Más cerca un impuesto mínimo global de 15% a las multinacionales para combatir evasión fiscal
Los siete más industrializados del mundo van contra las empresas más valiosas. Por lo menos 15% es la tasa que quieren gravar los países integrantes del G7 a las multinacionales más poderosas.
Durante su más reciente reunión celebrada en Londres, los representantes financieros de los países miembros del Grupo de los 7 (G7) -conformado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido - acordaron establecer un nuevo impuesto global de un mínimo del 15% sobre las mayores empresas transnacionales del orbe.
Las principales problemáticas que busca combatir el acuerdo son el llamado dumping fiscal, la evasión en que incurren algunas grandes empresas a partir de la explotación de formas de propiedad que pagan bajos impuestos -como la intelectual-, así como la existencia de los llamados “paraísos fiscales”.
Los paraísos fiscales -territorios donde los impuestos son mucho más bajos que en la mayoría- son una de las estrategias más comunes para la evasión de impuestos, pues al tener sede -aunque sea solo de manera formal- una empresa en el “paraíso”, paga menos impuestos que los que debería pagar si estuviera asentada en sus principales mercados.
Actualmente es un práctica generalizada que las empresas establezcan filiales en países con tasas de impuestos corporativos relativamente bajas a fin de declarar sus ganancias en ese territorio y pagar la tasa local de impuestos, aunque sus ganancias provengan de ventas realizadas en otros países.
"Después de años de discusión, los ministros de finanzas del G7 han llegado a un acuerdo histórico para reformar el sistema fiscal global y adecuarlo a la era digital global", dijo el ministro británico de Finanzas, Rishi Sunak.
Y es que, además de islas caribeñas como las Vírgenes de Estados Unidos o las inglesas Caimán, la red también se ha vuelto parte de los paraísos fiscales pues permite a las grandes empresas tecnológicas -como Netflix, Facebook, Amazon y demás- sus servicios sin la necesidad de tener presencia física en los países, por lo que actúan como si de otro paraíso fiscal se tratara.
La propuesta del G7 se propone que las multinacionales paguen los impuestos en los países donde operan y venden sus productos o servicios, en lugar de en donde declaran sus ganancias.
Los gigantes de hoy
Pero incluso la propuesta del 15% fue señalada como insuficiente por ministros y organizaciones.
El ministro de economía de Francia, Bruno Le Maire, dijo que buscaría aumentar la tasa del impuesto hasta el 25%, objetivo que fue planteado en la reunión del sábado en el punto que contempla que aquellas empresas con márgenes de al menos 10% deberían pagar no menos del 20% de sus beneficios en aquellos países donde concentran sus mejores mercados.
El acuerdo del G7 recae en los gigantes tecnológicos. Ordenados según su valor de mercado Apple, con de 2.3 billones de dólares, corona la lista a nivel global no sólo en su sector sino en el mundo corporativo. Le sigue Microsoft con 1.6 billones y, muy de cerca, Amazon (1.6 billones). También están Alphabet Inc -matriz de Google- con 1.19 billones y Tesla con un valor de 631,000 millones de dólares.
Tan sólo la joya de Steve Jobs, mantiene desde hace más de 10 años márgenes de ganancia por encima del 35%, logrando en el último trimestre reportado un margen de 39.8%. En el caso de Microsoft el margen bruto supera el 60%.
El éxito de las empresas tecnológicas es tal que Amazon, empresa que nació sólo como un servicio digital, ha convertido a su dueño Jeff Bezos en uno de los hombres más ricos del mundo; pero también alertó a las autoridades de la posible monopolización del mercado ante su implacable expansión.
Es por ello que para Oxfam - think tank especializado en la investigación de la desigualdad económica global- el impuesto es demasiado bajo. "Es absurdo que el G7 afirme que está 'revisando' un sistema tributario global quebrado y establezca a la vez una tasa parecida a la que cobran paraísos fiscales como Irlanda, Suiza y Singapur" criticó la directora ejecutiva de la organización, Gabriela Bucher.
En Irlanda, el impuesto sobre sociedades es de 12.5%, tan sólo 2.5% por debajo de la cifra propuesta por el grupo de los siete, mientras en Singapur la tasa es incluso mayor en dos puntos con 17%.
La desaparición de la clase media
Uno de los temas de discusión es que mientras las grandes empresas globales barajan estrategias legales para pagar menos impuestos y así crecer más, las clases medias sufren el peso fiscal que los arrastra junto a una golpeada economía. De acuerdo al G7 se han planteado, prioritariamente, la meta de recuperar las clases medias debido a la caída de sus ingresos.
Ya desde 2019, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), de la que son miembros 36 países, advirtió de la vulnerabilidad de la clase media. Según el organismo internacional, mientras en la generación Baby boomer -quienes hoy tienen más de 60 años- la clase media alcanzaba el 70%, para los millenials -de entre 30 a 40 años- el porcentaje se redujo a 60%.
Además, la clase media, particularmente los más jóvenes, se enfrentan actualmente a un mayor costo de vida en la que destaca un incremento en el costo de la vivienda y un aumento global de las condiciones de la precarización laboral, como la falta de seguridad social y menores salarios.
La salud de la clase media es prioritaria para el desarrollo económico de los países debido a que son ellas las que forman una de los eslabones más fuertes dentro de los mercados de consumo, debido a su mayor capacidad adquisitiva.
Pero con el desarrollo de la pandemia, la desigualdad se acrecentó. Por ejemplo, en México, el nivel de ingresos disminuyó entre el primer trimestre de 2020 y 2021, según datos del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL).
La tendencia en la disminución del ingreso de quienes pertenecen a la clase media, así como una mayor precarización para aquellos que menos ganan, contrasta con el aumento de los ingresos logrados durante el año del COVID por las mayores empresas globales.
En mayo de 2020, entró en vigor en México la reforma para gravar a la empresas digitales que generarán ingresos en el país. Sin embargo, la mayoría de las empresas afectadas, como Netflix, decidieron canalizar el pago del impuesto a los usuarios incrementando los precios de sus servicios.
Si bien la propuesta del impuesto global del G7 no incluye a México, los líderes mundiales llevarán la propuesta al Grupo de los 20 (G20) -del que forma parte México- que se reunirá en julio próximo en Venecia.
En los últimos días voceros de Amazon, Facebook y Google han dicho que la actualización de las normas fiscales internacionales traerán certeza a las empresas y estabilidad al sistema tributario internacional.