El poder de la IA

La Cumbre de Acción sobre Inteligencia Artificial (IA), celebrada en París los días 10 y 11 de febrero, tuvo como objetivo establecer bases científicas, soluciones y normas para una IA más sostenible, orientada al progreso colectivo y al interés público.
Copresidido por la India, el evento se basó en los avances logrados en la Cumbre de Bletchley Park (noviembre de 2023) y en la Cumbre de Seúl (mayo de 2024), reuniendo a líderes mundiales, ejecutivos tecnológicos y representantes de la sociedad civil para debatir sobre el desarrollo y la regulación de la IA.
Hitos clave de la cumbre
- Inversión significativa en IA: El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció una inversión de 109,000 millones de euros en IA, con el propósito de fortalecer la posición de Europa en un sector dominado por Estados Unidos y China.
- Declaración sobre IA inclusiva y sostenible: Un total de 60 países, incluyendo Francia, China e India, firmaron un compromiso por una IA "abierta, inclusiva, transparente, ética, segura y digna de confianza". Sin embargo, Estados Unidos y el Reino Unido optaron por no adherirse, argumentando que una regulación excesiva podría frenar la innovación.
- Debate sobre regulación y seguridad: Mientras que la Unión Europea, liderada por Francia, abogó por una regulación equilibrada que garantice transparencia y seguridad en el desarrollo de la IA, Estados Unidos enfatizó las oportunidades económicas y advirtió sobre los riesgos de una sobrerregulación.
De la seguridad al optimismo
Las preocupaciones sobre la seguridad fueron reemplazadas por el optimismo: esta fue la principal conclusión de la cumbre. Aunque persistieron divisiones entre las principales potencias, el tono del evento contrastó con reuniones previas. En tan solo dos años, la agenda ha cambiado de manera significativa.
La primera cumbre global sobre IA, celebrada en Bletchley Park en 2023, se enfocó en los riesgos tecnológicos. La segunda, en Seúl (2024), avanzó en compromisos voluntarios de seguridad con actores clave como OpenAI, Google, Meta y sus equivalentes en China, Corea del Sur y Emiratos Árabes Unidos. En aquel momento, los gobiernos y las empresas acordaron que la cumbre de 2025 en París sería el espacio para definir "líneas rojas" y umbrales de riesgo en IA.
Pero esa visión quedó atrás. En este último evento denominado Cumbre de Acción de la IA, la prioridad giró hacia la expansión del sector y la captación de inversiones. En la declaración final no se mencionaron riesgos significativos ni estrategias de mitigación, un hecho alarmante.
Como cierre del evento, el vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, dejó clara esta nueva perspectiva al declarar: "No estoy aquí esta mañana para hablar de la seguridad de la IA, que era el título de la conferencia de hace un par de años. Estoy aquí para hablar de la oportunidad de la IA". Por su parte, Emmanuel Macron promovió una visión abiertamente proempresarial, subrayando la importancia de la innovación y la competitividad global en este campo.
La aceleración de los avances en IA
Este cambio de enfoque ocurre en un contexto de avances cada vez más rápidos en IA. Aproximadamente un mes antes de la Cumbre de 2025, OpenAI presentó un modelo de "agente" capaz de realizar tareas de investigación con un nivel similar al de un estudiante de posgrado competente. Paralelamente, investigadores de seguridad demostraron por primera vez que los modelos de IA más recientes pueden engañar a sus creadores y replicarse para evitar modificaciones.
Muchos científicos independientes especializados en IA coinciden ahora con las previsiones de las propias empresas tecnológicas: en los próximos cinco años podría desarrollarse una IA de nivel sobrehumano, con efectos potencialmente catastróficos si no se resuelven las cuestiones pendientes en la investigación sobre seguridad.
A pesar de estas evidencias, el cambio en la narrativa responde a la competencia geopolítica por la IA y su poder estratégico, relegando el debate sobre salvaguardas regulatorias a un segundo plano.
Europa y su apuesta estratégica
La estrategia europea busca atraer inversores y empresas tecnológicas a "elegir Europa y Francia para la IA", destacando su ventaja energética basada en la energía nuclear, en contraste con el modelo estadounidense dependiente de combustibles fósiles. Macron ironizó sobre esta diferencia con un comentario dirigido a su homólogo estadounidense: "Tengo un buen amigo al otro lado del océano que dice 'drill, baby, drill'. Aquí no hay necesidad de perforar. Es enchufar, enchufar, enchufar. Hay electricidad".
Reflexiones finales
¿Qué nos deja esta cumbre? A manera de colofón, algunos puntos clave:
- Europa apuesta por consolidarse como un actor central en la gobernanza de la IA, equilibrando regulación con competitividad. Desde su perspectiva, la cooperación internacional será esencial para definir el impacto de la IA en la sociedad en las próximas décadas.
- La IA se ha convertido en un nuevo eje de poder global, reconfigurando las relaciones internacionales con Estados Unidos, China y Europa compitiendo por la supremacía tecnológica.
- La capacidad de un país para desarrollar y regular la IA define su influencia geopolítica, en una dinámica similar a la que tuvieron el petróleo y la energía en el siglo XX.
- La falta de consenso sobre la regulación de la IA evidencia la lucha por definir las reglas del juego global, con una tensión creciente entre innovación y control ético.
La Cumbre de París marcó un antes y un después en la forma en que la IA es discutida a nivel internacional. La pregunta que queda abierta es: ¿cuánto estamos dispuestos a sacrificar en términos de seguridad y regulación para priorizar el crecimiento de esta tecnología?
Referencias de interés
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