López Obrador sin un plan para frenar dependencia de gas natural desde EU

La caída de 45% en la producción de gas natural, el crecimiento de 31% en la demanda en una década y los grandes excedentes en EU, profundiza la dependencia.
14 Enero, 2019 Actualizado el 14 de Enero, a las 12:47
México redujo 67% su inversión en la producción de gas natural en los últimos 4 años, pero aumentó la capacidad de sus gasoductos para importar desde EU.
México redujo 67% su inversión en la producción de gas natural en los últimos 4 años, pero aumentó la capacidad de sus gasoductos para importar desde EU.
Arena Pública

El suministro de gas natural en México depende casi totalmente de Estados Unidos.

El 83% del hidrocarburo que demanda la economía proviene del vecino del norte, 5 mil millones de pies cúbicos diarios de 6 mil millones consumidos; el resto lo provee Petróleos Mexicanos (Pemex).

La dependencia ha crecido al ritmo del declive en la producción y la creciente demanda insatisfecha. En menos de una década, la producción cayó 45% al pasar de 6 mil 534 millones de pies cúbicos diarios en 2009, su nivel más alto en tres décadas, hasta 3 mil 562 millones en 2018 con datos de Pemex.

En paralelo la demanda creció 31% en el mismo periodo, pasó de 6 mil 104 millones de pies cúbicos diarios a poco más de 8 mil millones tomando en cuenta que Pemex consume cerca de 2 mil millones, más los 6 mil millones restantes que requiere la economía.

La fuerte caída en la producción se debe a la drástica reducción de la inversión a partir de 2014. En cuatro años la inyección de recursos para producir gas natural pasó de 24 mil millones de dólares a sólo 8 mil millones, lo que provocó que se perforaron y repararan menos pozos de los que debían, aseguró Octavio Romero Oropeza, director general de la petrolera.

Entre Estados Unidos y México existen las condiciones idóneas para que prevalezca la dependencia. Norteamérica atraviesa por un auge en la producción que lo ha convertido en exportador de gas barato, y el país en lugar de invertir en producir más, optó por aumentar sus gasoductos.

La capacidad de los gasoductos aumentó 40% en seis años al pasar de 11 mil 347 kilómetros en 2012 a 15 mil 986 en 2018 y se espera que crecerá hasta 19 mil 899 kilómetros en 2019.

“México tiene pocas opciones para sustituir las importaciones de Estados Unidos, el gas natural licuado es una opción cara […] la otra es volver a utilizar combustóleo en las antiguas centrales eléctricas, pero es una opción costoso, poco limpia y limitada”, asegura Víctor Rodríguez Padilla, consultor de la Cepal.

 

Dependencia vulnera a México

La fuerte dependencia de gas natural estadounidense deja a México en una situación altamente vulnerable.

Estados Unidos podría convertirse en lo que Rusia era para Ucrania, aseguran los investigadores del Centro de Política Energética Global de la Universidad de Columbia, Jason Bordoff y Tim Boersma.

Hasta 2015 Ucrania importaba casi todo su gas de Rusia, país que le cortó el suministro en pleno invierno por un desacuerdo en el precio del energético.

“Si el precio del gas natural en Estados Unidos llega a subir significativamente por razones técnicas, económicas o climáticas, no será raro comenzar a escuchar cuestionamientos de porqué se venden productos escasos a otros países, cuando América debe ser primero”, dice el consultor de la Cepal.

 

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Además de la voluntad política una segunda vulnerabilidad proviene de la dependencia de gas natural para la productividad nacional. El 66% de la electricidad en México se genera con gas natural, casi 90% de la industria petroquímica depende de este hidrocarburo según la CNH.

La generación de electricidad en el país se vería comprometida si Estados Unidos decidiera suspender el suministro por una cuestión política; si su producción se redujera por razones de precio o si el hidrocarburo escaseara por causa de un fenómeno natural.

