Finanzas del IMSS dependen del empleo y la voluntad política
Las finanzas del instituto de seguridad social más importante del país penden de dos hilos muy frágiles en México: el crecimiento del empleo y la voluntad de los gobernantes en turno.
“Si se mantiene un crecimiento del empleo cercano a 3% anual [...] y logramos mantener los ajustes del gasto inteligente de aquí a 2035 vamos a llegar bien a esa cita y a comenzar a desahogar las finanzas del IMSS,” dice Mikel Arriola Peñalosa, director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en entrevista para Arena Pública.
La sostenibilidad financiera del Instituto en palabras de Arriola depende de dos circunstancias que no solamente están fuera de su control, sino que tienen una probabilidad mínima de ocurrir.
Para que el empleo crezca a un ritmo de 3% anual la economía mexicana tendría que avanzar a una tasa similar o superior, pero en los últimos tres años el crecimiento del Producto Interno Bruto ha sido inferior a ese porcentaje y las expectativas no son prometedoras.
Los especialistas consultados por el Banco de México pronosticaron que el crecimiento económico cerraría en 2.1% para 2016 y sería de 2.3% para el año entrante, antes de las elecciones de Estados Unidos.
Tras el triunfo del republicano Donald Trump las expectativas para 2017 empeoraron drásticamente, en 1.8% para los analistas de Citibanamex, quienes han aclarado que el crecimiento económico podría ser menor si el presidente electo cumple sus promesas de campaña.
La generación de nuevos empleos formales es oxígeno puro para las finanzas del IMSS, pues se traducen en nuevos ingresos a través de las cuotas obrero patronales.
La administración de Enrique Peña ha oxigenado los pulmones del Instituto con 2.3 millones de nuevos empleos formales en lo que va del sexenio. Sin embargo, el 72% de ellos son precarios, es decir, con salarios mensuales inferiores a 4,000 pesos.
El presidente recibió al IMSS en la quiebra según Mikel Arriola, quien explica que de 2008 a 2012 el Instituto agotó todas sus reservas económicas por casi 23,000 millones de pesos, es decir, los recursos de los que echa mano cuando ha agotado las cuotas.
En este escenario la generación de nuevos empleos y otras medidas como las compras masivas crecieron 37% los ingresos del IMSS en los últimos cuatro años. De cada peso que se gastaba en 2012 casi 9% eran reservas, hoy sólo 2% lo son.
Finanzas del IMSS, veleta a merced de la voluntad política
En vísperas de las elecciones presidenciales de 2018 el segundo hilo del que pende la sostenibilidad financiera del IMSS es quizás más frágil que el primero, se trata de la disciplina que los gobiernos en turno tendrán para ejercer los recursos.
El propio Mikel Arriola ha catalogado ese segundo pilas de la sostenibilidad financiera como “una fórmula muy sensible a la administración.”
“Éste año el Presupuesto de Egresos de la Federación nos autorizó 15,000 millones de pesos y vamos a usar 4,000, es el año donde menos reservas vamos a usar, pero nos estamos gastando al día 1,200 millones. No es trivial, es muy sensible a la administración, esto tiene equilibrios delicados, si los cuidamos, si somos responsables, el IMSS va a salir adelante,” asegura.
La sensibilidad de la administración corre riesgos en los años electorales. La calificadora Moody’s ha constatado que los comicios se asocian con un aumento del gasto operativo de los estados en 12%, por ejemplo.
Sin embargo, Mikel Arriola asegura que “la hipótesis de viabilidad con finanzas disciplinadas ha sido probada en la administración de Enrique Peña.”
El informe de finanzas del IMSS a 2012 aseguró que la viabilidad financiera llegaría hasta 2014, la presente administración no sólo rebasó la fecha, sino que se extendió la meta hasta 2019, siete años más respecto del inicio del sexenio, explica el maestro en Políticas Públicas y Administración Pública por la London School of Economics and Political Science.
El director general del IMSS considera que una reforma a los sistemas de seguridad social -que pudiera blindar las finanzas- “es un tema eminentemente político.”
“Si se va a generar alguna reforma yo te diría que hay que tomar el modelo IMSS como ideal, si le generamos un desahogo en ese pasivo (pensiones),” dice Mikel Andoni Arriola.
Mikel Arriola siente confianza en el apoyo del sindicato en caso de suscitarse cualquier cambio. El director del IMSS describe al secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social, Manuel Vallejo Barragán, como “un líder sindical de avanzada e inteligente que sabe que las quejas por el servicio del IMSS solo se pueden reducir juntos.”
Y no se equivoca cuando dice que tendrán que hacerlo en equipo, pues el 93% de los empleados del Seguro Social está adscrito al sindicato, 400 mil trabajadores de los 430 mil totales.
