Pese a regulaciones, América Móvil no cede como jugador preponderante en telecom
A ocho años de haber sido declarado actor preponderante del mercado, América Móvil se mantiene como un gigante difícil de derribar o, por lo menos, domar.
En 2013, con la entrada en vigor de la Reforma en Telecomunicaciones el recién creado Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) inició un proceso para designar a Televisa y América Móvil como actores preponderantes del mercado, es decir, que concentran un porcentaje superior al 50% de participación en el mercado medido por número de usuarios, suscriptores, audiencia o tráfico de redes.
Con la designación el IFT ordenó la medida de “medidas asimétricas”, es decir, acciones a las que estaría sometida la megaempresa del magnate Carlos Slim para poder reducir su participación en el mercado y permitir una mayor competencia en beneficio del consumidor. Sin embargo, a casi una década de iniciado el proceso, los principales competidores de América Móvil denuncian que la regulación no ha sido suficiente.
Durante su participación en la Convención Nacional de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti) 2022, las cabezas de AT&T, Megacable, Telefónica y American Tower en México, hicieron el llamado a las demás compañías del sector de exigir una política regulatoria que ponga un piso parejo con la empresa de la que forman parte Telmex y Telcel.
La directora general de AT&T, Mónica Aspe, quién ha sido una fuerte crítica a la posición dominante de América Móvil, señaló que la industria no podrá resistir las inversiones para introducir en el país las nuevas redes 5G, mientras un agente económico continúe llevando una desproporcionada “rebanada del pastel” por causa también de una política regulatoria insuficiente para asegurar la competencia del sector.
Las críticas de Aspe no están fuera de la realidad. Cuando fue declarado actor preponderante, la empresa de Slim contaba con alrededor del 66.1% de participación total en el mercado, aunque por servicios esta cifra crecía a 67.1% en la telefonía fija y 70.1% en la telefonía móvil.
Tres años después la empresa de Slim Helú pasó a un control de 60.1%, una reducción de 6 puntos, dos puntos por año con lo que se estimaba que sólo se requerirían ocho años para lograr un equilibrio en el mercado de telecomunicaciones. No obstante, el impulso inicial se apagó rapidamente.
Para diciembre de 2020, América Móvil concentró el 58.6% del mercado de telecom, según el último análisis de preponderancia del IFT. Esto significa que el ritmo de desconcentración del mercado pasó de reducirse en 2 puntos porcentuales anuales a tan sólo 0.4 puntos porcentuales anuales, un ritmo al que, de mantenerse, el gigante de las telecomunicaciones no dejaría la etiqueta de preponderante en los próximos 20 años.
La fortaleza de América Móvil es tal que, incluso uniendo las cuatro empresas que participaron en el foro con sus 85,000 kilómetros de redes de fibra y 8,000 radiobases, más los 50 millones de consumidores en fijo y móvil y la facturación combinada de 2,200 millones de dólares que lograron reunir en el último trimestre del 2021, seguirían siendo el segundo operador de México.
“Tenemos veinte años trabajando con infraestructura pasiva y con los modelos de compartición, pero queremos que las condiciones existan para todos. Queremos jugar un futbol no sólo con árbitro justo, sino también con la cancha y los equipos equilibrados” señaló Guillermo Cordera, director general de American Tower México.
Mientras IFT se debilita, América Móvil se fortalece
El mensaje de Aspe estuvo dirigido al Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), y si bien fue crítica de la regulación, pidió no desaparecer al organismo. Por el contrario, llamó a fortalecerlo en medio del reciente proceso de desmantelamiento al que ha sido sometido.
Mientras el IFT ha sido sujeto de una retórica agresiva por parte del presidente Andrés Manuel López Obrador, omisión en el nombramiento de los miembros de su pleno, así como de abandono de su fortalecimiento financiero, el actor preponderante ha gozado de un posición mucho más privilegiada y regulaciones laxas en comparación al sexenio anterior.
Carlos Slim incluso forma parte del consejo de asesores del presidente López Obrador, siendo uno de los empresarios que se ha mostrado más cercano al jefe del ejecutivo, pronunciándose a favor de él en más de una ocasión.
Si bien el gobierno ha bloqueado la intención de Slim de expandir aún más su imperio de telecomunicaciones con su intento por ofrecer servicios de televisión de paga, se ha permitido a la empresa ser la punta de lanza de las redes 5G en el país así como entregado más del 70% de contratos por servicios de telecomunicación a Telmex bajo la modalidad de Adjudicación Directa.
Así, pese a las regulaciones impuestas, América Móvil continua creciendo por encima de sus competidores. En 2021 la mayor empresa de telecomunicaciones de la región registró una utilidad neta de 196,025 millones de pesos, un crecimiento de 318.4% y un flujo operativo (EBITDA) 6.7% mayor que en 2020.
Según el IFT, será hasta diciembre de este año cuando se publique la tercera revisión bienal en el sector de telecomunicaciones para evaluar el impacto, en términos de competencia, de las medidas impuestas al Agente Económico Preponderante y evaluar posibles modificaciones a las medidas asimétricas impuestas.
Sin embargo, la permanencia del IFT, así como de otros organismos autónomos, continua pendiendo de un hilo conforme López Obrador sigue bloqueando la designación de los nuevos miembros del pleno y, con ello, sus labores regulatorias.
