Construcción sin señales de recuperación, solo apuntalada por grandes obras del gobierno
La construcción en 2021 estuvo lejos de regresar al valor de producción que generó en 2019, previo a la pandemia, una situación agravada por la caída en el sector privado y ligeramente atenuada por los tres grandes proyectos de infraestructura del gobierno.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), el valor de la producción mensual del sector durante 2019 fue de 29,262 millones de pesos (MP). Hasta octubre, el último registro mensual disponible para el año pasado, el valor de la producción mensual se mantenía en 23,051 MP, 21.2% por debajo del nivel pre-pandemia y 1.35% abajo de la cifra promedio mensual del 2020.
El valor de la producción -también conocido como valor de las obras ejecutadas- se refiere al monto monetario que significó la realización total o parte de una obra, según su avance físico.
Pero aunque el valor de producción de las empresas de construcción está lejos de recuperarse, el equilibrio entre ingresos y gastos luce más estable, no solo frente al primer y segundo trimestre del 2020, sino incluso en comparación con los registros de 2019.
Inegi considera ingresos totales en el sector de la construcción al monto en dinero que obtuvo la empresa durante el mes de referencia por prestación de servicios, ejecución de obras, por el alquiler de bienes muebles e inmuebles y anticipos cobrados; sin incluir ingresos financieros, subsidios y cuotas.
Entre enero de 2019 y marzo de 2021, en solo una ocasión los ingresos mensuales del sector construcción superaron a sus gastos. Y si bien los ingresos totales mes con mes todavía no superan de forma consistente el nivel de los gastos totales mensuales, sí hay una clara tendencia hacia una brecha más pequeña entre ambas variables. Lo anterior sugiere que, a pesar de su menor producción, el sector construcción se las ha arreglado para desarrollar finanzas más estables.
Fuente: Inegi
Lo anterior parece responder a que los ingresos de las empresas de construcción han mejorado sustancialmente más rápido de lo que han incrementado sus gastos. Entre enero y octubre del 2021 la principal fuente de ingresos de las compañías de esta industria (Ingresos por la ejecución de obras como contratista principal) ha crecido en 27.15%. Y con respecto a la cifra registrada para enero del 2020, previo a la pandemia, han mejorado en 1.74%, de acuerdo a las cifras de Inegi.
Fuente: Inegi.
Del otro lado de la moneda, los principales gastos de las empresas de construcción a escala nacional (Compra de materiales como contratista principal y materiales dados a subcontratista y Consumo de materiales como contratista principal y materiales dados a subcontratistas) solo han crecido en 15.7% y 24.89% en octubre del año pasado respecto a enero del 2021. Si se comparan con enero del 2020, previo a la pandemia, estos gastos se han reducido en un 8.36% y 5.48% respectivamente. Hay que hacer notar que en el rubro de gastos totales, la cifra no incluye gastos financieros, fiscales y de inversión.
Fuente: Inegi.
Sector privado deprimido vs pocas grandes obras públicas
Este fenómeno también responde al desigual comportamiento de la construcción tanto por el tipo de obras como por el sector que las genera. La evolución más evidente es la diferencia entre el sector público y el privado.
Con datos de Inegi, el valor de la producción de la industria de la construcción para el sector privado fue de 13 mil 490 MP en octubre pasado. Si bien la cifra es mayor a los 11 mil 615 MP del sector público en ese mismo mes, representa una caída del 15.38% frente al valor de la producción a marzo del 2020 y una caída del 27.66% frente a enero del 2019.
La evolución de la industria de la construcción en el sector público ha sido muy distinta. Si bien mostraba una tendencia a la baja desde antes de la pandemia, se ha logrado mantener más o menos estable el valor de la producción desde marzo del 2020. Y a partir de mediados del 2021, muestra un rebote importante.
Fuente: Inegi.
La fortaleza del sector público es mucho más clara al observar qué tipo de obras son las que ha impulsado el rebote en el valor de producción de toda la industria. Los desarrollos de petróleo y petroquímica (Refinería Dos Bocas) presentan un fuerte avance a octubre del 2021 respecto a inicios del año pasado (del 127.33%), mientras que la obras ligadas a aeropuertos (Aeropuerto de Santa Lucía) y obras ferroviarias (Tren Maya), a pesar de un desplome en junio pasado, aún acumulaban un incremento en valor de producción del 118.94%.
Mientras estas obras, más asociadas al gasto en el sector público, presentan crecimientos en el valor de producción durante 2021, las categorías asociadas al sector privado presentan una evolución mucho más modesta. El valor de la producción en vivienda y edificios industriales, comerciales y de servicios, los rubros de mayor peso en el sector construcción en general, solo ha crecido un 7.71% y 18.69% entre enero y octubre del 2021, respectivamente.
Fuente: Inegi
Se proyecta que estas tendencias se mantengan durante 2022. De acuerdo con un análisis de BBVA el saldo de crédito a la edificación ha ido disminuyendo trimestre a trimestre desde que inició la crisis sanitaria, sin una recuperación clara a la vista.
En el otro lado de la moneda, las perspectivas hacia 2022 de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) se mantienen altas, en buena medida por los planes de inversión y construcción de infraestructura impulsados desde el Gobierno. Incluso destacaba en su análisis del Proyecto de Presupuesto de Egresos (PPEF) 2022 la inversión física presupuestaria como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) más alta desde 2016.