Crítico para Pemex que el precio del petróleo se mantenga alto
Que los precios petroleros se mantenga altos por mucho tiempo será crucial para Pemex. De lo contrario, sus finanzas se verían seriamente comprometidas dada la delicada situación financiera de la petrolera estatal que, ya se advierte, será un dolor de cabeza para las finanzas del gobierno entrante.
Este lunes, la mezcla mexicana de exportación se calculó en 68.57 dólares por barril, el menor nivel desde el 10 de julio y una caída de 17% en los últimos 3 meses. El contrato del petróleo WTI para enero cerró en 73.34 dólares el barril, siguiendo una racha de caídas desde el pico de 93.68 dólares que alcanzó el 27 de septiembre; si bien las expectativas de corto plazo de los expertos es que los precios se mantengan por arriba de los 70 dólares por barril.
Pero, ¿por qué es crucial para Petróleos Mexicanos (Pemex) que el precio del petróleo que vende al exterior se incremente? Porque uno de los mayores riesgos que enfrenta la petrolera es que sus ingresos futuros sean insuficientes para cumplir con sus obligaciones de pago, responden los analistas. Y es que las maltrechas finanzas de la petrolera no logran salir a flote a pesar de las multimillonarias inyecciones de recursos públicos desde el Gobierno Federal en los últimos 5 años, recursos fiscales que -muy probablemente- no estén disponibles en el siguiente gobierno.
En lo que va del sexenio, Pemex ha recibido apoyos desde el Gobierno Federal por un billón 401 mil millones de pesos (unos 80 mil millones de dólares al tipo de cambio de 17.5 pesos por dólar), entre aportaciones directas, créditos fiscales y reducción de impuestos, según un documento reciente del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados.
Con todo, la deuda financiera de Pemex al tercer trimestre fue de 105 mil 836 millones de dólares, que la convierte en la petrolera más endeudada del mundo, y con un perfil de vencimientos complicado. Tan solo en los primeros nueve meses del próximo año deberá pagar 16 mil 400 millones de dólares; y entre octubre de 2024 y septiembre de 2027 (los tres primeros años del próximo gobierno) los vencimientos suman 21 mil 581 millones de dólares. Otros 52 mil 800 millones de dólares vencen a partir de octubre de 2027.
A lo anterior, se añade la caída en la producción por el agotamiento natural de los campos y por la falta de inversión en exploración. Mientras que en enero de 2019 la producción de petróleo fue de 1 millón 623 mil barriles diarios, en octubre de este año fue de 1 millón 574 mil barriles diarios, niveles mínimos en más de dos décadas; aunque ganan cierta participación la producción de condensados. Mientras que las exportaciones de petróleo siguieron una tendencia parecida: en octubre se exportaron 1 millón 53 mil barriles diarios (para un promedio de 1.048 millones en el año), mientras que en 2019 el promedio fue de 1 millón 103 mil barriles diarios.
Este cuadro agudiza la situación financiera de la petrolera del estado hacia los próximos años. Por esta fragilidad Fitch Ratings rebajó el 14 de julio la calificación de la empresa a B+, una nota altamente especulativa y que en el mercado se conoce como 'bono basura', por "el continuo y débil desempeño operativo de Pemex", dice Fitch y "se espera que limite aún más sus fuentes de financiación de bancos, inversores y proveedores". Moody's también cambió su perspectiva de la empresa a "negativa". Ante la falta de cambios en el modelo de negocio y los mayores riesgos crediticios, ambas calificadoras esperan que el Gobierno Federal siga "salvando" a Pemex.
En un reporte reciente del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), con datos disponibles de Pemex reportados a la Securities and Exchange Commission (SEC) de Estados Unidos con información al 2021, se señala que "los ingresos futuros (de Pemex) representan únicamente el 23.7% de la deuda total de Pemex. El resultado muestra el riesgo que enfrenta Pemex para cumplir con las obligaciones de pago, ya que los ingresos futuros previstos hasta 2047 no serían suficientes para cubrir la deuda actual".
Pemex está llegando al final del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador como una de sus promesas fallidas y cumpliendo los peores escenarios previstos, dijo Héctor Villarreal, economista experto en finanzas públicas y profesor e investigador de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey. Recientemente Villarreal escribió en Arena Pública que un "riesgo presente es que la situación de Pemex empeore. Sin controles y un esquema de incentivos permisivos, la empresa puede resultar en una coladera que drene a un sistema fiscal que ya presenta importantes fragilidades".
De allí que un alto precio del petróleo es un "flotador" temporal para la petrolera del Estado a fin de sostener sus frágiles ingresos futuros. Una caída inesperada en el precio internacional del crudo aceleraría el deterioro de las finanzas de Pemex, ante una finanzas públicas fatigadas al final del sexenio, con poco espacio fiscal y con limitados márgenes de maniobra para inyectar a la petrolera miles de millones de dólares como ha hecho López Obrador en los últimos años.
Una combinación de menor precio del crudo, con menor producción y un peso fuerte seguirá deteriorando los ingresos de Pemex en el corto plazo. En el primer semestre de este año el valor de las exportaciones de crudo de Pemex cayó 26% respecto al mismo periodo del año pasado, principalmente por una caída de 32% en el precio del petróleo, de 97.5 a 66.7 dólares el barril en ese periodo.
Hacia adelante, los analistas esperan que los precios internacionales del petróleo se mantengan alrededor de 80 dólares, aunque los escenarios macroeconómicos y geopolíticos son muy inciertos. La OPEP+ ha continuado con nuevas rondas de recortes en la producción a fin de sostener los precios, pero por otro lado la atonía que muestra la industria manufacturera juega en contra por una menor demanda de petróleo. Este martes, la caída en los pedidos manufactureros más allá de lo esperado ha generado preocupaciones sobre la salud de la demanda estadounidense.
Goldman Sachs y JP Morgan esperan precios promedio para 2024 en alrededor de 85 dólares, basado en la resiliencia de la economía estadounidense y de los mercados emergentes, pero también se advierte un debilitamiento de los precios hacia 2025 por el crecimiento de los vehículos eléctricos en detrimento de los de combustión. Para Pemex, unos altos precios del crudo son críticos.