Querétaro, en ruta a ser referente mundial de Data Centers
Mientras Latinoamérica se digitaliza, México se convierte en un puente clave que la industria de los Data Centers no puede desaprovechar.
Particularmente Querétaro está en camino en convertirse en un referente mundial de esta industria, conforme llega un mayor número de inversiones y de mayor magnitud. En el reporte “Datacenters Global Market Comparison 2021”, elaborado por la firma Cushman & Wakefield, el estado apareció por primera vez, volviendo a México el primer mercado no estadounidense o canadiense en aparecer en el estudio.
Según la consultora en tecnologías de la información Gartner, el gasto en servicios de data center aumentará un 7.4%, situándose en los 191,648 millones de dólares durante el 2021, lo que constituye una oportunidad de impulso para que México amplíe su participación en el mercado.
Los Data Centers o Centros de Datos, son enormes instalaciones equipadas con servidores, ventiladores, conexiones y otros recursos para mantener una red o un sistema de computadoras de alta potencia, que permiten guardar, procesar e intermediar la información y datos de una o más empresas.
Series, películas, cuentas bancarias, correos, fotos y cualquier otro contenido en línea no solo se encuentra en internet, sino que descansan dentro de los Centros de Datos dónde reside la información de cada una de las empresas que se deciden aventurarse al mundo digital, sean gigantes tecnológicas o pequeños negocios que crearon su propia página web.
En México, uno de los usos principales de los Data Centers está en el comercio electrónico, que según Carlos Arochi, director para Latinoamérica de Network Infrastructure, está creciendo a un ritmo de 33% anual.
Pero el verdadero mercado de las industrias está entre los jugadores de las ligas mayores como las compañías de software internacionales, quienes necesitan centros de datos exclusivos para la enorme cantidad de datos que manejan.
Grandes tecnológicas voltean a Querétaro
Las tecnologías de la información se están convirtiendo en una de las actividades económicas más importantes para Querétaro pues actualmente representan 8% del PIB estatal.
Dentro de ese porcentaje los Data Centers juegan un importante papel, en especial considerando que las empresas que los manejan son transnacionales multimillonarias ya sea de un giro más amplio o enteramente dedicadas a la instalación y gestión de nuevos centros para otras compañías.
Si bien la cantidad de Data Centers no es un dato público ya que al ser instalaciones de información empresarial deben gozar de altos estándares de seguridad, si existen varios ejemplos que ejemplifican la magnitud de las inversiones para la construcción de estos centros.
La firma brasileña Odata realizó una inversión inicial de más de 100 millones de dólares para crear el centro más grande de México en Querétaro. Según la empresa, la instalación de 52 mil metros cuadrados tendrá una potencia inicial de 4 MW por hora cuando se inaugure en el cuarto trimestre de 2021, pero podrá manejar una potencia máxima de hasta 32 MW.
Microsoft es otro de los gigantes que eligió a Querétaro para levantar algunos de sus próximos centros de datos. Hace un año, la compañía estadounidense de software anunció que invertiría 1,100 millones de dólares para incentivar la innovación digital en México, entre los que se cuentan un número no especificado de nuevos Data Centers.
Otras empresas que tienen o han adquirido espacios para construir nuevos centros son Scala, KIO Networks, IBM, Zoom y Telmex si bien, no necesariamente en el estado del Bajío.
El impacto del negocio en el PIB es tal debido a la cantidad de recursos iniciales invertidos y el posterior mantenimiento de estas enormes granjas informativas. La construcción de los centros detona la actividad económica gracias a la participación de varias empresas en el proceso, muchas de ellas mexicanas, como Even Telecom, especializada en infraestructura de telecomunicaciones.
Recientemente otro de los titanes brasileños del sector, Ascenty, anunció que la firma mexicana sería la encargada de un anillo de fibra óptica 100% canalizada de 65 kilómetros que conectará los tres centros de la compañía. Las nuevas instalaciones contarán cada una con un área de 24,000 m² y una capacidad de carga de cerca de 30 MW de energía para lo que invertirán 300 millones de dólares.
La intermitencia es el pecado de la industria
La preferencia de las empresas por Querétaro no es mero capricho, sino que corresponde a una ventaja geográfica incomparable en conjunto a un clima de negocios favorable.
La ciudad está cerca de la zona industrial del Bajío y de la Ciudad de México, pero sin riesgos de catástrofes naturales como terremotos, huracanes o tornados que podrían causar intermitencia en el servicio.
Para el negocio de los Data Center, cualquier error que interrumpa el funcionamiento de alguno de los computadores se traduce en pérdidas millonarias. En el sector financiero, por ejemplo, cada minuto de caída cuesta alrededor de 5,600 millones de dólares debido a la pérdida de transacciones, estimó Eduardo Rocha Álvarez, presidente del Internacional en International Computer Room Experts Association.
Por ello, además de los riesgos propios de la naturaleza, los centros deben contar con un suministro eléctrico constante para todo el equipo tanto las computadoras, como los ventiladores que evitan el sobrecalentamiento de las mismas.
No existe un promedio de consumo energético para estas instalaciones, sino que depende directamente de su tamaño. Existen pequeños, que consumen 1 MW por hora mientras que los más grandes llegan a consumir hasta 100 MW.
De acuerdo con el reporte de Cushman & Wakefield en lo que resta del 2021, se tiene programada la construcción en Queretaro de nuevos centros que suman un consumo de 48 (MW) más que la potencia conjunta de los que se piensan construir este años en Phoenix, Nueva York y Los Ángeles.
Sin embargo, la infraestructura eléctrica del estado es insuficiente, hecho que reconoció el gobernador electo Mauricio Kuri, por lo que buscará coordinarse con la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para buscar nuevos proyectos que permitan generar la energía necesaria en los parques industriales.