Lo peor está por venir
El pasivo laboral del Instituto Mexicano del Seguro Social es un lastre que pesa 1.7 billones de pesos y que le arrebata la posibilidad de incrementar su infraestructura y contratar más médicos.
“Conforme a la regla contable no es un pasivo que se nos vaya a actualizar en valor presente en ningún momento, es decir, no vamos a perder los 200 mil juicios laborales que tenemos,” confía el director del Instituto.
La cuantía de los juicios se ha reducido 10% en los últimos tres años aunque en términos nominales no han dejado de crecer. El IMSS ya registra el 99% de la recaudación por auditoría “no sé cuánto traiga el SAT pero a nosotros no se nos escapa casi nada,” explica ufano el funcionario.
Pero en lo que se refiere a pensiones “Todavía falta lo peor,” admite Mikel Arriola.
El año pasado el Seguro Social pagó por jubilaciones y pensiones -del régimen anterior a 1997- 60,000 millones de pesos; hacia 2017 pagará 80,000 millones y de 2019 hasta 2035 105,000 millones de pesos, más de lo que se presupuestó para Comunicaciones y Transportes este año.
El régimen de beneficios definidos que se creó antes de las Afores, entre 1943 y 1996, generó una deuda de 2 billones de pesos en beneficio de 230 mil pensionados con un promedio de 53 años que se pagará de aquí a 2035, explica el abogado.
El régimen de pensiones mediante cuentas de ahorro individual -posterior a 1997- no sólo resta presión a las finanzas del Seguro Social, sino que le reporta ganancias. La asociación IMSS - Afore Siglo XXI de Banorte tendrá una ganancia neta de 1,500 millones de pesos en 2016, un recurso que se utilizará para reducir el uso de reservas de acuerdo con Arriola.
Las ganancias a través de la Afore son insuficientes para compensar la erogación anual en pensiones y jubilaciones, tampoco alcanza para solventar el crecimiento del gasto en atención médica.
Hoy el Seguro Social tiene 10% más demanda que en 2012 principalmente por las enfermedades crónico degenerativas, cuatro de éstas explican el 70% del gasto del IMSS, en ellas se ubica el 20% de los atendidos, explica el director general.
“Estamos con una pirámide de inversión totalmente volteada, el 70% de los recursos los estamos invirtiendo en segundo y tercer nivel, cuando en un sistema preventivo tendríamos que tener el 80% de los recursos invertidos en el primero,” subraya.
Durante el primer trimestre de 2017 el IMSS presentará el primer sistema preventivo integral. Con base en la información de la población derechohabiente se podrá saber a quien se tiene que atraer antes de que se materialicen los daños.
Más hospitales con menos doctores
La presión financiera del IMSS no le impedirá iniciar una etapa de expansión, habrá más hospitales pero menos médicos, pues la nueva infraestructura se construirá a la par que la implementación de una estrategia para reducir costos llamada gastos inteligentes, que entre otras medidas, congelará plazas.
La prioridad de inversión del Seguro Social en los próximos dos años será construir 40 unidades médicas familiares y 12 hospitales en zonas donde la demanda está rebasada como la ciudad de Aguascalientes; León, Guanajuato; Querétaro, Nuevo Vallarta y García, Nuevo León.
Para cumplir con la meta de crecer las camas en 6.5% el Instituto invertirá 20,000 millones de pesos en infraestructura y 7,000 millones en equipo, informó Mikel Arriola.
En paralelo el gasto inteligente contempla: mejorar las licitaciones; implementar compras consolidadas; realizar negociaciones salariales y el no crecimiento de plazas netas.
“Hoy prestamos 10% más servicios médicos y gastamos 12,000 millones de pesos menos precisamente por esa política de gasto inteligente,” presume Arriola.
La creación de nuevos hospitales no contempla más contrataciones, pero si el incremento de residentes en aproximadamente 4,200 al año, el dato lo ofreció Arriola cuando explicó las estrategias que llevaron al IMSS a disminuir sus gastos administrativos de 21% de los ingresos totales hace tres años a 9% en la actualidad.
El Seguro Social inauguró también un premió a la permanencia que servirá tanto para reducir el pasivo pensionario como para no abrir más plazas, otorgará un bono de permanencia a médicos y enfermeras que no se jubilen que le permitirá un ahorro de 20,000 millones de pesos de 2016 a 2035.
MÁS INFORMACIÓN: Servicios del IMSS a privados, pero no la atención médica: Mikel Arriola, 15 noviembre de 2016.
MÁS INFORMACIÓN: IMSS debe precisar las cifras de nuevos empleos; "hay divergencias": BBVA Bancomer, 20 de agosto de 2016.
MÁS INFORMACIÓN: Fuerte caída en la satisfacción de los servicios que presta el IMSS, 25 de mayo de 2016.
MÁS INFORMACIÓN: “Estamos encareciendo la informalidad”, 19 de enero de 2014.