Tras la pandemia, crear ciudades inteligentes será más importante
La crisis sanitaria y socioeconómica por la propagación de la nueva cepa del coronavirus provocó que las autoridades de todo el mundo dieran mayor relevancia al desarrollo de ciudades inteligentes (smart cities).
Una de las razones de ello es que las ciudades inteligentes cuentan con mayor resiliencia para abordar problemáticas graves como la pandemia, debido a que se encuentran más avanzadas en el uso de tecnología y datos para gestionar servicios y generar bienestar.
De acuerdo con el estudio Soluciones de ciudades inteligentes para un mundo más riesgoso, de ESI ThoughtLab, Oracle, Deloitte e Intel, el 65 por ciento de altos funcionarios de 167 metrópolis en 82 países considera que la principal lección aprendida durante la contingencia fue que los programas de ciudades inteligentes son cruciales para el futuro.
A lo largo del último año, la pandemia por la covid-19 ha sido la mayor conmoción que han enfrentado las ciudades, donde se concentran los casos de contagio. Las urbes tuvieron que reconfigurarse, cambiaron los patrones de consumo, de movilidad y en general la forma de vida de los ciudadanos.
Si se construyen ciudades inteligentes como un tema prioritario, las ventajas se observarían en los niveles de seguridad, la eficiencia energética, la calidad de la salud, la movilidad y varios otros ámbitos que están alineados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.
Por lo tanto, ahora que el mundo atraviesa esta crisis, las ciudades reconsiderarán la planificación urbana, el uso del espacio, la movilidad, los servicios digitales, los servicios públicos y todos aquellos elementos de la vida que se han experimentado cambios ante las turbulencias, advierte el informe.
En América Latina, nueve de cada 10 ciudades proyectan que tendrán que rediseñar la planificación urbana y la distribución de los espacios. Por ejemplo, en la Ciudad de México ―la segunda ciudad más poblada de la región, después de Sao Paulo―tradicionalmente se han concentrado las fuentes de trabajo y existe una alta densidad poblacional, pero ahora más personas han podido desplazarse a otros lugares si existe la posibilidad de trabajar a distancia.
Las ciudades inteligentes ya son una realidad en el mundo, pero el grado de transformación de las metrópolis es distinto en cada región y país, y aún hay mucho por avanzar en cuestiones como la adopción tecnológica, financiamiento, liderazgo del gobierno con políticas públicas.
Por ejemplo, la Ciudad de México, Montevideo (Uruguay), Bogotá (Colombia), Sao Paulo (Brasil) y Buenos Aires (Argentina) apenas llevan un 22 por ciento de progreso en el camino hacia ser ciudades inteligentes. Otras como Monterrey (México) y Santiago de Chile registran un avance más alto de 58 por ciento, según ESI ThoughtLab.
Aunado a lo que falta por recorrer, uno de los mayores desafíos que los gobiernos y el sector privado deberán abordar en el proceso es la ciberseguridad. A medida que las urbes invierten más en tecnologías digitales, también están expuestas a un mayor número de riesgos y ataques que pueden afectar a los ciudadanos. Por ello, el estudio recomienda que la seguridad cibernética tiene que ser un eje en los proyectos de las ciudades inteligentes.
*Este artículo se publicó originalmente en digitalpolicylaw.com. Arena Pública lo reproduce bajo completo consentimiento.