Alcanzará AIFA capacidad máxima en 5 años, la mitad de lo planeado: Director
El director del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) es optimista y confía en el rápido éxito del nuevo aeropuerto para el Valle de México inaugurado hace cinco semanas, a pesar de su lento arranque.
Aunque reconoce que las cifras de pasajeros que se han logrado hasta ahora no son suficientes para alcanzar los objetivos de tráfico para el primer año de operación, el General Brigadier Retirado Isidoro Pastor Román, director general administrativo del AIFA, confía que los esfuerzos de negociación con aerolíneas y proveedores de servicios les permitirá disparar el atractivo de la terminal en el corto plazo.
Si bien algunos agentes ligados a la concepción del AIFA han expresado inconformidad frente al diseño final del aeropuerto, y otros especialistas tienen sus reservas respecto al desarrollo que puede provocar el aeropuerto, el directivo militar asegura, con confianza, que “en el segundo semestre de este año se intensificará el movimiento de pasajeros y usuarios por la terminal aérea”.
Sin embargo, queda en el aire el futuro del Sistema Aeroportuario Metropolitano. Si bien el AIFA fue concebido inicialmente como un complemento al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y al Aeropuerto de Toluca, con el doble objetivo de aliviar la saturación del primero y mejorar la conectividad para los usuarios del Valle de México; los militares que dirigen el Felipe Ángeles están tomando un papel secundario en esta integración aeroportuaria, dejando el plan general a la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) y concentrándose en lograr que su recinto sea más rentable, competitivo y eficiente, más allá de las capacidades operativas de sus “aeropuertos hermanos”.
¿Cuáles son las expectativas que tienen para el primer año de operación del AIFA?
El Programa Maestro de Desarrollo tiene contemplado que, durante todo el primer año de operación, el AIFA transporte a un promedio de 2.4 millones de pasajeros. Ahora estamos iniciando con un promedio de 40 mil pasajeros transportados durante los primeros dos meses. Con esta cantidad, no podremos llegar a los 2.4 millones para finales de año.
Pero en los días siguientes tendremos un intenso trabajo para que se incremente el número de rutas en el AIFA de las tres aerolíneas que ya están trabajando con nosotros, VivaAerobus, Aeroméxico y Volaris. Eso nos va a dar la oportunidad de llegar a tener muy pronto, a más tardar en 2023, el punto de equilibrio.
Foto: Gobierno de la CDMX
¿Y para las actividades de carga?
Cuando salieron a concurso los 12 recintos fiscalizados que tenemos para el manejo de carga internacional, en dos vueltas quedaron asignados, concesionados a diferentes empresas. Eso significa que las empresas en este giro de negocio, con una visión muy atinada desde mi punto de vista, vislumbraron que la ubicación geográfica de este aeropuerto da la posibilidad de que la carga sea una buena actividad productiva. Ahora solo estamos esperando a terminar algunos detalles en la relación contractual.
Estos recintos fiscalizados se tienen que equipar con desarrollos tecnológicos muy específicos de parte de estas empresas, y los concesionarios están pidiendo cuatro meses para instalarlos. Estamos trabajando con ellos muy cercanamente para que ese plazo se pueda reducir. Pero aún en el más extremo de los escenarios, que debamos esperar esos cuatro meses, para julio-agosto empezarían las operaciones de carga en su plenitud dentro del AIFA.
¿Cuándo empezarían a considerar una inversión para extender la capacidad del AIFA?
En el Plan Maestro de Desarrollo tenemos considerado que el edificio principal llegue a su máxima capacidad en los primeros 10 años de operación. Pero como estimamos que en 2023 vamos a tener el punto de equilibrio, significa que ya estaríamos atendiendo a poco más de 5 millones de pasajeros para entonces. Y como estamos viendo el crecimiento de la industria y la demanda de transporte aéreo de pasajeros y de carga, consideramos que podemos llegar a la capacidad máxima del edificio terminal, unos 20 millones de pasajeros al año, en la mitad de tiempo. Es decir, en unos cinco años.
Foto: Gobierno de México
¿Hay inversiones pendientes para la terminal que ya está construida?
En todo el aeropuerto se tiene ya toda la infraestructura tecnológica adquirida. No tenemos que hacer ninguna inversión, fuera de la que ya hizo el agrupamiento de ingenieros, para que este aeropuerto funcione con una plataforma tecnológica robusta y que sea amable para el pasajero. Todo ya está adquirido.
Cierto, hemos tenido el retraso de la entrega de algunas partes porque, dentro de cualquier operación contractual que se haga en el sector privado o público, siempre hay cláusulas respecto a fuerzas de causa mayor que podrían modificar las fechas de entrega. Aquí, la pandemia ha sido un factor, una variable que ha incidido en que algunos detalles de esos desarrollos tecnológicos no sean entregados con oportunidad. Pero eso se solventará en este próximo mes.
¿Hay un interés por convertir al AIFA en un hub de conexión aeroportuaria?
Ahorita estamos trabajando principalmente con vuelos de origen—destino. Sin embargo, en el segundo semestre de este año vamos a empezar a tener vuelos de conexión. Las mismas aerolíneas están diseñando en sus planes de negocios tener vuelos en conexión en el AIFA, y esto se va a concretar en el segundo semestre de este año. Y esperamos que esta tendencia se robustezca para el año 2023, ya que todas las vías de movilidad terrestre estén terminadas.
Foto: Gobierno de la CDMX
¿El AIFA ha podido operar eficientemente hasta ahora aún cuando faltan de completar muchas de estas vías de movilidad terrestre?
