A mayor educación, más fuerte cayó el ingreso; a menor educación, más grande el alza: INEGI
La población con mayor educación ha visto reducido fuertemente sus ingresos en los últimos seis años, mientras que ha ocurrido todo lo contrario con aquellos que tienen menores grados educativos en México, un fenómeno detrás del cual estarían las mayores transferencias y la persistencia de la informalidad en el mercado laboral.
Entre 2016 y 2022, la población que tiene algún grado de instrucción de nivel primaria, incrementó sus ingresos en 34.4%, mientras que aquellos que tienen secundaria completa o incompleta vieron incrementar sus ingresos en 19.9%, con cifras constantes, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2022 que dio a conocer este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). La ENIGH se lleva a cabo cada dos años.
Sin embargo, ocurrió todo lo contrario con aquellas personas que poseen un grado educativo de nivel medio superior o superior. Aquellos que tienen algún grado de instrucción de nivel preparatoria vieron caer sus ingresos en (-)1.2% en el periodo, mientras que los ingresos de la población con estudios profesionales completos o incompletos cayeron en (-)13.7%, y quienes realizaron estudios de posgrado vieron una caída en sus ingresos de (-)34.2% entre 2016 y 2022.
De acuerdo con Rodolfo de la Torre, director de Movilidad Social del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY) y economista experto en desigualdad, pobreza y desarrollo, el marcado contraste en la evolución reciente de los ingresos por nivel de estudios de la población en México, se explicaría por "dos posibles razones. 1. Las personas con menor nivel educativo habrían recibido más transferencias de ingreso (remesas y programas sociales). Y 2. Ha aumentado más la oferta de trabajo de alto nivel educativo que su capacidad de absorberlo en empleos bien remunerados, debido a la persistencia de la informalidad laboral".
Ingresos de mujeres, avanzan
Las cifras de INEGI también muestran que en los seis años referidos se dio una reducción en la brecha de género por ingresos, según el nivel de instrucción de la población, debido a un mayor crecimiento en los ingresos de las mujeres según su nivel educativo.
Mientras que los hombres con estudios de posgrado vieron caer su ingreso en (-)43.3% entre 2016 y 2022, los ingresos de las mujeres con ese mismo nivel de escolaridad cayeron (-)4.0%. Lo mismo ocurrió con aquellos que tienen estudios a nivel profesional: Los hombres vieron caer su ingreso (-)16.3%, mientras que la caída en las mujeres fue de la mitad (-)8.1%.
La tendencia favorable al ingreso de las mujeres en este periodo se mantuvo con aquellas que poseen estudios de secundaria y primaria. Las primeras vieron crecer su ingreso en 26.7% y las segundas en 39.4%. Mientras que el ingreso de los hombres con estudios de secundaria creció 16.9%, los que poseen estudios de primaria crecieron sus ingresos en 31.3%.
Con estos resultados de la encuesta que realizó INEGI, entre más de 105 mil viviendas en el país en 2022, se obtiene que la relación entre los ingresos de hombres y mujeres para aquellos que poseen estudios de posgrado, se redujo de 2.5 veces en 2016 a 1.4 veces en 2022. Si bien la brecha de ingresos por género en este segmento de educación sigue siendo alta, ésta ha sido la mayor reducción observada para un periodo similar.
En la población con estudios profesionales, secundarios y primarios, la brecha de ingresos entre hombres y mujeres se redujo de 1.5 a 1.4 veces en el primer caso, y de 1.8 a 1.7 veces en el segundo y tercer caso. A nivel preparatoria, la brecha de ingresos se mantuvo en 1.5 veces.
Los 10 puntos clave
La ENIGH recoge cada dos años una gran cantidad de información sobre los ingresos y gastos de los mexicanos en todo el territorio nacional, y es la mas amplia fuente de información sobre el comportamiento de la economía de los hogares en el país.
Con la información dada a conocer este miércoles por el INEGI, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) -un think tank especializado en las finanzas públicas- publicó diez puntos clave sobre la ENIGH:
INGRESOS: De 2018 a 2022, el ingreso corriente por hogar creció 4.6%, pasando de 60,916 pesos a 63,695, donde el decil X fue el único con menores ingresos promedio (-2.2%)
CONSUMO: De 2018 a 2022 el gasto corriente monetario creció 2.1%, se destaca que el gasto del I decil creció 19.3%, mientras que el X decil tuvo una reducción del 4.6%.
COEFICIENTE DE GINI: El coeficiente de Gini sobre ingresos sin transferencias disminuyó de 0.475 a 0.460 entre 208 y 2022 (menor concentración de los ingresos).
PENSIONES: La proporción de mujeres que reporta tener una pensión contributiva aumentó de 42% en 2018 a 44.3% en 2022. Sin embargo, las mujeres siguen recibiendo una pensión 21% menor que los hombres.
EDUCACIÓN: Hay 700 mil 164 estudiantes menos que en 2018. La mayor reducción es en preescolar y primaria. El gasto educativo, las horas de estudio, y los beneficiarios de becas en los primeros deciles de ingreso continúan por debajo de los niveles de 2018.
SALUD: Cae en 13.4 millones de personas la población autorreportada a instituciones públicas. El porcentaje respecto a la población total se mantiene al nivel de pandemia, pasó de 61.5% en 2020 a 61.0% en 2022. Seis de cada 10 personas que recibieron atención, lo hicieron en el sector privado.
ENERGÍA Y MEDIO AMBIENTE: El gasto promedio de los hogares en combustibles en 2022 fue de 906 pesos mensuales. Esto representó un aumento en el gasto por este concepto de 5.5% respecto a 2018 y de 29.3% respecto a 2020.
INVERSIÓN: El gasto per cápita trimestral para vivienda en 2022 fue 581.5 pesos en cuenta pública y 1,945.2 pesos en la ENIGH. Esto indica que las personas gastan en vivienda 3.3 veces más que el gobierno.
SUBNACIONAL: El gasto per cápita de los hogares en impuestos, predial y otras cuotas fue, en promedio, de 208.5 pesos. El gasto va desde 65.7 pesos per cápita en Tabasco, hasta 868.7 pesos en la Ciudad de México.
CUIDADOS: En 2022 las mujeres dedicaron 11.3 más horas en promedio a la semana que los hombres, a cuidar a un tercero que requiere cuidados sin remuneración. Esta diferencia se mantiene desde 2018.