Habilidades de los egresados ya no coinciden con las que demanda el mercado laboral
Si bien el acceso a la educación superior en México ha mejorado en los últimos años, ello no siempre significa que los egresados cuenten con las habilidades que demanda el mercado laboral.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) señala que “hay señales de que la oferta de habilidades de los graduados ya no coincide con la demanda de habilidades en el mercado laboral”. Y agrega que “el desajuste cuantitativo de las calificaciones se está convirtiendo en un problema grave en muchos países, lo que compromete la productividad, el crecimiento y el aumento continuo de la prosperidad”.
Y México no es la excepción, pues de acuerdo con el estudio "¿La educación superior enseña a los estudiantes a pensar críticamente?", solo el 2% de los estudiantes alcanzó el nivel “avanzado” de los niveles de destreza para las habilidades genéricas (pensamiento crítico, razonamiento analítico, resolución de problemas y comunicación escrita). En contraste, el 37% se encuentra en el nivel básico y 31% es competente.
Sin embargo, esta brecha aumenta al analizarlo por desempeño promedio, donde 1 es el valor de puntaje promedio más alto y 14 es el más bajo. El 9% de los estudiantes desarrolla estas habilidades en un nivel avanzado, frente al 1% de la institución con peor promedio.
Así mismo, en las instituciones con un promedio medio, entre el 39% y 41% tienen un desarrollo competente de estas habilidades genéricas. No obstante, sólo entre el 2% y el 5% las desarrollan de forma avanzada.
En este sentido la OCDE apunta que “aún más significativo es el desajuste cualitativo entre la demanda de habilidades generada por la realidad económica y social en los mercados laborales y las sociedades, y la oferta de habilidades por parte de las instituciones de educación superior.”
Y si bien la tasa de cobertura alcanza el 38.4%, aún está 10 puntos porcentuales (pp) por de debajo de los países de Latinoamérica y más de 30 pp por debajo del promedio de la OCDE, pero sobre todo “los empleadores y las organizaciones económicas expresan cada vez con más fuerza que ya no confían en que los graduados hayan adquirido las habilidades necesarias para el lugar de trabajo del siglo XXI”.
Y es que el sistema educativo a nivel superior “carece de diversidad de campos y niveles de estudio, ya sea en términos de disciplinas específicas o áreas interdisciplinarias”, pero no solo eso, también “los resultados nos empujan a reflexionar sobre el diseño mismo de los propios programas educativos y las formas en que se está enseñando la materia”, se lee en el informe de la OCDE.
Agrega que esta brecha también obedece a factores socioeconómicos, niveles de oferta y demanda educativa, así como a la preparación de los profesores, por lo que es necesario “analizar los demás recursos con los que cuentan los programas educativos para su labor a fin de comprender en qué medida estos pueden haber influido en los resultados de aprendizaje resultantes”.
Pero, sobre todo, se “necesita mejorar tanto en competencias generales como específicas, así como en fomentar el desarrollo de las “soft skills” a través de métodos de aprendizaje activo que tanto valoran los empresarios, advierte la OCDE.
Además, en México solo el 23% de la población entre los 25 y 34 años cuentan con un título de educación superior, por debajo del promedio de 44% de la OCDE.
No obstante, la OCDE concluye que “si bien ha mejorado el acceso a la educación superior de un mayor número de jóvenes de estos sectores regionales desatendidos, sus menores niveles de desempeño cognitivo ponen en peligro su capacidad para permanecer en la escuela y concluir con éxito sus estudios [...] lo que queda por hacer es asegurar que las pruebas continúen”.