Utilidades 'frágiles' de Pemex tendrían que destinarse a pagar deudas
Difícilmente se pueden considerar las extraordinarias utilidades de Petróleos Mexicanos (Pemex) durante el primer trimestre del año como una victoria. Pero más aún, su deuda es tan abultada que esas frágiles utilidades tendrían que irse a amortiguar su carga financiera.
En su reporte de resultados financieros para el primer trimestre del año, la petrolera del Estado mexicano registró un rendimiento neto de 122 mil 494 millones de pesos (MP). La cifra representa una mejora sustancial respecto a la pérdida neta por 37 mil 358 MP que Pemex sufrió en los primeros tres meses del 2021, así como el mejor resultado trimestral de la compañía desde 2004.
Esto no significa que Pemex tiene ahora dinero suficiente para empezar a lidiar con algunas de sus preocupaciones financieras y de inversión. Y es que, en buena medida, estos rendimientos positivos se deben a un efecto del tipo de cambio. "El año pasado, el tipo de cambio peso/dólar era más alto respecto a este primer trimestre y eso le dio una gran ventaja […]. Como el beneficio está en la parte cambiaria, está contemplado dentro del balance financiero, pero no es un flujo de dinero que esté disponible”, señala Ramsés Pech, especialista independiente en energía.
De acuerdo con las cifras de Pemex, únicamente la ganancia cambiaria de la petrolera estatal ascendió a 61 mil 802 MP en el primer trimestre del año. En comparación, en el primer trimestre del 2021 se tuvo una pérdida cambiaria de 56 mil 604 MP. La fortaleza del peso frente al dólar, agregó Pech, también permitió reducir los costos financieros de la paraestatal, pues en las proyecciones de planes financieros se preveía un dólar más fuerte.
El hecho que sus utilidades se encuentren principalmente en este rubro significa que la situación puede cambiar radicalmente para Pemex si las condiciones del mercado cambian súbitamente.
“Si en el segundo trimestre del año, el precio del petróleo se cae y el dólar se aprecia frente al peso, sería factible pensar que Pemex va a registrar de nuevo pérdidas, y pérdidas importantes en valor. La utilidad es buen indicador, pero se le puede dar la vuelta rápido si las condiciones externas cambian”, apunta Arturo Carranza, director de proyectos de energía de Akza Consultores.
Y aún observando únicamente la utilidad de operación (que pasó de 111 mil 408 MP a 184 mil 451 MP entre el primer trimestre del 2021 y el de 2022, un aumento de casi 66%), los especialistas ven con preocupación que la situación de Pemex no está teniendo una evolución positiva como la de otras empresas similares en el mundo.
“Lo que vemos es que a Pemex Exploración y Producción (PEP) no le fue mal, aumentó su utilidad de operación 33%. Pero Transformación Industrial (TI) sigue perdiendo dinero, a pesar que en el mundo las refinerías ganaron carretadas de dinero, porque la demanda y precios de petrolíferos han subido muchísimo. Ahí vemos que el negocio de Pemex no es la refinación, sino la producción […]. Y el problema con PEP es que depende de los mismos campos de siempre, que ya están etapa de declinación con costos cada vez más altos”, señala la analista de energía Rosanety Barrios.
Utilidades de Pemex, a deuda
Independientemente del origen de las utilidades de la petrolera, en última instancia los especialistas concuerdan que los recursos de los que pueda disponer Pemex de este indicador tienen un destino casi inevitable: el pago de deuda.
De acuerdo con Arturo Carranza, “la oportunidad que tiene Pemex es ir administrando estas utilidades para irle quitando presión a aquellos rubros o conceptos donde no tiene un buen desempeño. Por ejemplo, reducir la deuda financiera, ponerse al corriente con las deudas a proveedores. Si lo administra bien, y si el contexto del mercado externo deja de ser favorable, así podría reducir el impacto negativo”.
También hay un incentivo muy concreto para que Pemex dedique cualquier peso adicional que tenga disponible en lidiar con sus deudas y cargas financieras: la evolución de las tasas de interés. Se prevé que tanto la Reserva Federal (Fed) como el Banco de México (Banxico), los bancos centrales que más afectan el costo financiero de la paraestatal, continúen con un ciclo de alza de tasas agresiva por el resto del año, algo que afecta directamente la estrategia de deuda que ha manejado Pemex en su historia reciente.
“Tienes que pagar tu deuda para reducir tu riesgo financiero, [y por lo tanto el costo financiero de nuevas líneas de crédito]. Y ahí tienes de dos: O pagas directamente al capital, o pateas la deuda como lo has hecho en los últimos años, pero no con la misma tasa de interés porque las tasas están por arriba de lo que habías logrado antes […]. Su prioridad ahorita, si tienes el dinero, es pagar la deuda”, señala Ramsés Pech.
Más allá de qué tan inteligente pueda ser el manejo de la deuda de Pemex, hay pesimismo respecto a la capacidad de pago de la petrolera del Estado en el largo plazo.
Rosanety Barrios advierte que la compañía “debe demasiado dinero. La empresa tiene un patrimonio negativo de 99 mil millones de dólares (MD). Para tener un patrimonio igual a cero, hay que pagar casi 100 mil MD. ¿Cómo hacemos eso? [¿Cuántos trimestres seguidos de utilidades récord necesitamos para cubrir eso?]. Sin contar que todos los días sube, porque hay que pagar intereses, mano de obra, materiales. Hay una operación, un capital que hay que mover todos los días”.