Cuando iniciamos, en los primeros días luego de la inauguración el 21 de marzo, la calificación de satisfacción del pasajero respecto a la conectividad del aeropuerto estaba en 30%. Hoy andamos entre 60% o 70%. ¿Esto qué significa? Que a medida que las personas se van familiarizando con las dos rutas que ya existen, la México—Pachuca y el Circuito Exterior Mexiquense, se están dando cuenta que es muy sencillo llegar. Y los tiempos de traslado se han ido optimizando, a medida que se familiarizan con esas rutas.
Recientemente tuve una reunión con una empresa que se dedica a la aviación general, que está interesada en operar con nosotros, y quedaron maravillados que llegar de Toluca al AIFA les tomara solo una hora con 25 minutos. Para ellos, eso significa que los servicios que ofrecen pueden realizarse de una forma expedita. En ocasiones, para llegar al AICM uno puede hacerse hasta dos horas desde el centro, cuando el tráfico está pesado
¿Hay planes para expandir los servicios que ofrecen a las aerolíneas?
Ahorita, las aerolíneas están satisfechas con los servicios que tenemos. No hemos tenido hasta ahorita ningún problema mayor. Sí hay detalles, pero nuestra área de calidad los va detectando para que el pasajero se sienta lo más cómodo posible. Aunque debo reconocer que nuestro éxito no se debe precisamente a que somos grandes expertos en este manejo de operaciones aéreas. La realidad es que el número de pasajeros que estamos manejando ahora nos permite hacer atenciones casi personalizadas. Eso es lo que ha incrementado esta satisfacción del pasajero.
Conforme aumente el tráfico, esperamos que la familiarización de pasajeros y aerolíneas con la terminal, así como la experiencia que vayamos ganando, nos permita mantener ese nivel de atención y satisfacción. Pero por el momento, no necesitamos ahora más de lo que ya tenemos instalado para que las aerolíneas hagan su trabajo como debe de ser.
¿Y qué puede decir respecto a los servicios y productos que se le ofrecen a los pasajeros mismos?
En el edificio terminal tenemos la capacidad para 193 espacios comerciales. De esos, ya tenemos contratos firmados con 75 empresas, 75 espacios que ya están arrendados. Y en funcionamiento, tenemos ahorita 12. En los días siguientes, durante este mes de mayo, deberíamos tener ya los 75 locales abiertos. Vamos avanzando de manera paulatina, planificada, abriendo más espacios.
Foto: Gobierno de México
¿Cuál es el mayor reto al que se han enfrentado en la gestión del AIFA?
El mayor reto ha sido la parte técnica. Pero desde 2019 empezamos a capacitarnos a través de estadías de trabajo en los principales aeropuertos de este país, y algunos del extranjero, así como en centros de instrucción reconocidos, de manera que fuimos conformando esa capacidad técnica. Pero sabíamos que no era suficiente, pues una cosa es la teoría y otra la operación. Por eso firmamos un convenio de colaboración entre Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) y el AIFA, con el propósito que nos acompañaran y respaldaran en la parte de la operación.
El acompañamiento de ASA lo vamos a tener todavía por unos meses más. Pero con estas cinco o seis semanas de operación, hemos seguido afinando todos los detalles necesarios para ya ser autosuficientes. Y además, dentro de la estructura organizacional de la empresa, hay más de 500 civiles que tienen capacidad técnica en las diferentes disciplinas que se requieren para la operación de un aeropuerto. En comparación, solo somos 214 militares. Por eso afirmamos que son realmente los civiles quienes tienen el peso principal de la operación de este aeropuerto.
¿Están trabajando para definir el lugar que tendría el AIFA en el sistema aeroportuario del Valle de México?
Hemos tenido una relación muy estrecha con la SICT, específicamente con la subsecretaria de Transporte, que aglutina a la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), los Servicios a la Navegación del Espacio Aéreo Mexicano (Seneam), ASA y el propio AICM. Es en estas reuniones que se han conjuntado esos esfuerzos y esta visión para que este sistema funcione.
Pero en realidad ese sistema ya estaba funcionando a partir del rediseño del espacio aéreo. Al Seneam les llevó más de dos años afinar este sistema para permitir la operación simultanea entre el AICM, el AIFA, Toluca, Cuernavaca, todos los aeropuertos de la zona. Por supuesto que se requiere de un esfuerzo compartido y de una visión muy clara de cómo administrar los espacios para los despegues y aterrizajes. Pero esa responsabilidad está a cargo de Seneam, en lo que refiere al espacio aéreo, y a la subsecretaria de Transporte en lo que respecta al espacio terrestre.
¿Han participado en la discusión de qué vocación deberían tener el AIFA, el AICM y los demás aeropuertos en el área del Valle de México para hacer más eficiente la operación aérea?
Por supuesto que se están dando estas discusiones, y nosotros somos participes de ellas, pero sería irresponsable de mi parte asumir una postura que debe liderar la cabeza del sector en esta materia, que en este caso es la SICT.
Lo que le interesa a la empresa AIFA es ser competitiva, dar servicios de calidad y ser rentable, independientemente de las estrategias de comercialización, negociación o de manejo de pasajeros del resto de los aeropuertos. Indiscutiblemente tenemos que estar vinculados. Pero lo que a nosotros nos interesa es cumplir con ofrecer un aeropuerto de altos niveles de calidad y de rentabilidad para poder ser recíprocos a la confianza que ha dado la sociedad mexicana. Entonces el reto es ser rentables, lo más pronto posible, para poder devolver esas utilidades hacia la sociedad.