Crece déficit en balanza petrolera de agosto, pero lo peor está por venir
La balanza petrolera de agosto volvió a ser negativa en México, el segundo mayor déficit en 2021 después del registrado en marzo.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) de agosto pasado, se importaron 5,073 millones de dólares (MD) en bienes petroleros en el mes; un modesto incremento del 1.57% con respecto a la cifra registrada para julio. Del otro lado, se registraron exportaciones por un valor de 2,572 MD, una caída de más del 10% en la comparación intermensual.
Lo anterior da como resultado un déficit de 2,501.1 MD; un ensanchamiento del 18.43% intermensual en el saldo negativo de la balanza petrolera. Sin embargo, cabe mencionar que tanto el valor total de las importaciones como la magnitud del déficit en el segmento petrolero son solo las segundas más grandes registradas en lo que va del año. En marzo, se importaron 6,582.3 MD en productos petroleros, lo que resultó en un saldo negativo de -4,454.7 MD en la balanza.
Estas cifras también representan el cuarto aumento intermensual consecutivo para el valor de las importaciones petroleras, luego que éstas se desplomaran del (hasta ahora) máximo histórico de marzo.
Gonzalo Monroy, director ejecutivo de la firma GMEC, confirma que el aumento en las importaciones de la balanza petrolera han sido, en los últimos meses, “pequeños, pero constantes […]. Los precios de los petrolíferos se han comportado de una forma, sí creciente, pero un poco más estable; nada escandaloso”.
Sin embargo, el especialista advierte que en septiembre podrían empezar a notarse aumentos drásticos en el valor de las importaciones petroleras, perturbando los incrementos observados en los últimos meses.
En septiembre, primeros indicios de infección
Cabe recordar que en Asia y Europa se está gestando una crisis energética a raíz de los crecientes precios del gas natural. Se ha especulado que México también podría estar expuesto a este fenómeno porque importa la mayoría de este combustible desde los Estados Unidos. La Unión Americana, a su vez, ya se está viendo arrastrada ha esta espiral porque cada vez más países al otro lado del Atlántico le están comprando sus reservas de gas natural.
De acuerdo con Monroy, el aumento en el valor de las importaciones petroleras está parcialmente impulsado porque México sí está adquiriendo un mayor volumen de combustibles. Sin embargo, advierte que el factor principal en esta balanza es el precio. Y en este elemento, apunta, “entras a toda la parte de las expectativas. Se espera que este invierno sea duro […] bastante frío; lo que significa que la gente va a estar más guardada y usando más calefacción”.
Lo anterior resultaría en un mayor uso de gas natural de uso doméstico y mayor demanda de electricidad. Éste último insumo, a su vez, también depende en gran medida del uso de gas natural, tanto en México como a escala global.
En este sentido, Gonzalo Monroy advierte que a partir de las mediciones de la balanza comercial de septiembre muy probablemente se empezarán a ver aumentos mucho más significativos en el valor de las importaciones petroleras.
Reafirma que “los precios globales de gas natural, gas licuado de petróleo (LP), gasolina, diésel, todo está prácticamente para arriba. Una gran parte de esta recuperación económica […] se traducirá en la mayor demanda de energéticos. A eso agrégale que, por la suspensión de actividades del 2020, no hubo suficiente inversión en nuevos proyectos. ¿Qué termina pasando? Tienes una demanda creciente, una oferta rezagada, y el resultado serán precios más altos”.
Los riesgos de los que advierte el experto ya están materializando cerca de México. Los futuros de gas natural en Estados Unidos, a expirar en octubre, acaban de alcanzar su máximo nivel en siete años. El precio de este combustible se colocó en 5.55 dólares por millón de unidades térmicas británicas (MBTU), rozando el pico establecido en febrero del 2014.
Y así como sugiere Gonzalo Monroy, muchos expertos temen que lo peor apenas esté por venir. En una entrevista con Bloomberg, el consejero senior de seguridad energética del Departamento de Estado norteamericano, Amos Hochstein, apuntó que " si el invierno es realmente frío, mi preocupación es que no habrá suficiente gas natural para usar en calefacción en varias partes de Europa. [Para algunos países, esta crisis] afectará la capacidad de proporcionar combustible para generar calor. Tocará la vida de todos".
Evolución de la balanza de gas natural
Si bien el efecto de la crisis energética global y del invierno aún no se percibe claramente en la balanza comercial de productos petroleros del Inegi, otras cifras ya están mostrando una evolución clara de estas tendencias.
En la balanza de productos petroleros de Banco de México (Banxico), se tiene registrado que la variación relativa en las importaciones de gas natural entre 2019 y 2020 fue de -23.16%, como consecuencia de la paralización de actividades y la caída en la demanda de energéticos.
Sin embargo, ya en el periodo de enero-julio del 2021, se registra una variación anual de 191.47% en las importaciones de gas natural con respecto a los primeros siete meses del 2020. Es decir, más que suficiente para compensar la caída en la demanda provocada por la pandemia y un poco más, a raíz de la crisis energética que continúa consolidándose a escala global.