Maíz sigue subiendo en México, pese a baja mundial del 6%
Los precios del maíz no ceden, aún cuando a nivel mundial están bajando gracias a mejores cosechas y la moderación de la demanda.
En julio, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) destacó por cuarto mes consecutivo a las tortillas de maíz como uno de los diez productos que más presionaron al alza la inflación. Pero además, los Precios al Productor (INPP) no auguran una pronta disminución.
Durante el mismo mes, el incremento de la tortilla fue de 2.39% mientras para el maíz en grano alcanzó 2.56%, esto en contra de la tendencia mundial registrada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) que informó una fuerte disminución mensual de 6.0% para este importante alimento.
Por su naturaleza, los precios de bienes y servicios al productor, tanto de insumos (bienes intermedios) como de bienes finales, muestran el comportamiento futuro que tendrán los precios al consumidor.
Según la FAO, julio es el segundo mes en que el precio mundial de los alimentos disminuye luego de un año de alzas desde el inicio de la pandemia y que se vieron intensificadas por la ola de calor que azotó a los cultivos de América. Y si bien, en México el precio de varias frutas y verduras ha empezado a moderarse, no así el de los granos.
La resistencia de los precios a bajar se debe a que los costos del cultivo de maíz siguen creciendo. Tan solo en lo que va del año, su cultivo se ha encarecido 18% en México, entre varias razones como el incremento de los precios de los fertilizantes, como la urea (64.8%) y el fosfato diamónico (118.4%) reportó el Banco Mundial. Dichos incrementos han colocado al sector primario como el que más se ha encarecido en los últimos meses.
“Por actividad económica, la variación anual de los precios productor en julio 2021 (6.43%) correspondió a 9.97% a/a para las primarias (agropecuarias), 8.10% para las secundarias (industriales) y 2.80% para las terciarias (comercio y servicios)” destacó el presidente del Inegi, Julio Santaella.
Pero el mayor riesgo radica en que a diferencia de los vegetales frescos, los granos no suelen ser un producto para consumo final sino que son un insumo clave para la industria de los alimentos preparados, desde harineras hasta las tortillerías de barrio, pero que además extiende su uso a otros sectores de la producción agrícola como el ganadero.
Los precios de la carne han mantenido a la par del maíz incrementos imparables debido a la alta demanda proveniente del mercado chino, pero también a los incrementos en los costos para alimentar al ganado. Desde el inicio de la pandemia, la fabricación de alimentos para animales ha incrementado su precio en 23.9%, lo que a su vez ha repercutido en el encarecimiento de la cría en 13.9%.
Apertura a importaciones ¿aligeraría precios?
Ante el constante aumento del precio de los alimentos, ya sea por el encarecimiento de los ingredientes o los insumo como el gas LP, la alarmas se han encendido.
Los alimentos forman parte de la inflación subyacente, que es una medida de tendencia a largo plazo de la inflación general, por lo que su alto nivel puede azotar la economía familiar durante largo tiempo.
Alfredo Coutiño, economista en jefe para América Latina de Moody´s Analytics criticó en un tweet que la inflación no ha sido combatida ampliando la oferta vía importaciones.
“Si el volumen de producción, por interrupciones de oferta, no responde a la demanda, ¿por qué no se satisface con más importaciones? ¿Será porque hay limitación a las importaciones y se prefiere no presionar al peso y dejar que la presión se vaya a precios?", escribió Coutiño.
Hasta el momento, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha anunciado que propondrá la apertura a nuevas importaciones de maíz, con el fin de ampliar la competencia y aligerar los precios al consumidor.
El 90% de la producción nacional de maíz es de grano blanco- principalmente usada para tortillas- sin embargo, como destacó en conferencia de prensa matutina en el caso del maíz amarillo -utilizado para producción de aceites y alimentación de ganado- el país sigue sin ser autosuficiente.
En el caso de la carne, tampoco existe autosuficiencia, además que la oferta en el país se ha reducido debido a que durante los primeros cuatro meses del año el volumen de importaciones de carne bajó 9.4% con relación al año anterior reportó el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA).
Ante la insuficiente oferta y los altos precios, la Secretaría de Economía anunció a finales de junio la apertura de cupos de importación -aranceles preferenciales- a la carne de res y de cerdo, la segunda y tercera proteína más consumida por los mexicanos.
No obstante, hasta el día de hoy, no se han anunciado fechas ni montos sobre la apertura a la importación de maíz, por lo que los precios continúan desbocados.