ley, sino garantizar que se aplique. Y pareciera que no estamos aplicando a cabalidad ese corpus legal que tenemos en el sector de telecomunicaciones.
AP: ¿Ha abordado alguno de los tres candidatos el tema de la preponderancia de América Móvil o Televisa? ¿Ve si alguno de los candidatos va a modificarla?
EP: No ha habido directamente menciones que hayamos identificado acerca de la preponderancia. La “anti mención” que sí identifico es la de la candidata Sheinbaum, porque si habla de eliminar, desaparecer, al Instituto Federal de Telecomunicaciones, que es el regulador encargado de aplicar el marco para la preponderancia, pues me parecería que iría como anti regulación. Me imagino que eventualmente tendrá la iniciativa de crear otro instituto, pero como profesional de este campo, más que desaparecerlo, lo fortalecería.
No sé si será incluso un temor político, pragmático, de decir, “le vamos a endurecer esa camisa de fuerza que le hemos intentado poner al preponderante, pero no se nos vaya a enojar ese grupo empresarial y vengan en contra de nosotros”. Entonces ha sido un discurso muy pálido, muy pasivo.
AP: ¿Qué es lo que debe tener una estrategia nacional para que sea eficaz?
EP: Son varios elementos: Uno es infraestructura, somos un país con déficit de infraestructura. Otro sería los dispositivos, no ser un país de chatarra tecnológica y vamos en muy buena ruta. Somos un país que previo a la pandemia en teléfonos inteligentes, 66% eran lo que en la industria se denomina “gama baja”, o sea: batería muy acotada, procesador muy limitado, bajos megapíxeles, resolución, etcétera. Hoy, esa es una muy buena noticia, que no la ha hecho el gobierno, la ha hecho la industria y la ha hecho el consumidor: 81% de los equipos son de gama media y alta, y esa gama media es muy poderosa. Entonces, la otra lección que nos dejó la pandemia es: necesitamos mejores equipos, porque ya navegamos todos.
El siguiente elemento es la iluminación de señal, que la señal llegue a todos lados. El otro son contenidos, para lo que queramos, sea entretenimiento, educativos, productivos, etc. Y lo último que diría sería asequibilidad, que sea accesible en precio.
AP: Éste es un terreno de grandes jugadores con mucho poder y pareciera que están frente a un Estado “timorato”. ¿Acaso la falta de propuestas de los candidatos presidenciales, que señala, es una respuesta a un juego político, o dónde estamos parados?
EP: Me quedo con el término timorato, pero peor: captura. Entonces, ¿es un temor político? ¿Un soborno? ¿Una compra de conciencias, de decisiones? Pareciera que por ahí va, pero vivimos en esa indefinición. Agrego un punto a ese carácter “timorato” o “capturado”. Lo decíamos al inicio: no existe una política fiscal, ni una política digital, ni una estrategia digital.
Si la tuviéramos en su lugar y si tuviéramos un vocero que fuera el IFT o un ministerio de telecomunicaciones, podría voltear y dar “un manotazo en la mesa” con Hacienda y decirle: “perdóname pero me encomendaste administrar un sector y estás lastimando su operación, no cobres así por el uso del espectro”.
Entonces, sí es un buen momento para un corte de caja, para un “manotazo en la mesa”, para decir que necesitamos una política de telecomunicaciones: que tenga política de educación de telecomunicaciones, de salud en telecomunicaciones, o una política fiscal de telecomunicaciones. No hay al día de hoy, prácticamente, ningún sector que sea tan transversal como el de las TIC´s (Tecnologías de la información y las comunicaciones).
Este manotazo ya lo damos los ciudadanos y las empresas, afortunadamente. Hay un gran ausente en esta fiesta, que es el gobierno; y creo que debemos seguir haciendo nuestra fiesta, dejándole la dirección al gobierno. ¡Llega a la fiesta el día que quieras! Pero mientras tanto, la fiesta de la sociedad y la fiesta de la industria y del aprovechamiento siguen.