Precios de alimentos llevan cuatro años creciendo más que inflación
Hace cuatro años la justificación “es que ya no me alcanza,” dejó de ser retórica.
A partir de 2012 los precios de los alimentos y servicios más indispensables para tener una vida digna comenzaron a incrementar a un ritmo mucho mayor que el precio del resto de los productos y servicios que integran el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), con el que se mide la inflación.
Se trata de alimentos como la tortilla, la pasta, el arroz, el bistec, el queso fresco, la papa, el chile, el frijol y de servicios como vivienda, transporte público, educación, entre otros que conforman la llamada Línea de Bienestar.
Desde 1992 y hasta 2011 la evolución de la inflación de las mercancías en general -medidas por el INPC- había estado alineada con la inflación de los alimentos y servicios mínimos indispensables para vivir con bienestar.
Pero a finales de 2011 la trayectoria de los precios de los alimentos y servicios que componen la Línea de Bienestar comenzaron a tomar distancia de la inflación, de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
En noviembre de 2011 los precios de la Línea de Bienestar crecieron 1.7% por arriba de la inflación, para noviembre de 2016 esa diferencia era de 5%.
FUENTE: CONEVAL.
Actualmente la Línea de Bienestar tiene un costo de 2,750 pesos por persona al mes. A una persona que trabaje seis días a la semana le tendrían que pagar 114.5 pesos por día laborado para que obtenga ese monto al cabo del mes, el salario mínimo en cambio será de 80.04 pesos para 2017, una diferencia de 34.4 pesos.
Si el salario mínimo se construyera a partir de la Línea de Bienestar debería tomarse en cuenta el número de personas que reciben ingresos así como el tamaño del hogar, advierte el Coneval.
En otras palabras una familia de cuatro integrantes necesita ingresos por 11,000 pesos mensuales para poder acceder a servicios básicos y tener una alimentación acorde a la Línea de Bienestar.
Si sólo dos personas llevan el ingreso al hogar entonces el salario mínimo para cada una de estas debería de ser de 230 pesos diarios, suponiendo que trabajen seis días a la semana, casi tres veces más que el salario mínimo para el próximo año.
La brecha entre salario mínimo y Línea de Bienestar podría abrirse aun más pues tanto la Junta de Gobierno del Banco de México como analistas del sector privado pronostican que la inflación seguirá creciendo hacia 2017 y 2018.
Los más pesimistas como Citibanamex plantean que la inflación cerrará el próximo año en un nivel de 4.8% desde el 3.3% en que se encuentra actualmente.
Un panorama desalentador sobre todo para la población más pobre, las 7.85 millones de personas que ganan el salario mínimo en México.
A FONDO: Evolución de las líneas de bienestar y canasta básica, CONEVAL, 2016.
MÁS INFORMACIÓN: Capacidad de compra de los mexicanos permanece estancada desde hace 10 años: PNUD, 17 de agosto de 2016.
MÁS INFORMACIÓN: Precios de la canasta básica crecen al doble que la inflación general, 12 de julio de 2016.
MÁS INFORMACIÓN: Inflación en su mínimo histórico durante junio. Precios solo crecen 2.87% anual, 09 de julio de 2016.
MÁS INFORMACIÓN: La mitad de los mexicanos pide prestado para pagar comida y salud, 04 de julio de 2016.
MÁS INFORMACIÓN: Panorama desalentador: crecerán contrataciones, pero no salarios en 2017, 29 de junio de 2016.