¿Cómo cerrar la brecha de género en fintech? La educación financiera y tener mejores indicadores es clave
Las mujeres y su presencia en el ámbito tecnológico financiero continúan teniendo disparidades.
La preocupación por erradicar y disminuir la brecha de género en este sector, es un tema prioritario alrededor del mundo, y para México también. Durante la jornada uno de la Primera Semana Fintech, organizada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), se dieron a conocer los retos de inclusión de las mujeres en el sector económico, la disparidad entre hombre y mujeres en los cargos de liderazgo; así como ciertas estrategias que voltear a ver para disminuirla.
Durante el panel “Oportunidades de las finanzas digitales para el cierre de la brecha de género”, en la que participaron Elena Calatayud, Consejera Independiente AFICO; Araceli Lugo, Consejera Directiva Nacional ASOFOM, Regina Valencia, directora de Producto de Open Bank, Ilse Arguelles, consejera independiente en la AFICO, y Bernardo Bátiz-Lazo Profesor de Historia de Fintech y articulista en Arena Pública; se discutieron las principales vertientes de esta problemática, así como sus principales causas y las posibles soluciones.
En 2020, según el reporte de la Agenda 2030 para los objetivos de desarrollo sostenible, el 31% de las trabajadoras en el mundo son mujeres. Sin embargo, solo el 28% de estas mujeres accede a puestos directivos. Además, el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF) señala que las mujeres siguen optando por campos formativos distintos a la tecnología, resultando en una carencia de representación femenina en esta área. Las cifras demuestran que los hombres superan a las mujeres en habilidades STEM, es decir, en campos que tienen que ver con disciplinas como matemáticas, ciencias, tecnología e ingeniería.
Según el Fondo Monetario Internacional, aunque los servicios financieros digitales mejoran el acceso a grupos desatendidos, las mujeres aún están subrepresentadas en finanzas y tecnología. Aunque se observa un incremento de mujeres en los directorios de bancos comerciales, menos del 25% de los puestos en directorios bancarios y entidades financieras supervisadas son ocupados por mujeres.
En el ámbito fintech, en 97 países, las mujeres ocupan menos del 13% de roles de liderazgo, ya sea como fundadoras de fintechs o en el gobierno corporativo. A nivel latinoamericano, México, Colombia y Brasil lideran en fintechs fundadas por mujeres. Aunque en la región, el 30% del personal de fintechs son mujeres, solo el 11% de estas empresas tienen equipos con 50% o más de mujeres.
Para Bernardo Bátiz-Lazo, esto también es consecuencia de que las statup fintech "tienen un modelo de gobierno corporativo que sale del tradicional".
"Estamos hablando de un emprendimiento que es excesivamente demandante en tiempo y esfuerzo de la persona. Por lo tanto, hay un menor costo de oportunidad si me ubico en otra industria. Tampoco hay elementos institucionales importantes, como las mentorías y el que haya personas que atraigan a las que están empezando su carrera de una manera sistemática", señaló.
Dado este contexto, los panelistas coincidieron en ciertos puntos relacionados a las causas de esta importante disparidad enfocada a tres importantes cuestiones: El acceso a la tecnología, a la que menormente pueden acceder las mujeres, y que al mismo tiempo limita su acceso a los productos tecnológicos financieros; la participación de las mujeres en la economía; y la representatividad de las mujeres en puestos directivos.
Esta situación alberga importantes implicaciones. En México, entre el 2028 y 2021, según datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, la brecha de género en la tenencia de cuentas de ahorro formal se amplió hasta 13.8 puntos porcentuales; las mujeres, con un 42.6%, mientras que el porcentaje de los hombres alcanzó un 56.4%. Según cita el diario El País, “la falta de inclusión financiera resta fuerza a la inclusión económica y viceversa, lo que incrementa la vulnerabilidad social de las mujeres”.
