Inflación da señales de tregua, pero no en el corto plazo

El presidente López Obrador presumió que la inflación comenzaría a bajar luego de mantenerse en 8.7%, sin embargo la subyacente siguió creciendo hasta alcanzar 8.28% en septiembre.
7 Octubre, 2022 Actualizado el 7 de Octubre, a las 14:20
La inflación en alimento siguió al alza. (Foto: Gobierno de México)
La inflación en alimento siguió al alza. (Foto: Gobierno de México)
Arena Pública

La inflación histórica que azota al país podría comenzar a ceder, aunque no rápidamente, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

En septiembre, el Índice Nacional de Precios al Consumidor registró una cifra interanual de 8.7%, el mismo que en agosto, por lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aseguró “que se detuvo la inflación”.

Si bien no es la primera vez que la inflación se detiene –o incluso de reduce- desde que inició la ola de alza de precios en el segundo trimestre de 2021, algunos datos adicionales dados a conocer el día de hoy muestran signos de que la inflación podría comenzar a desacelerarse, como ya está sucediendo en algunos países, entre ellos Estados Unidos.

El signo más importante para advertir la desaceleración de la inflación es el comportamiento del Índice Nacional de Precios al Productor, indicador que mide el comportamiento de los precios de los insumos y permite estimar el comportamiento de los precios al consumidor con varios meses de adelanto, y que por primera vez -desde abril de 2021- volvió a situarse por debajo del INPC al registrar 8.63%.

La diferencia entre la inflación al productor y la del consumidor volvió a disminuir, sumando 4 meses seguidos a la baja. Es una noticia positiva, pues implica que los productores están enfrentando menores costos que podrían trasladar al consumidor”, advirtió en un tweet Janeth Quiroz Zamora, economista en Jefe de Monex.

En septiembre, la inflación al productor fue menor a la del consumidor por primera vez desde abril de 2021. Desde abril de 2020, había ocurrido lo contrario, con excepción de 3 meses (jun-20, sep-20 y abr-21). pic.twitter.com/5rTWN1NeSD

Si bien la disminución de la inflación al productor no significa que en las próximas quincenas los precios al consumidor empiecen a desinflarse rápidamente, permiten prever que algunas de las presiones –como las de materias pimas industriales- están comenzando a estabilizar sus precios internacionales, o que ya lo han hecho como en el caso de algunos metales, así como los costos logísticos de varias rutas de comercio.

Pero para los consumidores, los próximos meses el alza de precios podrían seguir representando una mala racha para sus bolsillos, pues mientras la inflación general aparenta el fin del alza, ni la inflación subyacente ni los incrementos mensuales dan cuenta de una rápida estabilización de los precios.

“La inflación parece cumplir el  posible pico tan deseado por las autoridades, al alcanzar la ilusión aritmética de posiblemente haber llegado a su máximo. La general se mantiene en 8.70%, mientras la subyacente sigue desafiando a las autoridades al subir a 8.28%.” señaló en un tweet Alfredo Coutiño, economista en Jefe para América Latina de Moody´s Analytics.  

La subyacente –que incluye dos tercios de los bienes estudiados por el INPC- volvió a crecer en septiembre hasta 8.28% desde el 8.05% del mes previo, su mayor nivel desde 1999.

Dentro de la inflación subyacente, continuó destacando el incremento en las mercancías alimenticias que ha subido 16 meses consecutivos y por séptima vez a una cifra de doble dígito (13.38%), un nivel no visto desde principios del milenio.

Además de la resistencia de la inflación subyacente, los datos mensuales y quincenales no justifican una celebración como la que hizo el Presidente esta mañana, pues si bien podría comenzar a bajar, esto sería de forma lenta y extendida.

“Una forma de confirmar que las presiones inflacionarias comienzan a disiparse será cuando se observe una disminución de este promedio durante el año  […] Para confirmar un cambio de tendencia, es necesario que se presenten varias quincenas de inflaciones por debajo de lo observado hasta ahora en el año, lo que permitiría modificar a la baja la trayectoria esperada para la inflación. Al día de hoy esto todavía no es posible” explicó en una nota el equipo de análisis económico de Banco Base.

La última variación mensual del INPC general fue de 0.62%, ligeramente menor que el promedio de los últimos 12 meses (0.70%) y que la del mes de agosto, cuando subió 0.68% respecto a julio.

Sin embargo, se trataría apenas del segundo mes de disminuciones mensuales, insuficiente para afirmar que la inflación comenzará a bajar en el corto plazo, pues un comportamiento similar se registró entre febrero y marzo de este año.

Banxico no debe bajar la guardia

Pese a que algunos datos apoyan la idea de una desaceleración inflacionaria, el Banco de México aún carece de argumentos suficientes que le lleven a modificar su postura monetaria.

El economista de Moody´s Analytics advirtió que derivado del resultado de hoy, podría existir euforia prematura en el Banxico algo que sería “ingenuo […] sobre todo en un ambiente monetario agresivo en los EEUU”.

No solo la inflación subyacente –la más importante en el análisis de la Junta de Gobierno- sigue al alza, sino que también las condiciones monetarias en los Estados Unidos exigen que la postura de Banxico se conserve cercana a la Reserva Federal (Fed) estadounidense.

El presidente de la Fed, Jerome Powell, ha señalado en varias ocasiones que pese a que la inflación comience su descenso en los EU –algo que ya comienza a verse en la general pero no en la subyacente- la tasa de interés seguirá subiendo hasta alcanzar el terreno restrictivo.

Según las últimas estimaciones, la tasa de fondos federales podría ubicarse durante todo el 2023 entre 4.25% y 5%, por lo que Banxico se vería forzado a seguir elevando la tasa de fondeo interbancario para mantener un diferencial de tasas constante y así evitar que los precios se eleven debido a la depreciación del peso mexicano.

Actualmente el Banxico espera que la inflación converja con el objetivo de 3% +/-un punto porcentual hasta el 2024. El sector privado espera que la tasa local alcance un nivel máximo de entre 10.5% y 11.0% a principios de 2023.