“Si entra un huracán por Brownsville y por seguridad se tiene que evacuar esa zona, de un día para otro 60% de la electricidad quedará en vilo”, dijo Héctor Moreira, comisionado de la CNH. Estados Unidos produce un excedente cercano a los 10 mil millones de pies cúbicos diarios de gas natural, México le compra la mitad.

 

Sin planes para reducir dependencia

No obstante el peligro que representa para México la dependencia de gas natural estadounidense, el plan energético del Presidente Andrés Manuel López Obrador no vislumbra una estrategia para disminuir las importaciones.

La producción de gas natural se incrementará en mil 200 millones de pies cúbicos diarios durante el sexenio de López Obrador como resultado del incremento de la extracción de aceite, a la que estará asociada la producción de gas, de acuerdo con Octavio Romero Oropeza, director general de Petróleos Mexicanos.

Una cantidad insuficiente porque apenas representa 24% de los 5 mil millones que actualmente se importan desde Estados Unidos y además la demanda continuará creciendo.

Para el final del sexenio México consumirá 8 mil 855 millones de metros cúbicos diarios, 9% más que actualmente, de acuerdo con la Prospectiva de gas natural 2018-2032 de la Secretaría de Energía, y demandará 9 mil 920 millones en 2032.

La propia Comisión Federal de Electricidad podría aumentar su demanda de gas natural durante el sexenio del Presidente López, pues su Plan Nacional de Energía tiene por objetivo incrementar la capacidad de generación de sus plantas, en palabras de Manuel Bertlett, director de la empresa productiva de Estado, con “una utilización estratégica de todas las fuentes primarias de gas natural de Pemex”.

Por otra parte, el Presidente López enterró la posibilidad de explotar el área con el mayor potencial de gas natural, la Cuenca de Burgos, pues prohibió la utilización del fracking durante su sexenio, la técnica necesaria para explotar los recursos no convencionales o shale que se ubican en el área.

 

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Grupos de ambientalistas aplaudieron la decisión porque la técnica del fracking utiliza químicos que son nocivos para el ser humano y que contaminan mantos y acuíferos; además, requiere cantidades exorbitantes de agua; en promedio cada excavación utiliza 8 millones de litros diarios un consumo similar al de 65 mil personas.

Sin fracking se quedarán en el subsuelo recursos prospectivos por 141.5 billones de pies cúbicos de gas natural, equivalentes a cuatro veces la producción histórica de gas y aceite del mega-yacimiento Cantarell.

La sola Cuenca de Burgos podría tener 55% más recursos que Eagle Ford en Texas, equivalentes a 40 años de importaciones anuales de gas natural según el exsecretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell.

También se quedará en la congeladora la ronda 3.3 donde se licitarían hidrocarburos shale, la cual estaba prevista para febrero de 2019.

Frente al creciente consumo de gas y las limitadas opciones de producirlo que se avizoran en el sexenio, personajes como el premio nobel de Química, Mario Molina, han manifestado su preocupación por generar alternativas para paliar la demanda.

“No creo que haya mucho problema de quedarnos sin gasolina, pero hay un gran problema de quedarnos sin gas”, aseguró ante estudiantes de la UNAM.

El sexenio de López Obrador apenas comienza, está por verse si la vigorosa demanda de gas natural y la posibilidad de que algún escenario de vulnerabilidad se materialice, permiten al Presidente sostener su posición frente al fracking.

 

MÁS INFORMACIÓN: Seguridad energética, análisis y evaluación del caso de México, Víctor Rodríguez Padilla, CEPAL, diciembre de 2018.

MÁS INFORMACIÓN: Sistema de Información Energética, Secretaría de Energía, consultado el 11 de enero de 2018.

MÁS INFORMACIÓN: El sector del gas natural: algunas propuestas para el desarrollo de la industria nacional, Comisión Nacional de Hidrocarburos, 2018.

MÁS INFORMACIÓN: Prospectivas de gas natural 2018-2032, Secretaría de Energía, 2018.

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