“La razón por la que estas mujeres deciden no utilizarlo, es porque no lo necesitan. Estamos transmitiendo los beneficios que tiene una cuenta de ahorro, una cuenta de cheques o una cuenta de inversión. Claro, el 31% dice que no lo necesita, y que es por elección propia no incluirse en el sector financiero, pero esto exhibe lo que hay que trabajar en la educación financiera, pues gracias a ésta, la mujer que decidió no utilizarlo puede saber para qué se ocupan los servicios lanzados al mercado y puede involucrarse”, señaló Ilse Argüelles, de la Asociación de Plataformas de Fondeo Colectivo, durante el panel.
Aunque existe una responsabilidad compartida entre los participantes en el ecosistema financiero, al menos el sector fintech promueve la integración económica de poblaciones desatendidas, lo que la convierte en un ambiente propicio para el desarrollo femenino, señalaron especialistas.
Según el Fondo Monetario Internacional, a nivel global, el acceso de las mujeres a servicios financieros está en un 65%, mientras que los hombres alcanzan el 72%. Esta diferencia se atribuye a barreras socioeconómicas, culturales y tecnológicas que dificultan a las mujeres acceder a servicios financieros. La creciente participación de usuarias de estos servicios señala una correlación positiva con la expansión de la inclusión financiera digital.
Las finanzas digitales han contribuido a disminuir las brechas de género en la inclusión financiera en múltiples países, al superar obstáculos como limitaciones de movilidad, restricciones de tiempo y barreras culturales. Por ejemplo, han permitido que las mujeres puedan acceder a servicios financieros desde sus hogares o evitar interacciones restringidas entre géneros en regiones con normativas de este tipo.
Según lo expone la panelista Regina Valencia, de OpenBank, el liderazgo de las mujeres en fintech podría fomentar la reacción de productos más adecuados a las propias mujeres y hacia sus intereses. “Al final necesitamos hacer productos hechos por nosotras, para nosotras. Hay un caso de éxito muy grande que es el de Openbank España, encabezado por Patricia Benito, quien ha hecho muchos esfuerzos por incrementar el número de mujeres clientes de la plataforma, siendo ya un 45%. En México queremos seguir esta misma línea”.
Sin embargo, aunque la inclusión de mujeres en este aspecto está aumentando, la de los hombres aumenta más rápido, por lo que la brecha continúa ensanchándose, y son necesarias estrategias y directrices enfocadas a que desaparezca. Entre ellas se encuentran fortalecer al sector público y al sector privado con educación financiera con enfoque de género, así como incrementar la representatividad de las mujeres en el sector financiero, ya que aunque comienza a haber paridad, hay una brecha muy grande respecto al liderazgo.
Asimismo, los reguladores también tendrían que establecer un marco normativo cuyo objetivo sea reducir la brecha de inclusión, estableciendo lineamientos y generar incentivos para acceder al capital de micro, pequeñas y medianas empresas encabezadas por mujeres. “Hay que poner especial atención a mujeres que viven en zonas rurales o indígenas; podría ser a través de un fondo de garantía para programas de educación financiera y digital. Garantizar la infraestructura para el acceso de las mismas, y generar alianzas entre el sector público y privado”, dijo Araceli Lugo.
No obstante, uno de los principales retos en la lucha por cerrar la brecha de género es la participación abierta y total de las instituciones financieras, ya que sin datos no es posible analizar con certeza los avances en este tema.
"Hay relativamente poca evidencia [sobre que las fintechs mexicanas han ayudado a la inclusión financiera y equidad de género]. La evidencia más completa es la encuesta de inclusión financiera [...] Hay resistencia y a veces es muy difícil tener un diálogo con el sector para tener acceso a esos datos y trabajar de forma conjunta", señaló Bátiz-Lazo, quien se ha especializado en el impacto de las tecnologías en el sistema financiero minorista.
En ese sentido, Argüelles coincide con que la transparencia y la colaboración entre instituciones se vuelve crucial: "Debemos tener políticas con perspectiva de género, debemos tener indicadores para medir cómo estamos impactando, pero también debemos transparentar los datos. Es muy importante la participación de todos los jugadores del sistema financiero y que también los modelos de negocio tengan un componente de educación financiera", añadió.