Conducir cansado es igual de riesgoso que hacerlo ebrio
Si bien los alcoholímetros han disminuido el número de accidentes ocasionados por conducir bajo los efectos de bebidas alcohólicas, un asunto que tiene poca atención es el de manejar cansado, lo cual puede resultar igual de peligroso.
Ford, en conjunto con el Instituto Meyer Hentschel, ha desarrollado el Traje de Sueño, cuya función es simular los efectos del cansancio en el cuerpo con el objetivo de concienciar a las personas sobre lo peligroso que puede ser esta práctica.
De acuerdo con cifras de Ford, uno de cada cinco accidentes viales son ocasionados por la fatiga acumulada en el cuerpo, la cual disminuye la movilidad de las partes esenciales para manejar, así como la capacidad de reaccionar ante una situación de manera intempestiva.
El traje funciona a partir de elementos que ralentizan el correcto funcionamiento del cuerpo como lo son chaleco, gorra y peso para los tobillos y brazos que en conjunto suman un total de 18 kilos, mismos que son comparables a la sensación de fatiga a la hora de conducir.
Un elemento destacado de este sistema son los lentes, pensados en simular episodios de microsueños, que impiden la visibilidad imitando aquellos momentos en que el conductor se queda momentáneamente dormido durante periodos de entre dos a 10 segundos.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), los 18 años son la edad que desde 2003 a la fecha tiene la cifra de mortalidad por accidentes viales más alta en México.
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Es por la razón anterior que la compañía estadounidense ha integrado el Traje de Sueño a su programa gratuito de educación vial llamado Ford Driving Skills for Life, el cual se implementa en varios países alrededor del mundo, incluido México, y cuyo público son los jóvenes de entre 18 y 24 años.
Manejar con más de 20 horas despierto, según expertos de la Fundación estadounidense del sueño, trae como resultado un impedimento en la conducción igual a tener 0.08 de concentración de alcohol en la sangre, cifra límite en todos los estados de ese país; en Ciudad de México, las sanciones por conducir en estado de ebriedad son a partir de 0.25 de grados de alcohol.
Después de una larga fiesta, mucho baile y diversión, es común que alguien se ofrezca a conducir de regreso a casa porque no consumió alcohol, sin embargo, esa podría no ser la mejor decisión, pues la fatiga acumulada podría jugar una mala pasada a todos los pasajeros, incluso al conductor designado.
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