Los hackatones son una forma de explotación laboral de la economía digital

Sharon Zukin, profesora de sociología en el Brooklyn College, señala que los hackatones son una artimaña de la “Nueva Economía” que promueve el empleo no seguro.
22 Marzo, 2018 Actualizado el 22 de Marzo, a las 07:47
El trabajo no remunerado de los hackatones coincide con nuevos modelos de trabajo basados en la autoinversión con la autoexplotación. Foto:Universidad Stanford.
El trabajo no remunerado de los hackatones coincide con nuevos modelos de trabajo basados en la autoinversión con la autoexplotación. Foto:Universidad Stanford.
Mediatelecom

Los 'hackathons' están disfrazados de una gran fiesta, con premios, meriendas, patrocinadores, aprendizaje y la gran promesa de conseguir buenas ofertas laborales.

Pero la realidad es que se trata de una estrategia para que la gente trabaje gratis, señalan académicos de Colegio Brooklyn.

Los hackathons, entendidos como concursos donde pequeños equipos de hackers crean productos tecnológicos durante toda una noche, han sido duramente criticados por Sharon Zukin, profesora de sociología en el Brooklyn College, quien señala que se trata de una nueva artimaña de la “Nueva Economía” que promueve el empleo no seguro y alienta a los trabajadores profesionales a promocionarse a sí mismos para empleos en constante cambio.

Zukin asegura que la tendencia de este tipo de estrategias también incluye motivar a los trabajadores con lemas de estilo soviético que veneran los placeres del trabajo.

Según el estudio realizado por la académica, el trabajo no remunerado de los hackatones coincide con nuevos modelos de trabajo basados en la autoinversión con la autoexplotación; es decir, donde los trabajadores tienen que pasar mucho tiempo promocionándose en redes sociales y eventos con la esperanza de impulsar sus aspiraciones.

Zukin reveló a Wired que le sorprendió que los participantes de esto hackathons ven los eventos de manera positiva. “Los hackatones a menudo son sociales, con carga emocional y una forma de aprender”, dijo.

La investigadora también observó que los patrocinadores de hackathon alimentan el “romance de la innovación digital apelando a la aspiración de los hackers de ser agentes de cambio multidimensionales”.

Zukin realiza su análisis desde un enfoque sociológico, por ello señala que estos eventos son parte de un sistema de producción emergente que se esfuerza por implementar una nueva ideología en el trabajo con frases como: “trabajar es jugar”, “el agotamiento es efervescente” y “la precariedad es oportunidad”.

Para la investigación, los académicos sólo examinaron los hackatones abiertos; sin embargo, este tipo de eventos se han extendido a las escuelas, organizaciones sin fines de lucro, editoriales y organizaciones cívicas.

 

Hackatones no cumplen lo que prometen

De acuerdo con la investigación realizada por Zukin, las expectativas de los participantes “aparentemente” son cumplidas. Sin embargo, rara vez producen innovaciones útiles que duran más allá de las 36 horas del evento.

Además, según el estudio, los hackatones tampoco son particularmente efectivos como estrategias de reclutamiento para grandes compañías.

Una de las historias más ilustrativas sobre las compañías exitosas que organizaron hackatones es el caso de GroupMe, la aplicación de mensajería creada en un hackathon de TechCrunch que se vendió a Skype por 85 millones de dólares un año después.

“Desde mi punto de vista, [con los hackatones] están haciendo un trabajo no remunerado para las empresas”, opina de manera tajante Zukin.

 

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