México sin estrategia para atender rezago educativo tras la pandemia
El rezago educativo que sufrieron los niños y jóvenes del país causado por la pandemia fue grave. Pero más grave aún es la falta de respuesta para resolver esta problemática a nivel federal una vez que lo peor de la pandemia ha pasado.
Más de medio millón de estudiantes dejó la escuela después de la pandemia por Covid-19, mientras que la pérdida de escolaridad efectiva promedio fue de al menos dos años y dos meses, según estudios recientes sobre el asunto. Frente a ello, las autoridades de educación federal aún no se han pronunciado, ni se han a conocer acciones específicas para revertir los destrozos que causó la pandemia en la educacion, y el futuro, de millones de niños y jóvenes del país.
“El país está navegando a ciegas en materia de cuál es el impacto y cómo corregir ese impacto en los aprendizajes de los alumnos derivados de la pandemia", dijo Marco Fernández, profesor-investigador y coordinador de la Iniciativa de Educación con Equidad y Calidad de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (TEC de Monterrey)
"A eso -añadió Fernández en entrevista- se suman problemas serios, como por ejemplo las afectaciones emocionales que han tenido los chicos y en donde, otra vez, las estrategias por parte de la autoridad son muy precarias para ayudar a la capacitación de los docentes para contener emocionalmente a sus alumnos y que esto no complique aún más los aprendizajes”.
Una de las afectaciones se revela en la reducción de la matrícula en las escuelas. La mayor reducción de la matrícula se dio a nivel preescolar (con 13%) y en educación media superior (con 7%), que suma tres años con caídas, de acuerdo al informe Educación pospandemia, ¿cómo va el regreso a clases?, que publicaron el think tank México Evalúa y el TEC de Monterrey recientemente. El mismo informe señala que la mayor reducción en las matrículas se dio en las escuelas privadas con 26%.
Para el investigador, experto en temas de políticas públicas sobre educación y consultor para el Instituto del Banco Mundial, México perdió año y medio de aprendizajes tras el cierre de las escuelas, siendo los más afectados aquellos estudiantes que ya presentaban problemas anteriores a la pandemia o los mas pobres.
Los cálculos del informe son coincidentes con otros reportes recientemente publicados sobre los impactos de la pandemia en la educación en México. Investigadores del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) dieron a conocer que la pérdida de escolaridad efectiva promedio fue de, por lo menos, dos años y dos meses, mucho mayor al estimado por el Banco Mundia a tres meses de iniciada la pandemia, según cita Rodolfo de la Torre, director de Desarrollo Social del CEEY, en un artículo reciente.
La calidad de la educación en México ya adolecía de problemas previos a la llegada de la pandemia, que se reflejaban en diversas evaluaciones como la prueba Pisa. Pero el largo cierre de las escuelas y la implementación repentina de la educación a distancia agravó esa condición.
“El sistema educativo mexicano tenía problemas serios, en particular en la calidad educativa, [...] se ha reflejado en que un número mayoritario de chicos no comprende lo que lee, tiene problemas para poder aprovechar las herramientas o los conocimientos matemáticos; esos eran problemas que ya estaban antes de la pandemia. Llega la pandemia, vemos que hay deficiencias muy serias en la forma en que la autoridad enfrenta el reto educativo de mantener algún tipo de contacto en la educación a la distancia”, señala Fernández, quien también coordina el programa de Educación y Anticorrupción en México Evalúa.
Las consecuencias: perpetuar el círculo de desigualdad y pobreza
Las pérdidas en escolaridad efectiva tendrá consecuencias de corto plazo en la propia escuela y los alumnos, pero en el mediano y largo plazos las consecuencias recaerán sobre la extinción de oportunidades y la reducción de posibilidades laborales.
Y es que existe un mercado adverso para los estudiantes con trayectorias educativas incompletas como lo señala el propio informe de México Evalúa y el TEC de Monterrey: 40% de los graduados de media superior técnica ganan entre uno y dos salarios mínimos; además 30% de los hombres y 20% de las mujeres graduadas de la técnica superior se mantienen desempleados de 3 a 6 meses, entre el 40% y el 50% no cuentan con seguridad social.
“Si no tienes estudios o trayectorias educativas completas, este tipo de oportunidades laborales a las que tú puedes aspirar como persona, en consecuencia, los salarios que vas a tener, son muy precarios. Eso termina perpetuando un círculo de desigualdades y de pobreza”, sentencia Fernández.
Los estudiantes no cuentan con el perfil demandado por el mercado actual. Cuentan con poco dominio de habilidades digitales o inglés, los costos y beneficios de capacitarlos no son atractivos para las grandes empresas, además el costo por estas capacitaciones es cada vez mayor.
Ante estos desafíos el presupuesto e inversión en la educación sigue siendo insuficiente. “No hay partidas específicas para sostener clases a distancia por medios tecnológicos”, señala el estudio. Lo que es peor. Las partidas presupuestales para 2022 destinadas a la educacion han empeorado, según consigna el informe con información del Presupuesto de Egresos de la Federación para este año. “Actualmente -dice el informe- solo se invierte el 7% de los recursos que se erogaron en 2018 para la capacitación docente y en lo que va del sexenio hay un recorte acumulado en este rubro de 89%”.
Sin recursos, las acciones para contrarrestar los graves efectos que produjo la pandemia en la educación son inexistentes. “El Programa de Escuelas de Tiempo Completo que uno pensaría que es lo que necesitaría justo para poder ir recuperando los aprendizajes que se dejaron de desarrollar por la educación a distancia, no aparece en la ecuación”, dijo Marco Fernández.
La Secretaría de Educación Pública propuso para el próximo ciclo escolar una nueva reforma al plan de estudios, que ha sido fuertemente criticada por los expertos en educación, y que no contempla los efectos de la pandemia en el aprendizaje de los niños y jóvenes. Cuestionado al respecto, el investigador señala que el nuevo plan de estudios "es político", pues no reconoce el problema en la caída de la matrícula ni plantea estrategias para resolverlo.
Ahora el reto será implementar estrategias para recuperar el aprendizaje perdido. El reporte de México Evalúa y el TEC de Monterrey destaca “priorizar a los alumnos con mayor rezago y vulnerabilidad, impulsar un currículo flexible y centrado en los aprendizajes imprescindibles, formación continua docente y directiva, y estrategias remediales de aprendizajes disciplinares básicos y técnicos”; además de talleres para reforzar los aprendizajes, evaluaciones diagnósticas y seguimiento.
En Nuevo León se implementó un programa de tutorías a 5 mil 991 estudiantes y a 578 directores y profesores de bachilleratos públicos con la participacioín de mil 930 tutores del Tecnológico de Monterrey. Los resultados han sidos satisfactorios con mejoras de 5 puntos en promedio (para primero, segundo y tercer año de bachillerato) en los aprendizajes. Particularmente hubo una mayor mejora en mujeres y estudiantes con mayor rezago, da cuenta el reporte.
“Decir que les importa la educación y no desarrollar estrategias para resolverlo, sirve de muy poco”, concluyó Fernández.