Trigo por las nubes ante intensificación de guerra en Ucrania
Mientras el "granero de Europa” arde en llamas, los precios del trigo saltaron por las nubes ante la salida del mercado de la producción rusa y ucraniana.
Como ha sucedido con otras materias como el petróleo y el aluminio, la invasión rusa a Ucrania ha inyectado varias dosis de volatilidad en el mercado de granos, especialmente en el del trigo -el grano más producido y consumido del mundo- ante el riesgo de que el producto de dos de los mayores ofertantes salgan del mercado internacional.
La exportación ucraniana se había prácticamente detenido desde el inicio de la invasión con el cierre de puertos -principal vía de transporte de granos- y la captura de cultivo por las tropas del país vecino, pero apenas este miércoles la desaparición de la exportación de trigo se hizo oficial con la prohibición del gobierno de exportar insumos clave, entre ellos la materia prima del pan.
El primer ministro ruso Mikhail Mishustin también declaró que el país eslavo priorizaría el suministro de granos a la demanda doméstica. Este jueves, el presidente ruso Vladimir Putin anunció que el gigante euroasiático también prohibiría la exportación de trigo así como otros bienes clave.
Entre Ucrania -cuarto exportador de trigo en el mundo- y Rusia -que ostenta el primer lugar-, concentran alrededor del 29% de las exportaciones totales del grano al mercado internacional, por lo cual las nuevas medidas para proteger este bien clave han afectado sus precios en el Mercado de Chicago, el más importante en futuros de granos.
Apenas el pasado 6 de marzo, el precio del trigo alcanzó un nivel de 1,421 dólares por contrato de 5,000 bushels, un incremento de 89% respecto al inicio del año y su nivel más alto desde el 28 de febrero de 2008, y aunque su precio se desplomó 25% en los siguientes tres días, se ha mantenido en un nivel históricamente alto cotizando en 1,137 dólares por contrato al día de hoy.
Según analistas, el pico y caída vistos a principios de semana se debió principalmente a la compra y venta masiva de contratos por parte de inversores que buscaban aprovechar la tendencia alcista del grano para obtener rendimientos y que se retiraron una vez alcanzado la ganancia deseada.
“Los inversores están retirando sus ganancias pero un giro de vuelta al alza no sería una sorpresa”, señaló el analista de CHS Hedging Kevin Stockard.
México, sin problemas de abasto pero sí de precios
Pese a la importancia de ambos países en el mercado internacional de granos, México está relativamente protegido de los impactos de la guerra.
Según Juan Carlos Anaya, director del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA), a diferencia de los países del norte de África y otros mercados emergente del viejo mundo, México no tiene problemas de abasto derivados de la guerra, pues más del 80% de sus inventarios son importados de Estados Unidos y Canadá.
“Solo en 2021, por temas de precios convenientes, se trajeron 192 mil toneladas de Ucrania y 32 mil toneladas de Rusia, una cantidad muy pequeña en comparación a la exportación de estos dos países”, comentó en entrevista.
No obstante, Anaya advierte que donde se pueden verse impactos es en las presiones y alzas de precios de los futuros internacionales, no solo del trigo, sino también de otros granos como la cebada y el maíz, un insumo al que México es particularmente sensible por la importancia dentro de su dieta nacional.
“Ucrania es el tercer exportador y Rusia el quinto exportador [de maíz], aunque no les compramos a ellos, el que Ucrania no pueda embarcar en estos momentos, causa que sus compradores habituales tengan que ir a comprar maíz a Estados Unidos y otros países presionando su precio alrededor del 35% a 40%”, señaló el director del GCMA.
Aunque no se esperan afectaciones inmediatas para la mayoría de las grandes empresas mexicanas que importan trigo y otros granos como Bimbo o Gruma, quienes mantienen coberturas por hasta 70% de las materias primas que utilizarán en este año, de permanecer por un periodo largo de tiempo las presiones derivadas del conflicto sí podrían dificultar las futuras negociaciones.
Y es que adicionalmente al conflicto, Anaya señala que las presiones que existen alrededor del mercado de granos se debe a la alta demanda que existe desde 2021 y que la producción brasileña y argentina no cumplió con las expectativas debido a factores climáticos.
El maíz y el trigo son los cereales más consumidos en México. Hasta el mes de febrero, el precio al consumidor de su presentación en harinas se había elevado en 15% y 17.5%, más del doble que la inflación general de 7.3%.
La tortilla y el pan, los productos más populares elaborados por estos granos, también han tenido un incremento brutal de precio, pues además del encarecimiento de las harinas se enfrentan al de los energéticos, por lo que su precio se ha elevado 18% y 13.5%, respectivamente.